Imagen de archivo de estudiantes en la Biblioteca General de la Universidad de Málaga (UMA).

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Educación

La Universidad de Málaga defiende el adelanto de los exámenes de recuperación de septiembre a julio

El vicerrector de Estudiantes y Deportes de la UMA cree que el cambio "facilita la movilidad de nuestro estudiantado en las universidades europeas".

17 septiembre, 2022 12:55

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La Universidad de Málaga ha valorado el adelanto de los exámenes de la segunda convocatoria ordinaria, los que se conocen como "de recuperación", del mes de septiembre a julio en el curso 2023/2024.

Con este nuevo calendario, quienes hayan suspendido en junio y tengan que examinarse otra vez para aprobar las asignaturas correspondientes, podrán hacerlo antes, sin esperar al final del verano, y se aseguran así poder descansar en agosto.

José Francisco Murillo Mas, vicerrector de Estudiantes y Deportes de la UMA, ha asegurado que, además, con esta modificación "se facilita la movilidad de nuestro estudiantado en las universidades europeas", ya que "de esta manera contamos con un calendario semejante a la mayoría de esas universidades".

Otra de las ventajas de tener el mismo calendario que en la mayor parte de universidades españolas, es que los estudiantes de la UMA están en igualdad de condiciones para acceder a máster.

"Las universidades que tenían la segunda ordinaria en julio iban por delante de los estudiantes que aprobaban en septiembre, entonces a partir de que se suprima septiembre, nuestros estudiantes estarán en igualdad de condiciones para competir por esas plazas", sostiene Murillo.

Se adelanta el inicio del curso

Con esta novedad, no sólo se adelantan exámenes, sino que también se adelanta el inicio del curso académico a los primeros días de septiembre, con el objetivo de acabarlo en junio y tener tiempo suficiente para hacer las recuperaciones al mes siguiente. Así se optimizan los procesos administrativos, ya que las matriculaciones podrán empezar a hacerse justo cuando acabe el curso y no al inicio del siguiente.

Según el vicerrector, la UMA ha decidido hacer este cambio ahora porque "la inmensa mayoría de universidades españolas y andaluzas ya habían modificado el calendario en este sentido, en Andalucía solo queda Cádiz manteniendo los exámenes de septiembre".

Murillo ha explicado que las juntas de centro de las diferentes escuelas y facultades, donde están representados el personal docente, de administración y servicios y el alumnado, ha decidido establecer el modelo cerrado, consistente en realizar las recuperaciones del primer semestre cuando termina su primera convocatoria ordinaria correspondiente, al igual que en el segundo.

Debido a que aún hay exámenes en septiembre, el próximo curso seguirá comenzando a finales de este mes, aunque se espera que para el 2023/2024 la implementación del nuevo modelo sea total.

Dudas sobre el cambio

Por otro lado, existe diversidad de opiniones sobre si este cambio tendrá consecuencias positivas o negativas en el rendimiento académico. Murillo considera que "las tasas de fracaso eran muy elevadas en septiembre" y que con este nuevo modelo "parece que mejoramos los resultados que se obtienen", tras haber consultado con universidades que lo establecieron hace tiempo.

Sin embargo, desde el punto de vista de Juanjo Silva, estudiante de Ingeniería Electrónica, Robótica y Mecatrónica en la UMA, el cambio de calendario es negativo porque "la distancia que hay entre finales de junio y las recuperaciones de julio son dos semanas solo, empalmas dos épocas de exámenes", ha declarado a Europa Press.

"Cuando acabas exámenes estás muy cansado y quieres acabar, no seguir estudiando porque vuelves a examinarte", ha manifestado, aunque sí ve como algo positivo que el calendario se estandarice respecto al resto de universidades y así coincidan los plazos de matriculación, especialmente para el alumnado que quiere hacer máster.

Por el contrario, Lucía Mérida, estudiante de Derecho también en la UMA, ve el cambio como una ventaja porque permite tener "mucho más fresco" el contenido de los exámenes en julio y tener un espacio de vacaciones "sin que se pisen los de recuperación de septiembre con el inicio del curso".

Además, considera que "obligar" a los alumnos a descansar durante el mes de agosto puede mejorar las tasas de rendimiento académico y la salud mental de los estudiantes.