Los moteros jerezanos lloran a Ignacio Cánovas, hallado sin vida en el río Genal: "Jamás vi una imprudencia de él"

"Ráfagas al cielo, que hoy es un día triste para los moteros", escribe en Facebook uno de los compañeros de Ignacio Cánovas, el jerezano hallado sin vida tras ser arrastrado por el agua al caer con su moto desde un puente (sin barandillas ni quitamiedos) al río Genal el pasado 19 de marzo. Tenía 61 años y la Guardia Civil ha tenido que realizar un amplio dispositivo de búsqueda para localizar su cadáver, que ha sido hallado este lunes, sobre las once de la mañana, en una zona de muy difícil acceso tras seis intensos días de búsqueda.

De hecho, según ha informado el alcalde de Faraján, aquella zona ya había sido revisada el pasado domingo, pero la fuerza del agua, tras las últimas lluvias con el paso de las borrascas Laurence y Martinho debió arrastrar el cuerpo hasta encajarlo en el punto donde finalmente ha sido localizado, a casi seis kilómetros del puente.

La noticia de su fallecimiento ha causado una gran conmoción en el mundo del motor jerezano. Cánovas pertenecía al Motoclub Jerezano y se encontraba en la zona de Pujerra haciendo una ruta con amigos como había hecho miles de veces. Los Cánovas son unos hermanos muy ligados al motor en Jerez y conocidos, dicen los que le conocían, como unas "muy buenas personas".

Encuentran el cuerpo sin vida de Ignacio Cánovas, motorista desaparecido en el río Genal

Así, las redes se han llenado de comentarios dedicados al fallecido, a quien definen como "un gran compañero y mejor amigo". Uno de ellos incluso añade que es "el mejor tío al que han visto encima de una moto" y la mayoría ponen en valor la paciencia y tranquilidad que caracterizaban al fallecido. "Jamás vi una imprudencia por su parte" o "era fino como un reloj" son algunas de las palabras que le dedican sus amigos moteros, afectados, especialmente, por los comentarios que tachan de imprudente a Cánovas por tratar de cruzar aquel puente. Todos coinciden en que, ante todo, fue "un accidente".

"Como piloto no había nadie mejor y de experiencia estaba sobrado", asevera otro de sus compañeros. Algunos de ellos aseguran que su Suzuki podría tener más de 400.000 kilómetros, convirtiéndolo en uno de los moteros con más experiencia de Jerez. Por su parte, otra de sus conocidas se queda con "los cafés de sábado" que solían tomarse juntos.

Sobre su vida personal no ha trascendido nada más allá de la profesión a la que se ha dedicado gran parte de su vida. Era conductor de camión y repartía combustible a gasolineras de la cadena BP, cuyos depósitos están en Rota. Uno de sus amigos lo define, en palabras a EL ESPAÑOL de Málaga, como un tío "serio, tímido y bonachón" con más de un millón de kilómetros en moto a sus espaldas. "Si Ignacio cruzó, yo también lo hubiera hecho", zanja.