Ideología, ansia de violencia, demostración de fuerza: las peleas de ultras del fútbol crecen en todo el mundo
- Las imágenes de ultras del Frente Bokerón (Málaga) causando destrozos en Coruña se repiten en numerosas ciudades.
- Más información: Los ultras del Málaga C.F. provocan incidentes en La Coruña las horas previas al partido contra el Deportivo
El fin de semana que jugaba el Málaga en La Coruña ante el Depor estaba marcado en rojo en el calendario no sólo por la importancia deportiva del encuentro. Después de cuatro años se veían las caras los dos grupos ultras de estos históricos equipos del fútbol español. Y tenían cuentas pendientes.
El Frente Bokerón y Riazor Blues mantienen una larga enemistad por diferentes motivos. El primero es el ideológico. El Frente Bokerón tiene una marcada línea de extrema derecha que ha llegado a permitirles un hermanamiento con los hools del West Ham y con los Ultras de la Lazio, el faro de la ultraderecha italiana en las gradas.
Debido a esto se está viendo en cada partido a Laziales en el entorno de la Rosaleda, e incluso en el último derby romano se desplegó una pancarta en apoyo al Frente Bokerón por sus problemas en las previas en el barrio de la Roca. Algo que abre muchas puertas en el fenómeno ultra.
Por parte de Riazor Blues es un grupo con tendencias de extrema izquierda. El segundo motivo de la rivalidad es el plano de las amistades históricas casi siempre unidas a las ideas políticas de los grupos. Riazor Blues tuvo en su día muy buena relación con Biris Norte del Sevilla, pero sigue manteniendo mucha cercanía con Kolectivo Sur del Xérez, Bukaneros del Rayo, e Indargorris del Osasuna. Algo que acrecienta el riesgo de enfrentamiento en los días de partido.
Las relaciones de los Ultras tienen un gran peso en los desplazamientos de aficiones. En el caso que el Málaga volviese a jugar en competición europea contra, por ejemplo, algún equipo italiano habría bastante tensión en Roma, Milán (por parte del AC Milan) o Nápoles por esa relación con la Curva Nord de la Lazio. No así con el Inter, porque los ultras interistas y laziales hace 35 años que realizaron un gemelaggio.
Los incidentes ocurridos en La Coruña entre el 5 y 6 de octubre en el entorno ultra están reconocidos como una gran demostración de fuerza del Frente Bokerón, algo que no podía realizar hace años.
El Frente Bokerón creció tras el descenso del Málaga a la tercera categoría de fútbol español, algo que ha sucedido en paralelo también al auge de aficionados del equipo. Ahora cuentan con más miembros activos dispuestos a desplazarse a cualquier ciudad para buscar jarana contra otros ultras.
Las imágenes que circularon del 5 octubre del entorno de Riazor, con cientos de personas vestidas de negro provocando daños materiales en un bar no tienen justificación, pero en el universo ultra sí.
El Frente Bokerón acudió a La Coruña un día antes del encuentro porque la presión policial sobre ese partido iba a ser grande, ya que estaba declarado de alto riesgo. Con esa alerta de seguridad, los ultras de cualquier equipo están monitorizados policialmente desde bien temprano para evitar incidentes.
El Frente Bokerón, al asistir un día antes a Riazor, trató de demostrar que puede jugar en las grandes ligas para pelearse contra cualquier grupo ultra de España. Las imágenes de los destrozos del bar La Menuda en la calle Almirante Cadarso de la Coruña dieron la vuelta al mundo en las redes sociales en las que se puede seguir el movimiento ultra.
Por el contrario, para Riazor Blues que un grupo enemigo se haga una foto al completo a las puertas de tu estadio, y que destroce un bar que suelen frecuentar miembros del grupo antes de los partidos es una gran afrenta aunque ocurra el día anterior del fútbol. Todos estos colectivos entienden esas luchas como territoriales, por eso Riazor Blues en la mañana del 6 de octubre se armó con palos para ir en búsqueda de cualquier miembro del Frente Bokerón.
Todo recordó a lo sucedido en marzo del año pasado cuando en Champions League se encontraron el Nápoles contra el Eintracht Frankfurt. Antes de aquel partido, las autoridades italianas prohibieron el ingreso al Diego Armando Maradona a los aficionados alemanes aludiendo motivos de seguridad.
Y no se equivocaban, pero los ultras del Eintracht demostraron mentalitá como cualquier ultra habría dicho. A pesar de la prohibición de acceso al estadio para ver a su equipo en Champions, cientos de ultras alemanes viajaron a Nápoles con el fin de declarar que ellos podían enfrentarse con cualquier grupo ultra europeo.
Y lo consiguieron montando una guerrilla urbana, entre los alemanes, la policía italiana, y los ultras napolitanos que se reorganizaron después al mediodía del día de partido. Aquellas imágenes de Nápoles no están ni cerca de lo que se ve en España, pero lo ocurrido en La Coruña podría haber sido similar si los ultras locales hubiesen sido advertidos para estar movilizados el sábado.
Volviendo a España. En cuanto al Frente Bokerón, en la mañana del 6 de octubre estuvo controlado por la policía desde la mañana en las inmediaciones del hospedaje que eligieron a las afueras de La Coruña, por lo que no pudieron crear incidentes de gravedad como en la noche de anterior.
Por esa razón los únicos detenidos del día de partido fueron miembros de Riazor Blues. Ese fin de semana fueron muy mediáticos estos sucesos en España, porque no es tan habitual como en el resto de Europa o Latinoamérica. El desplazamiento que realizó el Frente Bokerón, por tanta capacidad de movilización de miembros, lo eleva en el mundo ultra a ser seguramente el grupo que sea más comprometido enfrentarse a ellos en estos momentos en España. Es propio de ultras italianos, alemanes o polacos.
En las mismas fechas que los incidentes de la Coruña han sucedido otras reyertas en el mundo fútbol internacional entre ultras bastantes sonadas, como una invasión de campo el 4 de octubre en el partido de Segunda División neerlendsa del Den Bosch-De Graafschap. Cientos de ultras locales invadieron el césped para enfrentarse a la afición visitante.
El mismo 6 de octubre ultras del Palermo lanzaron una bengala a la zona visitante de la Salernitana en su encuentro de la Serie B italiana. En Europa League el 3 de octubre ultras del Twente neerlandés realizaron una batalla campal contra los turcos del Fenerbahce. Eso es un ejemplo, pero han ocurrido otras reyertas en el panorama europeo.
Si cruzamos el charco el ejemplo más reciente se ha dado en Brasil con el enfrentamiento a las afueras del Maracaná de Río de Janeiro entre ultras del Flamengo y el Fluminense. Todo esto es un fenómeno global y el Frente Bokerón se ha posicionado de una manera muy fuerte en España. Algo que hará que la Policía Nacional les cerque cada vez más en sus desplazamientos.
Este sábado la Rosaleda recibe al Oviedo de Santi Cazorla y si viajan Symmachiarii, los ultras del Oviedo, podrían sucederse incidentes considerables. El Frente Bokeron tiene muy buena conexión con Ultra Boys, los radicales del Sporting. Es la historia de nunca acabar.