Esta semana he ido a ver la película Barbie con mis hijas, como la mitad de los ciudadanos del planeta tierra, a deducir por las colas del cine. Mis hijas estaban extrañadas, porque siempre han visto las salas de cine vacías y yo les contaba que antes los cines eran lugares muy concurridos.
La cuestión es que la película aborda temáticas profundas, muchas de ellas difícilmente identificables para la audiencia infantil. El tema fundamental de la cinta es el papel del hombre y la mujer en la sociedad contemporánea, y ahí hay mucha tela que rascar. Estoy a favor de este nuevo cine infantil en el que los padres también se entretienen, al menos por un rato.
Entre todos, hay un momento de la película que me resultó clave y es cuando el consejo de administración de Mattel, formado íntegramente por hombres, discierne sobre la imagen a transmitir de Barbie como mujer y rememora que una vez tuvieron una ejecutiva contratada. Me pareció una caricatura bastante real de la situación de la mayoría de las empresas.
Hace unas semanas participé, de la mano de María Quero, en el estudio internacional Exploring the Gender Diversity in Key Account Management: A Comparative Global Perspective on Gender-Specific Roles and Competencies of Key Account Managers for Customer Success.
La directora del proyecto es Barbara Niersbach, de la Universidad Ravensburg-Weingarten University of Applied Sciences, Weingarten (Alemania). En colaboración con diversas universidades internacionales, entre las que se incluye la Universidad de Málaga, están realizando un estudio sobre el impacto de la diversidad de género en los equipos de trabajo.
Mi participación se redujo a atender las preguntas de un formulario y realizar una posterior entrevista con la siempre inteligente y amable Doctora Quero, profesora activa e investigadora de la Universidad de Málaga. La idea era obtener información práctica del funcionamiento de los equipos de trabajo en el área de contabilidad y el impacto del género en los mismos.
A medida que avanzamos en la entrevista e intuitivamente iba contestando sus estudiadas preguntas, había ideas y conceptos que se repetían y que, al final del cuestionario, me hicieron reflexionar sobre cómo los roles de género afectan a todo equipo de trabajo. Las ideas que afloraron y que voy a pasar a recopilar están basadas en nuestra experiencia profesional y no deben entenderse como conclusiones del prestigioso estudio referido anteriormente:
Abrazar la diversidad, pero con valores comunes. Escuchamos frecuentemente que cuanto más heterogéneo es un equipo, mejor. La diversidad aporta equilibrio, pero tienen que existir unos valores homogéneos que propicien la correcta cohesión del grupo. Nuestro equipo de trabajo está formado por diferentes profesionales, hombres y mujeres, muy distintos entre sí, pero con valores fundamentales muy similares. Y los valores no son la orientación religiosa, la forma de vestir, el tipo de amigos o los restaurantes que frecuentas. Los valores son la honestidad, la generosidad en el desempeño del trabajo, la cultura del esfuerzo y el enfoque de servicio. Esto es lo que define la cultura empresarial y hace que sea muy identificable un profesional de una firma y otra.
Somos diferentes y está bien. El objetivo de este estudio era conocer las diferencias profesionales atendiendo al género. Y frecuentemente estas diferencias existen. Hombres y mujeres, de forma general, tenemos diferencias en nuestros enfoques y es por ello por lo que es imprescindible trabajar con equipos mixtos. El resultado de nuestra entrevista fue que las mujeres asumen de forma más personal las responsabilidades y son más perfeccionistas y los hombres tienen mayor ego/liderazgo y gestionan mejor el estrés.
Entender la diversidad para que el grupo avance. Para optimizar los resultados en un equipo profesional, hay que cerciorarse de que los objetivos personales de cada profesional están en línea con los objetivos generales de la empresa. Cada profesional tiene unos objetivos distintos en la vida y éstos, además, van cambiando a lo largo de nuestra carrera profesional; ocio personal, familia, proyección empresarial, son muchas las metas personales posibles. Para conseguir una baja rotación del talento, la empresa debe tener entre sus objetivos estratégicos la realización de sus profesionales y poner al empleado en el centro de su enfoque.
Seleccionar al mejor candidato y reducir el control. El proceso de selección de candidatos es fundamental para el éxito en los equipos y no es una tarea nada fácil. A veces nos equivocamos y admitir los errores es también parte del proceso. Un profesional excelente puede no funcionar en un equipo en el que no encaja y es muy importante ser capaz de identificarlo, por el bien de ambas partes. Cuando la selección es correcta y el profesional encaja, el único trabajo que hay que realizar desde el equipo directivo es acompañar en el desarrollo profesional, formar y apoyar, la necesidad de establecer mecanismos de control se reduce considerablemente.
El rosa no es una moda. La aportación de la mujer a la empresa ha existido siempre, como los cines han estado siempre ahí. Son muchas las empresas que a lo largo de la historia han sido fundadas y gestionadas por mujeres, pero el foco nunca ha estado en ellas. Los cines se han llenado gracias a una excelente campaña de márketing sin embargo, la empresa no debe quedarse en la superficialidad de la imagen y debe utilizar el talento de la mujer en todos los niveles empresariales, aunque un poco de márketing nunca viene mal.
A la salida del cine, entre un rebaño de personas vestidas de rosa, mi hija pequeña me dijo que la peli le había parecido muy larga y que quería que le comprara la Barbie presidenta, a las dos cosas le dije que sí.