Robos y asaltos de película: las 'hazañas' del 'Dream Team' de los ladrones que también actuó en Málaga
Este grupo de delincuentes fue un quebradero de cabeza para las policías europeas durante años, protagonizando increíbles robos en furgones blindados y aviones.
27 mayo, 2023 05:00Noticias relacionadas
El pasado 17 de abril sucedió un robo de película en el aeropuerto internacional de Toronto en el que una banda de ladrones sustrajo de un contenedor que acababa de llegar de Zúrich en un vuelo de Air Canada una carga de oro con un valor que sobrepasa los 20 millones de euros.
El oro desapareció mientras estaba en la Terminal 1 esperando a ser recogido para llevarlo a su destino final. El envío fue coordinado por la empresa de seguridad Brink's que se debe hacer cargo de la pérdida. Brink's ha sufrido en más de una ocasión este tipo contra bandas de la criminalidad organizada y una organización criminal que operó en Málaga fue una de sus mayores enemigas.
Este tipo de atracos tan espectaculares en aeropuertos han sido constantes desde hace lustros y existió un grupo de atracadores especialistas en ellos, a los que se les conoció como el Dream Team. Ciertamente fue un quebradero de cabeza durante los años 90 en Europa para las empresas de seguridad.
Sus acciones estaban basadas en películas como Heat, protagoniza por Robert De Niro y Al Pacino. Ellos cometieron supuestamente en Málaga uno de los robos más importantes de la historia de la ciudad en 1999.
El verano de 1999
En el verano de 1999, tras una Feria de Málaga en la que sonaron Salomé de Chayanne y el Livin la Vida Loca de Ricky Martin, ocurrió un espectacular atraco en el aeropuerto Pablo Ruiz Picasso.
El reloj marcaba las 08:00 de la mañana del lunes 30 de agosto de 1999 cuando un comando formado por cinco personas, portando armas de guerra, se introdujo en la terminal de carga del aeródromo malagueño y, en cuatro minutos, se deshizo de los vigilantes de Ausysegur y Prosegur que custodiaban 537 millones de pesetas (3,22 millones de euros) en divisas y diamantes repartidos en once sacas.
El botín en divisas estaba resguardado en un furgón blindado que esperaba ser trasladado a Zúrich en un vuelo, y los diamantes iban a ser destinados a Frankfurt. El asalto fue estudiado al detalle, y la banda que lo realizó lo ejecutó a la perfección. Poco antes de las 8 de la mañana llegó el furgón blindado de Ausysegur trasladando el dinero a la terminal de carga del aeropuerto, allí los empleados de Ausysegur y Prosegur realizaron el pesaje de las sacas en la oficina de Iberia.
En ese momento, los cinco ladrones, ataviados con pasamontañas y armamento militar, irrumpieron en la terminal circulando en una furgoneta que fue robada en Marbella una semana de antes del atraco. Todo ocurrió cuando los vigilantes trasladaban la carga en un carrito hacia el almacén de seguridad para depositarlo todo en una caja fuerte.
En pocos minutos se cometió el robo. Efectuaron disparos al aire para causar pánico a los vigilantes, a uno de ellos lo hirieron de un culatazo, y les arrebataron las sacas con el botín millonario. Después de eso huyeron y abandonaron el vehículo con el que se desplazaron hasta el apeadero de Renfe del aeropuerto. En ese punto de encuentro huyeron en otro vehículo que estaba esperando. Nadie fue condenado por ello.
Problema con el seguro
Este robo millonario tuvo repercusión en la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo, ya que tanto Ausysegur como Prosegur no se responsabilizaban de la pérdida de la mercancía e intentaban que fuese Aena la que indemnizara a los propietarios del dinero por entender que la seguridad del recinto correspondía al organismo estatal.
El Tribunal Supremo desestimó la demanda ya que ni la Guardia Civil ni la Policía les correspondía la seguridad de ese entorno del aeropuerto, y el seguro que en este caso fue Banco Vitalicio tuvo que abonar las correspondientes indemnizaciones.
Desarticulados
No se supo nada de estos atracadores en España hasta el año 2000. Ese año la banda fue desarticulada en Barcelona, Sitges y París con ocho detenciones. Les incautaron en esa operación, realizada de manera conjunta por la Policía Nacional y la Policía francesa, 20 subfusiles, 20 pistolas, 12 granadas, un lanzagranadas, 1,5 kilos de explosivo plástico, 100 kilos de munición, 100 detonadores, aparatos de comunicación y vigilancia y 2,3 millones de euros.
Siempre se consideró como líder del Dream Team al francés Daniel Bellanger, quien estuvo esquivando a la justicia en varias ocasiones. Pese a ello fue condenado en 2016, en Lyon, a 5 años de cárcel por otro arsenal de armas incautado en Francia en 2012. Y en 2020 fue condenado de nuevo a 6 años de prisión por el Tribunal de lo Penal de Puy-de-Dôme por atentar con explosivos contra un cajero automático en La Monnerie-le-Montel (Francia) en 2015.
En esa ocasión, robó más 80.000 euros junto a otro cómplice. Fueron condenas muy celebradas por las autoridades francesas, ya que a Bellanger, según la policía francesa, fue el ideólogo decenas de espectaculares atracos pero siempre esquivaba la responsabilidad penal.
Las atribuciones
Al Dream Team la policía francesa y española le atribuye decenas de impresionantes atracos, aunque pocos tuvieron consecuencias penales porque la ejecución de muchos fue casi perfecta. Su salto mediático ocurrió tras el asalto en 1996 al vuelo IT 5243 de Air Inter Europe que acababa de aterrizar con 167 pasajeros en Perpiñán. Sucedió la tarde del martes 13 de agosto en plena pista de aterrizaje.
Lo realizó un comando de diez personas que se acercó a la aeronave en dos vehículos. Tras detenerse frente a ella, dos ladrones dispararon al aire, desplegando una pancarta para que la tripulación fuese plenamente consciente de lo que estaba ocurriendo: "Detengan los motores y abran la bodega".
El piloto hizo lo que le pidieron y por el megáfono del avión emitió el siguiente mensaje: "Señoras y señores, mantengan la calma. Los hombres están interesados en lo que tenemos a bordo y como están armados, tenemos que esperar". En cuestión de dos minutos y medio ejecutaron el atraco. Algo propio de cine. Y se marcharon de la pista como entraron, sin que nadie se lo impidiese pero con 4,4 millones de francos (670.000€) en su poder.
Después del asalto en el aeropuerto de Málaga, varios de los componentes de la banda fueron detenidos en una operación policial del año 2000, después del asalto en Gentilly a dos furgones blindados de la empresa Brink's con explosivos. Detuvieron los furgones que transportaban dinero efectivo, detonaron los furgones y huyeron. Robaron 16 millones de francos en aquella ocasión.
La acción más negativa para esta banda con perfiles curiosos le ocurrió en Algeciras en mayo de 1999. En esa ocasión la banda intentó un vuelco de droga en una guardería de hachís, pero fueron recibidos a tiros por uno de los encargados de la seguridad de la droga. En la nave que asaltaron se encontraban 300 kilos de chocolate, y murió en el acto el exparacaidista francés llamado Michel Crutel.
Crutel fue uno de los fundadores de la banda y se le vincula con el robo en Perpiñán y otro de un furgón blindado en Limoges. No tenía antecedentes penales, pero en el mundo de la criminalidad organizada llevaba tiempo porque tuvieron que liberarle en Estepona en 1995 tras ser secuestrado por otro grupo de narcos a los que pretendió sustraerles 500 kilos de hachís.
Vieja escuela
Este modelo de organización criminal tan especializada va a menos, aunque se siguen cometiendo asaltos a furgones blindados y en aeropuertos. El último ejemplo en Toronto y, antes, en Santiago de Chile el pasado mes de marzo cuando un comando de 12 personas pretendió asaltar otro furgón blindado que transportaba 32 millones de dólares.
En el tiroteo que se produjo murió un agente y un miembro del comando que al final fue repelido y obtuvieron el botín. Otro gran ejemplo fue el robo de diamantes en 2013 en el aeropuerto de Bruselas y la sustracción de 720 kilos de oro en el aeropuerto de Sao Paulo en 2019.
Para cometer estos hechos se necesitan a muchos miembros y al ser acciones muy peligrosas, con consecuencias penales gravísimas, buena parte de las grandes organizaciones criminales ha optado por tratar de ganar dinero de una manera más sencilla: la cibercriminalidad.