La contracción de la oferta en el mercado de la vivienda, tanto de alquiler como de compraventa, ya obliga a los inquilinos y compradores de pisos a aceptar las condiciones impuestas unilateralmente por los agentes del mercado. Así, según detalla Fotocasa, sólo el 29% de los nuevos inquilinos se atreven a negociar su contrato en búsqueda de mejores condiciones antes de firmarlo.
"Intentar una rebaja en el precio es una idea descabellada para la gran mayoría. Se trata de un mercado donde encontrar una vivienda que se ajuste a las necesidades del inquilino ya es un gran logro", remarca María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
El número de personas que 'regatea' las condiciones de su alquiler es cinco puntos inferior al de 2021. Uno de cada cuatro potenciales inquilinos que sí decidió negociar terminó recibiendo una contraoferta más alta que el precio original por parte del propietario.
"En un contexto de alta demanda y menos oferta que nunca, el propietario tiene cierta independencia para fijar el precio, ya que, si el primer candidato no está dispuesto, el siguiente en la fila probablemente aceptará el pago sin rechistar", subraya Matos.
El precio del alquiler en España cerrará el 2023 con una subida interanual del 7% y se estabilizará el próximo 2024 con un ligero repunte del 1%. Baleares, Andalucía, Canarias, Castilla y León, Cataluña, Castilla-La Mancha, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, País Vasco, Extremadura, La Rioja, la Comunidad de Madrid, la Región de Murcia y Navarra marcaron este año su precio máximo histórico por metro cuadrado en vivienda en alquiler.
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En lo relativo a la cuantía de las rebajas acordadas, sólo dos de cada diez inquilinos lograron un descuento superior al 10%. El 72% de las negociaciones termina con un descuento que no supera el 10% del total del contrato. "La negociación es una de las vías más beneficiosas para que ambas partes del acuerdo se sientan cómodas. Sin embargo, cada año, el volumen de inquilinos que se atreven a negociar disminuye", subraya el informe.
La imposibilidad de acceso al alquiler, tal y como contó EL ESPAÑOL-Invertia, es una de las principales causas que impiden a los jóvenes emanciparse de casa. Sólo el 50%, debido a esta situación, cree que podrá marcharse del hogar familiar antes de 2028. Apenas el 30% cree que podrá hacerlo en los próximos dos años y sólo el 15% se ve con opciones de irse de casa este mismo 2023.
También en la compraventa
El mercado de la compraventa de vivienda no escapa a esta situación. Si en 2021 se cerraban los precios previa negociación en el 60% de los casos, la cifra ahora ha caído seis puntos. Así, el 54% de los nuevos propietarios negocia una rebaja del precio por el 60% que lo hacía hace dos años. La tasa de éxito, en este caso, se mantiene alta: ocho de cada diez logra una rebaja.
"En el mercado de la compraventa, donde hay más dinamismo, sí que hay un porcentaje equilibrado de compradores que se lanzan a negociar. Probablemente lo hacen para contrarrestar el alza de los tipos de interés hipotecarios", añade Matos.
Las transacciones de vivienda han sufrido una importante contracción durante 2023. Esto se debe principalmente al encarecimiento de la financiación y a la imposibilidad de acceder a la misma. Está previsto que este mercado caiga en dobles dígitos al cierre de este curso, en concreto, un 10%. El descenso en materia de compraventa de vivienda también se suavizará de cara al próximo curso, cuando, apuntan los estudios, caerá un 4% y volverá a los niveles de 2019.
El principal motivo que llevó a los compradores de vivienda a negociar con la constructora fue que, de no haberlo hecho, no hubieran podido rubricar el acuerdo (42%). La urgencia de alguna de las partes implicadas en el proceso (26%), el estado de la vivienda (24%) o que el precio no correspondiese con la realidad del mercado (19%), fueron el resto de las razones más repetidas.