Los neobancos y la banca pequeña afilan sus colmillos ante la fusión BBVA-Sabadell: "Un competidor menos"
Mientras se pone en jaque la competencia debido a la concentración, los neobancos se ven con opciones, aunque no trabajen todos los segmentos.
26 mayo, 2024 03:26La hipotética fusión entre BBVA y Sabadell que se producirá si sale adelante la opa del primero sobre el segundo dejará un escenario bancario compuesto por tres gigantes, algunas entidades medianas y muchos bancos pequeños. Pero ¿están estos últimos preparados para competir con los de mayor tamaño? Por el momento, se frotan las manos ante la posibilidad de contar con un competidor menos en el mercado.
Tras la concentración que se ha producido en los últimos años, la fusión entre BBVA y Sabadell implicaría que las tres primeras entidades del país (el nuevo BBVA, Santander y CaixaBank) aglutinarían una cuota de mercado cercana al 60,1% en crédito o al 67,1% si se integra en la ecuación a Bankinter y a Unicaja, de acuerdo con un reciente informe de Moody's.
Teniendo en cuenta la cuota de mercado en depósitos, las que serían las tres mayores entidades del país contarían con el 67,2% del total, cifra que ascendería al 76,8% si se tiene en cuenta a los dos siguientes bancos por tamaño, de acuerdo con los datos de la calificadora.
Ante este escenario, fuentes de diferentes bancos de pequeño tamaño trasladan a EL ESPAÑOL-Invertia que la fusión no es más que una buena noticia para ellos. "Un competidor menos", comenta un banquero de una de estas entidades, coincidiendo con la visión de otros directivos consultados.
"Para los pequeños, como nosotros, esto es una oportunidad", dice otro en la misma línea, mientras que un tercero valora que en los procesos de fusión siempre hay clientes que se van de las entidades protagonistas ante la incertidumbre de qué va a pasar con su banco.
La banca "pequeña"
El crecimiento de las grandes entidades y sus beneficios récord se están produciendo de forma paralela al avance de bancos que son más pequeños, como los neobancos y las entidades que se quedan fuera del reparto de las mayores cuotas de mercado.
Es el caso de ING, que siempre ha estado al margen de los grandes bancos, pero que ha registrado un fuerte crecimiento en los 25 años que han pasado desde que llegó a España. Entonces era entidad digital en un país de cajas de ahorros, plagado de sucursales, y en la actualidad cuenta con 4,2 millones de clientes, cifra a la que ha llegado desde los 2,9 millones que tenía hace diez años. Su plantilla actual está compuesta por 1.700 empleados.
En el sector bancario, pese a su gran concentración, opera una amplia tipología de entidades. Los neobancos, las fintech, las cooperativas de crédito, las cajas rurales, las dos cajas de ahorro que aún existen... Todo un colectivo de pequeñas entidades que sigue experimentando crecimiento en un mundo liderado por gigantes.
Eurocaja Rural, como explicó Víctor Manuel Martín, su director general, en el III Foro Económico 'Futuro, innovación y sostenibilidad' de EL ESPAÑOL, Invertia y El Digital CLM, ha pasado de tener 193 oficinas a 462, y de 680 empleados a 1.304 en los últimos doce años, una evolución totalmente contraria a la de las grandes entidades.
Caja de Ingenieros ha abierto tres oficinas en los últimos años, mientras que Colonya, la antigua Caixa Pollença -una de las dos últimas cajas de ahorros que quedan- ha inaugurado cuatro oficinas en estos cuatro años. Una de ellas, de hecho, por la petición popular de los habitantes de Ferreries, Menorca, que recabaron firmas para volver a tener servicios financieros presenciales en el municipio.
Por su parte, en Arquia Banca las oficinas han crecido un 48% en los últimos siete años, hasta un total de 37 -gracias sobre todo a la compra de Caja de Abogados-, mientras que los clientes han subido un 62% en el último año.
Pueden parecer números bajos, pero son importantes teniendo en cuenta el tamaño de estas entidades y han ido acompañados de crecimientos en los volúmenes.
En el caso de los neobancos, las fintech y los bancos pequeños que quedan fuera de estas tipologías especiales, algunos se han visto impulsados en los últimos dos años por la subida de los tipos de interés, que les ha permitido ofrecer depósitos y cuentas remuneradas con rentabilidades muy interesantes y, sobre todo, muy alejadas de las que los grandes bancos ofrecen a los clientes que no tienen grandes patrimonios. No tienen sucursales.
¿Pueden competir igual los neobancos?
De llevarse a cabo la fusión entre BBVA y Sabadell, el escenario bancario español quedará conformado por dos gigantes internacionales (BBVA y Santander), un gigante principalmente doméstico (CaixaBank), varias entidades medianas (Bankinter, Unicaja, Abanca, Ibercaja y Kutxabank), los bancos pequeños, las cooperativas de crédito, las cajas rurales, los neobancos y las fintech. Un abanico de opciones para los clientes, pero ¿pueden los más pequeños competir con los gigantes?
Elisabet Ruiz-Dotras, profesora de los estudios de Economía y Empresa de la UOC, tiene claro que sí, pero matiza que estas entidades sólo podrán competir con los gigantes para captar a los clientes digitalizados.
Y añade que hay que tener cuidado porque algunos "parecen un banco, pero no lo son", dado que "pueden hacer un mínimo de operaciones, pero cuando tienes que pedir un préstamo tiene que haber una entidad financiera detrás".
"Las fintech amenazan con los cambios en el sector bancario. Son muchas variables, pero probablemente dentro de 30 años la operativa de la banca puede ser muy distinta", apunta Ruiz-Dotras. No en vano, la banca tendrá que lidiar no sólo con la llegada de las bigtech, sino con el desarrollo de los criptoactivos y del euro digital, que cambiará su papel y las necesidades de la población.
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Con todo, hoy el volumen de crédito que mueven los neobancos "es irrelevante" en comparación con el de las grandes entidades, en un país "cuya dependencia del crédito bancario es más elevada que en Estados Unidos", traslada a EL ESPAÑOL-Invertia Germán López Espinosa, profesor de Finanzas del IESE.
En Asufin esperan que los neobancos sean capaces de hacer competencia a los grandes. "Deseamos que así sea, que cada vez haya más competidores en el ámbito financiero porque eso beneficia al cliente, en última instancia, pero aún queda cierto recorrido para que veamos que se miden de igual a igual", explica a este periódico Patricia Suárez, presidenta de la asociación.
El nicho del ahorro frente al crédito
Lo cierto es que uno de los puntos en los que estas entidades se van a ver más beneficiadas es en la competencia por el ahorro. En los últimos dos años, desde que comenzó la subida de los tipos de interés, muchos bancos pequeños han pujado por captar los ahorros de los ciudadanos, ya sea a través de depósitos o de cuentas remuneradas, y también por competir en hipotecas.
Han sido especialmente activos en productos de pasivo los neobancos y las entidades extranjeras, en las que la inversión en depósitos y cuentas remuneradas es posible gracias a Raisin. Esta competencia ha hecho que fuera posible ver intereses cercanos al 4%.
Aprovechando la situación de incertidumbre por la fusión y por el inicio de los recortes de los tipos de interés, el neobanco N26 dio un golpe en la mesa esta semana al elevar la remuneración de su cuenta de ahorro al 4% TIN (3,8% TAE) para los clientes de su cuenta Meta, que implica el pago de una cuota mensual de 16,9 euros. Esto significa que "sale rentable" cuando se sobrepasa el umbral de 5.000 euros de ahorros.
"Como banco, lo celebro. Gran parte de nuestros clientes vienen de estar frustrados con su banco", explicaba Pablo Reboiro, director general de N26 en España y Portugal, hace unos días con motivo de la presentación de esta mejora en la cuenta. En su opinión, lanzar la oferta sin límite de saldo es un gran atractivo, dado que el resto de los bancos suele poner topes.
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La verdadera competencia para esta parte del sector llegará por la vía del ahorro, aunque también hay que tener en cuenta que tanto BBVA como Sabadell suelen ser "agresivos" a la hora de captar hipotecas, al menos en la negociación individual, según explican a este periódico fuentes financieras de otra entidad de pequeño tamaño.
La banca siempre defiende que el mercado de hipotecas es muy competitivo, pese a las subidas de los intereses que se han producido desde el giro en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).
Pero es cierto que es un segmento en el que sólo pueden entrar a competir algunas entidades, pues hay neobancos y fintech, como el propio N26, que no ofrecen aún crédito.
Sí lo hacen otras entidades que se escapan a los gigantes bancarios, como ING u Openbank, que suelen estar entre los bancos con precios más competitivos. También EVO Banco, aunque pertenece al grupo Bankinter.
¿La competencia está asegurada?
Una de las preocupaciones generales con esta hipotética fusión es que vayan a producirse situaciones similares a lo que ha ocurrido con los depósitos en los últimos meses.
Tras la subida de los tipos de interés, los préstamos se encarecieron, pero los grandes bancos fueron muy reticentes a hacer lo mismo con los depósitos. De hecho, aún hoy, a las puertas del primer recorte de tipos, algunos solamente ofrecen rentabilidades interesantes a clientes premium, es decir, con grandes patrimonios.
"La concentración bancaria ya existe en cierto modo. Hay cinco grandes grupos que controlan gran parte del mercado", explica Ruiz-Dotras, de la UOC. Algo en lo que coinciden en Asufin.
"Consideramos, de hecho, que podemos estar ya en un contexto que apunta, en muchas ocasiones, al oligopolio. Un ejemplo claro es lo sucedido a lo largo del año pasado, con ocasión del acentuado repunte de los tipos de interés. Observamos entonces con preocupación que el traslado del aumento de tipos en las hipotecas no se hacía corresponder con remunerar de forma adecuada el pasivo de los consumidores. Este comportamiento sólo puede darse en una situación de claro dominio por parte de los operadores, que penaliza una sana competencia a favor de los clientes", explica la presidenta de la asociación.
Sin embargo, para Juan Abellán, director del Máster en Mercados Financieros y Gestión de Activos del IEB, "el motivo por el que los grandes bancos no han entrado en España en una guerra de depósitos es porque tenían mucha liquidez". Y porque "si cae el crédito" -como está ocurriendo en los últimos años- los bancos "no necesitan depósitos para sufragar ese crédito".
Este experto defiende que, actualmente, "la oferta en crédito hipotecario es enorme" y que los bancos españoles están entre los europeos que ofrecen precios más bajos. "La competencia es salvaje en créditos hipotecarios", apunta, añadiendo que "si en España quedan dos bancos van a estar a bofetadas" por captar clientes.
"¿El peligro dónde está? En las bigtech. Google, Amazon o Microsoft con una décima parte de la liquidez que tienen podrían comprar Santander", agrega el experto del IEB.
Lo cierto es que la joya de la corona de Sabadell es el negocio de pymes y ese puede ser, precisamente, un foco donde se produzca una "merma" de la competencia, según López Espinosa, del IESE. En su opinión, muchas pymes "están siendo expulsadas de la financiación bancaria y están yendo a financiación alternativa, que es más cara y esto es malo para el país".
"Tenemos que pensar cuál es el nivel máximo de concentración bancaria para nuestro país", cree este experto, para quien "para eso hay que hacer un análisis muy concienzudo".
La posible fusión entre BBVA y Sabadell ha devuelto a las calles el debate de si la concentración mina la competencia entre entidades o no. Lo cierto es que será la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la que tenga que hacer ese análisis dentro de unos meses a la hora de aprobar o no la fusión. Por el momento, lo que está claro es que los bancos pequeños y los neobancos se están frotando las manos para coger su parte del pastel.