El 'boom' de los españoles que migran a Australia: "He ganado 600 euros a la semana como niñera"
Según los últimos datos del Gobierno australiano, 3.045 jóvenes con la visa Work and Holiday llegaron a tierras oceánicas entre 2022 y 2023.
26 mayo, 2024 03:24"Quería reforzar mi nivel de inglés y abrir mi mente a otras perspectivas laborales y diferentes estilos de vida". Paula Tamayo (23 años) es una joven que emigró hace un año a Australia y cuenta que este país es un destino muy atractivo para irse a estudiar y trabajar. Se ofrecen salarios altos por desarrollar empleos menos cualificados en un enclave adornado por paisajes exóticos imposibles de encontrar en España.
Muchos jóvenes llegan al país con "la idea de cambiar de aires y de disfrutar de un ritmo de vida tan diferente al de España", comenta Fran Capitan, CEO de Un salto a Australia, agencia que ayuda a estudiantes a gestionar su estancia en el país. En su caso, la mayoría son españoles. El 90% de visados que esta empresa ha gestionado en el último año han sido para jóvenes de nuestro país.
Al igual que Paula, muchos quieren vivir nuevas experiencias después de que la Covid paralizara sus vidas. Según los últimos datos publicados, entre junio de 2022 y el mismo mes de 2023, unos 3.045 españoles llegaron a Australia con la visa Work and Holiday (concedida a personas de entre 18 y 30 años).
En comparación con el mismo periodo comprendido entre 2021 y2022, el número de jóvenes españoles que se ha marchado a tierras australianas se ha incrementado 138,7%.
También, hay muchos jóvenes que llegan al país a través de la visa de estudiante para poder trabajar y estudiar a la vez un curso que mejore su formación. La estancia en el país puede ser de tres meses o de seis. De hecho, en realidad, pueden ser cuatro o siete meses, puesto que Camberra permite que quienes tienen este visado cuenten con un mes extra para dedicarlo a tiempo libre. Es decir, a consumir y viajar dentro de Australia.
Conocer mundo
Paula cuenta a EL ESPAÑOL-Invertia que quería probar a vivir en el extranjero antes de asentarse en la vida laboral. Quería conocer mundo. En cuanto acabó la carrera, en mayo de 2023, empezó a preparar su viaje y un mes después se encontraba rumbo a Australia.
En junio ya estaba instalada en Sídney, donde tenía un amigo que le ayudó a que el proceso fuera más rápido. También, una agencia le gestionó el visado de estudiante y el curso de Marketing y E-commerce que comenzó al mismo tiempo de su llegada.
Hasta que encontró un trabajo relacionado con lo que había estudiado (Periodismo y Comunicación Audiovisual) fue niñera. Reconoce que tuvo sueldos muy altos en comparación con España y que cobraba 890 dólares (unos 600 euros al cambio actual) por 20 horas a la semana.
Estuvo así cinco meses. Después, empezó "como Social Media a gestionar las redes sociales para una marca de ropa australiana por 1.300 dólares (casi 1.200 euros) semanales", cuenta la estudiante.
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Reconoce a este medio que ha tomado la decisión acertada -siguir allí- porque ha sido una experiencia muy positiva. "Decidí venirme y no me arrepiento para nada porque decían que era fácil encontrar trabajo y sin duda he comprobado que lo es", subraya.
En un futuro, le gustaría volver a España si pudiera encontrar las mismas condiciones salariales. Por desgracia, "como esto aún no es así, imagino que tendré que seguir en el extranjero". Aunque es consciente de que la tradición, la cultura y el estilo de vida que hay en España, no lo hay en ninguna parte del mundo.
Jornada intensiva de estudio y trabajo
Sofía Sardá (24 años) es una joven que llegó al país con las mismas expectativas que Paula. Había terminado "la carrera y no quería llevar la monótona vida de trabajo en la oficina". Tras pensarlo con su mejor amigo, que estaba en la misma situación que ella, se lanzaron a la aventura.
"Queríamos irnos a un país de habla inglesa y vimos que Australia estaba muy de moda. También otros amigos me habían hablado de la experiencia y decidí probar", matiza.
Al tercer día de llegar a Melbourne tuvo la suerte de conseguir un trabajo como camarera. Con todo, avisa de que el país no es como se muestra en redes sociales. "La gente se cree que vas a llegar y vas a encontrar un trabajo en cuestión de días o vas a tener mucho tiempo libre para viajar. No es así, tienes que currártelo mucho para poder ahorrar", explica.
Por las mañanas estudiaba un curso de inglés y por las tardes se ponía el delantal para atender a los clientes en un restaurante. Así ha estado durante seis meses.
Sofía asegura que su gran objetivo era ahorrar para poder disfrutar del país y pagar todos sus gastos, porque Australia es un país caro para vivir. Aun así, reconoce que es un destino en el que es sencillo encontrar trabajos temporales que aumentan exponencialmente los ingresos.
Ha "trabajando de limpiadora en fiestas eventuales como en Fin de Año y de camarera en los boxes de MotoGP". En cada uno de esos empleos obtenía 1.000 dólares (922 euros) por cuatro días.
Después de esta intensa experiencia en la que ha tenido que "madurar rápidamente y salir al frente por ella misma", ha decidido continuar en el país con el visado Work and Holiday.
Este visado le permite trabajar 40 horas semanales, a diferencia del visado de estudiante, que solo autoriza 20 horas. "Me gustaría dedicarme enteramente a mi trabajo, para tener más tiempo libre y quedar con amigos", apunta.
Trámites más lentos
Para conseguir el visado Work and Holiday es necesario estar fuera de Australia y no ser residente. Además, se necesita tener cierta solvencia económica y un certificado de inglés. Con el visado de estudiantes solo se pide pagar un curso formativo. Por eso, muchos jóvenes acceden al país con él al no tener un certificado de inglés.
Mientras realizaba este trámite, Sofía se fue con su mejor amigo a visitar Tailandia. Sin embargo, los planes se truncaron. "Estuvimos 45 días en Chiang Mai porque aún no habíamos conseguido la Work and Holiday", relata Sofía. Finalmente, se quedaron sin ahorros y tuvieron que regresar a España.
Volver a España no estaba en sus planes. Ambos tienen previsto regresar a Australia en cuanto les aprueben el visado. Esperan que ya esté todo listo en octubre, que es cuando quieren embarcarse de nuevo en esta aventura.
En un futuro, le gustaría desarrollar su carrera profesional en el país oceánico y en empleos que estén relacionados con las redes sociales y la comunicación. No descartan crear algún proyecto en Australia.
Inmigración limitada
Al igual que Sofía, muchos migrantes están teniendo problemas para entrar en Australia. El país rompió récord de llegada de inmigrantes en 2023. Registró un total de 765.900 nuevos ciudadanos. Un grupo conformado mayoritariamente "por estudiantes y trabajadores internacionales con visados temporales. Esta cifra supone un aumento de un tercio con respecto al año anterior", según indica The Guardian.
Para evitar esta llegada masiva, el Gobierno australiano ha decidido poner restricciones en todos sus visados.
El CEO de Un salto a Australia indica que se quieren limitar los visados de estudiante que se conceden porque muchos jóvenes lo emplean para acceder al país y trabajar, pero no estudiar.
"No quieren estudiar, sino trabajar y ahorrar lo máximo posible. Al Gobierno le gustaría potenciar que la gente que vaya a estudiar realmente se dedique solo a eso y vaya a colegios buenos para que se formen", explica el responsable de la agencia.
Sin embargo, Australia aplica también restricciones a este tipo de visados según los países. India, Indonesia, Vietnam o países de Latinoamérica como Colombia son los más afectados y se cuentan entre los que menos acceso tienen al sistema Work and Holiday.
De hecho, Uruguay y Portugal ya no tienen acceso a estos visados, puesto que su población ha solicitado el máximo que se puede pedir.
En cambio, España se encuentra en el nivel 1 de restricciones. Es decir, está entre el grupo de países con menos limitaciones, por lo que no está tan afectado.
Así, Australia concede una gran cantidad de visados Work and Holiday a españoles. En concreto, 3.400 personas pueden aspirar a conseguirlo anualmente. Todavía no se ha completado el cupo. Se supone que es solo cuestión de tiempo que a los jóvenes que ya lo hayan solicitado, como Sofía, se les conceda para, en su caso, retomar su aventura.