La posibilidad de que BBVA y Sabadell se fusionen ha traído a la palestra de nuevo el debate sobre la concentración bancaria y el impacto en la competencia que puede suponer la creación de bancos cada vez más grandes. Se trata de una cuestión a la que "hay que empezar a prestar más atención", en palabras de Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España. 

La reestructuración que ha vivido durante los últimos años el sector, tras la crisis financiera y el desmantelamiento del sistema de las cajas de ahorros, ha llevado a que el negocio bancario se concentre en grandes entidades. Principalmente, en seis: Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja.

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La fusión entre BBVA y Sabadell implicaría que las tres primeras entidades del país (el nuevo BBVA, Santander y CaixaBank) aglutinarían una cuota de mercado cercana al 60,1% en crédito o al 67,1% si se integra en la ecuación a Bankinter y a Unicaja, de acuerdo con un reciente informe de Moody's.

Teniendo en cuenta la cuota de mercado en depósitos, las que serían las tres mayores entidades del país contarían con el 67,2% del total, cifra que ascendería al 76,8% si se tiene en cuenta a los dos siguientes bancos por tamaño, de acuerdo con la misma fuente.

En el caso de las sucursales, la nueva entidad contaría con unas 3.084 en España, sin tener en cuenta que cerraría algunas por posibles duplicidades, especialmente en Cataluña, donde ambos bancos tienen una gran presencia.

Esta cifra equivale a un 17,3% del número total de oficinas que tienen actualmente los bancos en España, unas 17.802, de acuerdo con los últimos datos del Banco de España, que hacen referencia a diciembre de 2023.

Concentración y competencia

Los expertos consultados por EL ESPAÑOL-Invertia coinciden en señalar que una fusión entre BBVA y Sabadell incrementaría la concentración bancaria. Sin embargo, esto no comporta necesariamente un deterioro de la competencia, que según algunas fuentes existe sin necesidad de la unión de los negocios de sendas entidades.

"No tendría por qué perjudicar a la competencia", asegura Francisco Rodríguez, investigador de Funcas. Argumenta que existen mercados con sólo tres competidores que "se matan entre sí" mientras que otros en los que hay hasta diez actores se ponen de acuerdo.

Carlos Torres, presidente del BBVA, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. A. Pérez Meca / Europa Press

"Es algo que hay que vigilar, pero no hay que precipitarse en una evaluación que compete a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Banco Central Europeo (BCE)", zanja Rodríguez.

Por el contrario, Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (CGE), sí que considera que la competencia "quedaría reducida" en caso de prosperar la fusión. "De cada cuatro clientes, tres estarían dentro del oligopolio bancario que formarían Santander, CaixaBank y BBVA". Y va más allá al señalar que ese oligopolio ya opera hoy en día con la baja remuneración de los depósitos.

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El experto de Funcas, no obstante, señala que la competencia e, incluso, la propia concentración, no puede medirse fácilmente, ya que "nadie podría asegurar cuál es el mercado". Defiende que ahora es posible operar con bancos de cualquier país a través de internet, luego la oferta para los usuarios es mucho más amplia.

E insiste igualmente en que "concentración no siempre implica mayor poder de mercado". Ese análisis, concluye Rodríguez, es propio de los años 80 y "ya está superado".

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Sin embargo, desde el Consejo General de Economistas aseguran que el problema que causaría la eventual fusión va más allá de la competencia y profundizaría en el problema de la exclusión financiera, "que va más allá de la salida de oficinas de pueblos pequeños".

Pedraza apunta que esa exclusión viene también de las comisiones que imponen las entidades a los clientes de menor valor. "Sólo son interesantes los que tiene nóminas, a los demás se los castiga hasta que dejan de ser clientes y tienen que irse a otro banco", lamenta. Pero, termina: "cada vez hay menos bancos a los que irse".

Cuotas "moderadas"

Para BBVA, el nuevo banco resultado de su fusión con Sabadell tendría cuotas de mercado "moderadas" en España, donde se ubica la gran parte del negocio de la entidad alicantina. Tanto en el negocio de préstamos como en el de depósitos, su porción del mercado se situaría cercana al 22%, lo que representa más de un quinto del total. 

Sin tener en cuenta el negocio de Sabadell, y de acuerdo con las cifras proporcionadas el jueves por BBVA, en 2023 el banco azul ostentaba una cuota de mercado en préstamos del 13,8% en España (tercera entidad), del 24,7% en México (primera), del 18,3% en Turquía (segunda), del 21,2% en Perú (segunda) y del 11,6% en Colombia (cuarta).

Carlos Torres, presidente de BBVA, el jueves durante la presentación de la opa lanzada por el banco sobre el capital de Sabadell. BBVA Madrid

Pese a todo, BBVA defiende que la competencia en España se mantendrá y que habrá, incluso, mayor acceso al crédito. Desde la entidad estiman que el nuevo banco podría conceder 5.000 millones de euros más al año gracias a la unión de las fuerzas de BBVA y Sabadell.

Y es que, en opinión de Carlos Torres, presidente de BBVA, el gigante bancario que crearían BBVA y Sabadell en España, tendría "mayor capacidad de dar crédito" y podría "apoyar a las familias y a las empresas", así como al conjunto de la economía.

Tras recibir críticas por parte del Gobierno y varios grupos políticos, el banquero quiso defender el jueves que la competencia entre bancos va a estar asegurada en España y confió en que el Ejecutivo terminaría entendiéndolo.

"Vaya por delante el mayor respeto a la opinión que se haya expresado por las distintas personas del Gobierno. Confiamos plenamente en que el Gobierno y el resto de las autoridades terminarán valorando la operación", apuntó Torres durante la rueda de prensa concedida para explicar la operación. Sin embargo, a primera hora del jueves Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ya señaló la posición contraria del Gobierno.

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Torres explicó que sus asesores han analizado el grado de concentración bancaria en función de "los criterios que utiliza la CNMC", es decir, los análisis que se han hecho a nivel provincial y de código postal sobre el grado de monopolio u oligopolio en integraciones precedentes, particularmente en el caso de la fusión de CaixaBank y Bankia.

Con todo, explicó que "el mercado ha cambiado mucho también desde el Covid por la digitalización y hoy en día en todos los ámbitos territoriales, en todos los códigos postales de España, las personas, las familias, las empresas tienen opciones de bancarización que no estaban disponibles hace diez años, que son vía digital. Porque todas las empresas, todos los bancos tienen hoy en día unas ofertas digitales muy accesibles que hacen que más allá de lo que sería la implantación física".

Torres manifestó el "compromiso de presencia física" de BBVA y apuntó que la entidad aceptará cualquier restricción al cierre de oficinas u oferta de productos que, en su caso, imponga la CNMC al dar su visto bueno a la operación, como pasó en el caso de la integración de CaixaBank y Bankia, aunque expuso que "no son muchos" los códigos postales donde la nueva entidad sería la única tras la integración.

Pero, "más allá de la presencia física, hoy en día el mercado se caracteriza en gran medida por la competencia que viene también por digitalización". Y como ejemplo de entidad con poca presencia física y "mucha llegada a todo el territorio" puso a ING.

"La operación no debería tener mayor problema de competencia, pero tiene que hacer el análisis la CNMC", concluyó.