La 'casi' imposible cuadratura del círculo de Sánchez: gastar más sin recortes y cumplir el objetivo de déficit de Bruselas
- El presidente del Gobierno ha adelantado que enviarán a la Comisión Europea el plan fiscal estructural "en las próximas semanas".
- Más información: Sánchez renuncia a enviar a Bruselas el presupuesto de 2025 para el 15 de octubre como exige la ley europea
Pedro Sánchez se ha marcado un objetivo ambicioso y que desoye varias recomendaciones: España continuará reduciendo su deuda y déficit público a la vez que crecerá el gasto en inversiones; todo ello sin llevar a cabo ningún tipo de recorte. En suma, el presidente del Gobierno ha esbozado una cuadratura del círculo 'casi' imposible con la que cumplir con las nuevas reglas fiscales que llegan desde Bruselas.
"No va a haber recortes", aseguró Sánchez en su comparecencia en el Congreso este miércoles, subrayando que el Gobierno está comprometido con la responsabilidad en el gasto y con nuevas inversiones para el futuro.
Según el líder del Ejecutivo, España "está haciendo los deberes" en cuanto a la sostenibilidad de las cuentas públicas. Y es que, según el presidente, el Gobierno ha cumplido "con creces" los objetivos de déficit en los últimos años, lo que sitúa al país en una posición favorable con vistas al cumplimiento de las nuevas reglas fiscales de la Unión Europea (UE).
Sin embargo, el desafío es evidente. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ya ha advertido que las nuevas normas europeas limitan el crecimiento del gasto y podrían requerir ajustes significativos para mantener la deuda pública en una senda descendente.
Los cálculos de la AIReF sugieren que el gasto deberá aumentar 10.000 millones de euros menos de lo previsto cada año durante los próximos cuatro ejercicios, lo que complica las ambiciones de gasto del Ejecutivo sin recortes.
En concreto, esta institución estima que el ajuste necesario para cumplir con las nuevas reglas fiscales será del 0,63% del PIB si dicho ajuste se realiza en cuatro años o del 0,43% si se ejecuta en siete.
En la misma línea, el Banco de España calcula que el ajuste deberá estar alrededor de 0,5 puntos de PIB, lo que equivale a unos 7.750 millones al año durante los próximos ejercicios.
Plazos
El nuevo plan fiscal que el Gobierno debe enviar a la Comisión Europea antes del 15 de octubre es clave. Este documento recogerá los compromisos de España en cuanto a gasto, déficit y deuda para los próximos cuatro años. Eso sí, el Gobierno ya ha adelantado que el plan no incluirá los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2025, ya que no han sido aprobados y el Ejecutivo no tiene claro que vaya a contar con nuevas cuentas.
Bruselas exige a los países miembros que limiten el crecimiento del gasto y que adopten medidas que aseguren la reducción de la deuda pública, un reto que, para la oposición, Sánchez está enfrentando con una actitud demasiado optimista.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha sido uno de los más críticos con el enfoque del Gobierno. El gallego ha recordado que el plan fiscal pactado con Bruselas debería haberse presentado el 20 de septiembre y ha acusado a Sánchez de "ocultar información". Según Feijóo, la AIReF estima que sería necesario un ajuste de 39.000 millones de euros para cumplir con los objetivos.
Pero Sánchez ha defendido que las políticas fiscales del Gobierno han permitido revalorizar las pensiones conforme al IPC y asegurar la sostenibilidad del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la conocida hucha de las pensiones. Este año, se espera que el fondo alcance los 9.300 millones de euros, una cifra que el presidente destacó como muestra de que España está cumpliendo con sus objetivos económicos a pesar de los desafíos que plantea la política europea de contención del gasto.
Además de la sostenibilidad de las pensiones, el plan que el Gobierno enviará a Bruselas incluirá compromisos de inversión. Aunque no se han revelado detalles específicos, Sánchez ha señalado que el nuevo plan se enmarca en un "nuevo paradigma de gobernanza fiscal" que rompe con la "austeridad neoliberal" que ha prevalecido en Europa durante las últimas décadas.
Un "nuevo paradigma" que lleva asociado más gasto en inversión, de acuerdo con Sánchez. En palabras del propio presidente, el plan incluirá "compromisos de responsabilidad de gasto y nuevas inversiones para el futuro cercano".
Un panorama incierto
Sin embargo, el equilibrio entre cumplir con las reglas fiscales de Bruselas y mantener un alto nivel de gasto público sin recortes es una tarea compleja. Sánchez, no obstante, se muestra confiado en que puede lograrlo. El socialista lo fía a una economía que crece "cuatro veces más" que la media de la zona euro y una creación de empleo superior a la de Francia e Italia juntas.
Hay otra cuestión a tener en cuenta. Los ingresos fiscales siguen creciendo año tras año, y para 2025 el incremento debería ser notable. Por un lado, por la permanencia de impuestos que, en un primer momento, iban a ser extraordinarios (grandes fortunas, banca y energéticas); por otro, por la negativa del Gobierno a deflactar la tarifa del IRPF; y, por último, por la recuperación completa del IVA de los alimentos.
Pero la realidad es que, a medida que se acerca la fecha límite para enviar el plan fiscal a Bruselas, las preguntas persisten. ¿Será posible profundizar en las inversiones sin hacer recortes y, al mismo tiempo, cumplir con los objetivos de déficit de la Comisión Europea? La respuesta aún está por verse.