Tras experimentar su mayor caída económica desde la Guerra Civil en 2020, la economía española creció en 2021 un 5,1%, según el dato de Contabilidad Nacional Trimestral publicado este viernes por el INE. Es una décima más de lo estimado en el avance y un dato que refleja un mejor cierre de año de lo anticipado por las estadísticas.

Además, es el mayor crecimiento registrado por la economía española desde el año 2000. Sin embargo, la estadística deja un sabor agridulce, ya que el rebote no es suficiente para completar la recuperación tras la caída del 10,8% que experimentó el PIB en 2020.

En el cuarto trimestre, marcado por el golpe de la variante ómicron, la economía española creció un 2,2%, dos décimas más de lo que se había estimado por el INE. En tasa interanual el avance fue del 5,5%, tres décimas superior a lo avanzado.

No obstante, el organismo también ha revisado los datos de trimestres precedentes. En su cálculo final, el PIB cerró el primer trimestre con una caída del 0,5%, luego avanzó una décima menos de lo dicho hasta ahora (1,1%) y se mantiene la estimación del tercer trimestre (2,6%). 

La pandemia ha desconcertado a todos los economistas y eso lleva teniendo su reflejo en las estadísticas del INE desde hace tiempo, ya que el organismo se ha visto obligado a hacer revisiones históricas de sus cálculos en varias ocasiones. En este caso, la modificación ha sido al alza. 

Los datos definitivos de la Contabilidad Nacional muestran un mejor comportamiento del consumo de los hogares en el trimestre del Black Friday y la Navidad, con un avance del 1,5%. Mientras, el gasto de las empresas y de la Administración Pública cerró en tasas negativas.

La décima que ha mejorado el INE no es suficiente para hablar del "rebote" que había prometido el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado (de entre el 6,5 y 9,8% del PIB incluyendo, en este último dato, los fondos europeos), ya que el crecimiento del PIB se quedó muy lejos de esa meta. Todo ello en un año cuyo segundo semestre estuvo marcado por la inflación.

Aunque el resultado final de los ajustes del INE da un crecimiento ligeramente mayor al esperado, los datos de inversión de las empresas arrojan datos peores de lo avanzado. Uno de ellos, es el de la formación bruta de capital para el que se había estimado un avance del 8,5% en la recta final del año y ahora se rebaja al 3,1%.

Otro factor que sigue mostrando signos de debilidad es el de la productividad que sigue en negativo (-0,3%) para puesto de trabajo equivalente a tiempo completo. Mientras, la productividad por hora efectivamente trabajada registra una tasa positiva del 2,8%.

Por sectores, las actividades inmobiliarias cerraron el trimestre en tasas negativas (-0,3), al igual que las actividades artísticas y recreativas (con un -7,9 probablemente golpeadas por las restricciones para contener la última ola de Covid-19). También la Administración pública, educación y sanidad cerró en negativo (-0,4) el periodo octubre-diciembre.