Las economías mundial, europea y española están marcadas por la incertidumbre generada por la inflación, la crisis energética y la guerra en Ucrania. Pero incluso en esta circunstancias hay cierto optimismo en el horizonte. De hecho, Pablo Hernández de Cos ha anticipado que es "altamente probable" que el Banco de España "revise al alza las previsiones de crecimiento del PIB real de la economía española para 2023, mientras que las de la inflación se revisen a la baja". 

El ente regulador acometerá estas revisiones en el análisis que dará a conocer a lo largo del mes de marzo, una evaluación que mantendrá "elevada" la inflación subyacente. "Solo se moderará de manera paulatina en los próximos meses". 

El gobernador del Banco de España ha hecho este anuncio durante la inauguración del III Observatorio de las Finanzas, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia. En su intervención, ha destacado cómo las recientes crisis han provocado una "pérdida del bienestar real que hay que aceptar y que no podemos eludir". 

"A esto se suma un episodio de inflación mundial como no habíamos visto en décadas", que ha dado pie a "un proceso de normalización de la política monetaria en todas las principales economías del mundo", ha añadido. 

Sin embargo, "las economías europeas y también la española muestran mayor resiliencia de la que esperábamos. Esto se ha debido a que se ha hecho una corrección mayor de la prevista de algunos de los shocks que se habían producido".

Hernández de Cos se refiere, concretamente, a la crisis de los precios energéticos ("el precio del gas está a niveles inferiores a antes de la guerra") y los cuellos de botella, que "se han relajado de manera muy apreciada". 

Con todo, a que la situación no sea más crítica también ha ayudado los colchones de ahorro acumulados por las familias durante la pandemia y las medidas dispuestas por los gobiernos para frenar las caídas de rentas reales, así como el "dinamismo del mercado laboral". 

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En este sentido, ha destacado los "esquemas de protección de los trabajadores, sobre todo los ERTE, que han contribuido al mantenimiento del empleo frente a otras crisis". 

También ha alertado de que "el ahorro acumulado se está reduciendo" y que los "efectos de la política monetaria todavía no se han percibido en su totalidad".

Todo ello eleva una incertidumbre que le ha llevado a enviar un mensaje al sector financiero en un momento de beneficios de récord, gracias a las subidas de tipos: "En las circunstancias de elevada rentabilidad y significativa incertidumbre, es muy relevante que las entidades construyan colchones que les permitan afrontar situaciones inesperadas sin restringir la oferta de crédito a proyectos solventes". 

De Cos ha alertado de que no hay que olvidar "los riesgos existentes, algunos aún no materializados". Por ello, ha sugerido a las entidades mantener una actitud "proactiva" a la hora de medir el riesgo y determinar la política de provisiones y capital.

"El sector financiero debe seguir abordando decididamente los retos estructurales y otros de aparición más reciente, entre los que figuran la digitalización de las finanzas, el incremento de los ciberriesgos, la irrupción de nuevos competidores de gran potencial, los efectos financieros asociados al cambio climático o la popularización de los criptoactivos", ha valorado el gobernador.