Enrique Martín, CEO de Ibidem Abogados, ha defendido "la inversión en ecosistemas innovadores" para luchar contra los monopolios en Internet y proteger a las startups de la Comunitat Valenciana en el III Foro Económico Español de Alicante.

En su opinión, el objetivo para los próximos años pasa por "transformar nuestro sistema educativo, vinculándolo al mercado, integrando el espíritu emprendedor en la formación de nuestros jóvenes y fomentando el pensamiento creativo y el talento, frente a la educación 'estandarizadora' que exigió la producción en masa de la revolución industrial".

Previamente, el experto, analizó el "sistema de innovación", del que dijo "se construye, fundamentalmente, con la acumulación de cuatro formas de capital: el capital intelectual, el capital humano, el capital financiero y el marco legal e institucional". Y para ello, "nuestra comunidad dispone además de un conjunto de instituciones intermedias de apoyo al emprendimiento innovador, como los CEEI, los Institutos Tecnológicos y las incubadoras o aceleradoras de empresas, tanto públicas como privadas", señaló Martín.

El Parque Científico de la Universidad de Alicante (donde se ha desarrollado el foro), es una de estas instituciones, por lo que ha apostado por el desarrollo de estos espacios para la generación de conocimiento competitivo a través de estrategias de investigación y desarrollo". "Los parques científicos son esenciales para mejorar el tejido productivo y son aceleradoras de empresas tanto publicas como privadas", ha asegurado Martín.

Ante esta situación, Martín destacó que "hacer de la innovación el objetivo de una sociedad como la nuestra exigirá un profundo cambio cultural que incentive la responsabilidad individual y la asunción de riesgos, mejorando la imagen social del empresario: todo el conocimiento del mundo, sólo puede convertirse en riqueza y empleo gracias a ellos".

Para advertir: "España no deja de crecer en número de startups. Pero si queremos alcanzar nuestros objetivos colectivos, hay que cambiar nuestro modelo de país". Y es que para que se produzcan "entornos de emprendimiento innovador", es necesaria la existencia de financiadores. De ahí que valorase "el surgimiento de nuevos actores como el private equity y el capital de riesgo, los business angels o los mercados alternativos, que en sociedades como la norteamericana son la primera fuente de financiación del emprendimiento innovador. 

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Martín ha concluido que además "es necesario que el Estado promueva fondos de capital semilla para las primeras fases del desarrollo empresarial", una fase previa a la también necesaria "regulación" a través de un "marco legal e institucional adecuado".

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El experto jurista ha relatado alguno de los hitos legales en la materia, tras lo cual ha señalado que "más allá de la sintaxis pueril y las infiltraciones de grasa ideológica, que caracterizan la deficiente técnica legislativa de este Gobierno, se trata de una ley moderna y alineada con el estándar europeo nación emprendedora".

Amenazas de las startups

Martín ha destacado como principales amenazas en este proceso transformador, el alto riesgo derivado de su modelo de negocio innovador, que dificulta la financiación en las fases iniciales; la necesidad de generar crecimientos exponenciales a través de economías de escala, y la dependencia de la captación y retención de trabajadores altamente cualificados.

"Pero existen otras amenazas, derivadas del aterrizaje de multinacionales en nuestros sistemas de innovación como se describe en un artículo del Mit Technology Rewiew, Israel, la nación startup por antonomasia, empieza a acusar la asfixiante presión de las multinacionales tecnológicas", ha advertido Martín.

Así, ha alertado cómo las grandes compañías "compran a las pequeñas, para convertirlas poco más o menos que en centros de I+D, despojándolas de las otras funciones empresariales". A lo que se suma que las empresas extranjeras "no benefician a la economía nacional tanto como las startup de origen local".

De este modo ha puesto como ejemplo cómo Israel está desarrollando políticas para ayudar a sus startups a tener éxito de manera independiente en lugar de venderse a multinacionales.

El CEO de Ibidem ha descrito como "el grupo denominado GAFA: Google, Amazon, Apple y Facebook" hace tiempo que "dejaron de ser tractoras, para convertirse en una amenaza para los ecosistemas de innovación". Es más, "estas empresas se han convertido en un lobby de alcance mundial, transformándose en una suerte de agujero negro para la libre competencia en la industria tecnológica".

"Lina Khan, la actual presidenta de la Federal Trade Commission (FTC), ha puesto el dedo en la llaga, señalando los riesgos anticompetitivos relacionados con las grandes plataformas digitales y las carencias de una legislación antimonopolio que nació con los gigantes del ferrocarril y del petróleo", ha añadido Martín, reconociendo que la principal debilidad es que esta legislación solo reaccionaba cuando ya se había concretado el monopolio. Por ello, ha planteado un control más preventivo que reactivo".

No obstante, en su opinión "este carácter preventivo puede derivar en una forma de intervencionismo contrario al libre mercado, por lo que será necesario extremar todas las precauciones". "Por otro lado, el derecho de la competencia clásico tenía como destinatario al consumidor y trataba de garantizar su posibilidad de acceder a bienes y servicios a mejores precios", ha recordado Martín, ya que las GAFA no se ajustan al tradicional concepto de monopolio.

"Estoy de acuerdo con la reguladora norteamericana en que el nuevo enfoque del ente fiscalizador no puede centrarse únicamente en el clásico daño al consumidor basado en el aumento de los precios. Hay que atender a otros factores como el efecto en los mercados laborales y en las pequeñas y medianas empresas, incluidas muy especialmente las startups, la defensa de la privacidad de los ciudadanos y de los derechos de propiedad intelectual", ha explicado el abogado.

Por ello, ha resumido que "es importante que todos los agentes implicados en el sistema de innovación español y valenciano presten una especial atención a las prácticas anticompetitivas de estas multinacionales tecnológicas –pero también de los fondos de inversión, especialmente agresivos– para garantizar que las startup que nacen con el apoyo de todos los contribuyentes generen beneficios sostenibles en nuestro territorios".