La UME se activó a las 15:41h del 29-O pero sólo 56 soldados lograron llegar al epicentro de la DANA durante el primer día
- Marlaska niega que se produjera un "apagón informativo" en las alertas lanzadas por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) el 29 de octubre.
- Más información: "Apagón informativo" o "señales claras": Generalitat y Gobierno usan datos de la Confederación del Júcar para culpar al otro
El general jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Javier Marcos, ha explicado hoy que sus efectivos comenzaron a desplegarse en la provincia de Valencia a las 15:41 horas del pasado 29 de octubre, "horas antes de recibir órdenes oficiales", en vista de que "la situación se estaba poniendo francamente difícil" a causa de las lluvias torrenciales de la DANA.
A aquella hora salió de la base militar de Bétera (Valencia) un primer equipo de 96 militares, para ayudar en las tareas de rescate a los afectados.
Sin embargo, de esta cifra, sólo 56 militares lograron llegar a la zona de Utiel-Requena, donde se encontraba el epicentro de los daños causados por la DANA: tardaron casi dos horas en llegar a Chiva (una de las poblaciones más afectadas), debido a las carreteras inundadas y destruidas que encontraban a su paso.
Los otros 40 tuvieron que regresar a su base, si bien en el trayecto de regreso estuvieron rescatando a personas que habían quedado atrapadas en la autovía
Los primeros soldados lograron entrar en la localidad de Paiporta (la más afectada por las riadas) tras la medianoche, a las 00:28 horas del miércoles 30 de octubre.
El general Javier Marcos ha expuesto estos datos, en la rueda de prensa ofrecida desde el palacio de la Moncloa, para responder a las críticas que señalan que se produjo una respuesta tardía del Gobierno.
Durante su intervención, ha exhibido un vídeo que muestra un vehículo de la UME a las 18.05 del martes 29 a la altura de Chiva, intentando llegar al municipio. "Íbamos rescatando a la gente atrapada en vehículos", ha explicado. La autovía A3 aparece en las imágenes como un río de barro. "Ya íbamos preparados, con lanchas para ayudar a la gente", ha añadido.
"Aunque anteriormente teníamos conocimiento de que la situación iba empeorando, a las dos de la tarde [del 29 de octubre] tenemos conocimiento de que la Comunidad Valenciana decreta la situación operativa 1", ha relatado el general, en declaraciones recogidas por Europa Press, "ya llevábamos horas alertados y, en cuanto vemos que la situación se está poniendo francamente difícil, mucho antes de cualquier elevación a otro nivel, salimos".
En vista de que se intensificaban las lluvias torrenciales, la Generalitat había solicitado la intervención de la UME poco antes de las 3 de la tarde, tal como informó la delegada del Gobierno en Valencia, Pilar Bernabé, en las redes sociales. Aquel primer contingente de 96 militares salió de la base de Bétera poco después, a las 15:41.
El general Marcos ha relatado que, a las 18 horas del 29 de octubre, en cuanto sus hombres le informaron de la gravedad de la situación, ordenó a todo el personal de sus bases que estuvieran alerta. Y ordenó al resto de efectivos de la base de Bétera "salir ya", para estar en Valencia "al amanecer" del miércoles, 30. Se movilizó a todos los batallones excepto a la unidad que hay en Canarias.
No obstante, durante las cuatro primeras jornadas, toda la ayuda resultó insuficiente ante la magnitud de la catástrofe, pues las aguas habían anegado 78 poblaciones de la provincia. La cifra de muertos asciende ya a 217, según la última cifra oficial.
El sábado 2 de noviembre (cuatro días después de la catástrofe) había en la provincia de Valencia 2.500 militares. No fue hasta el día siguiente, 3 de noviembre, cuando el ministro Ángel Víctor Torres anunció que el Gobierno había ordenado ampliar este despliegue hasta los 7.500.
En la actualidad, ha explicado el general Marcos, trabajan en la zona 8.500 militares, con 2.000 medios como helicópteros, drones y vehículos de intervención especial.
Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha negado este sábado categóricamente que se produjera un "apagón informativo" en las alertas lanzadas por la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) durante la jornada del 29 de octubre.
"Hubo todos los avisos necesarios y precisos y de manera permanente", ha defendido Marlaska tras participar en el comité de crisis celebrado en la Moncloa. El titular de Interior ha subrayado que "cualquier cuestión que se diga al respecto adolece de la veracidad necesaria y de lo acontecido".
Sin embargo, Marlaska no ha ofrecido ningún dato que desmienta los publicados por EL ESPAÑOL, según los cuales la CHJ dejó de informar sobre el caudal del barranco del Poyo en las horas más críticas.
La Confederación Hidrográfica informó a las 16:13 horas de que este cauce arrastraba 28 metros cúbicos de agua, lo que implica que la situación estaba fuera de peligro.
Y no fue hasta las 18:43 horas cuando la CHJ remitió el siguiente correo electrónico, en el que informaba que el caudal se había disparado hasta los 1.686 metros cúbicos. El tiempo de dos horas y media transcurrido entre ambos avisos habría resultado crítico para alertar a la población y salvar vidas.
Los protocolos obligan a la CHJ a lanzar alertas sobre el caudal del barranco del Poyo cuando supere los 150 metros cúbicos por segundo. Pero no lo hizo a las 17 horas, cuando el caudal era de 325 metros cúbicos; ni a las 16 horas, cuando ya era de 1.725. El correo electrónico remitido a las 18:43 horas llegó demasiado tarde.