Sánchez agita la bandera del antifranquismo contra el PP en el ciclo electoral que arranca en País Vasco

La visita se producía pocas horas antes de la pegada de carteles y de que la vicepresidenta María Jesús Montero protagonizara en Bilbao, junto al candidato socialista Eneko Andueza, el mitin del PSOE de apertura de campaña de las elecciones vascas.  

El PSOE celebró la iniciativa de Sánchez con un mensaje en las redes sociales en el que explica que hay 33.000 personas enterradas en la cripta del Valle de los Caídos, de las cuales 160 familias reclaman recuperar sus restos. "No es concordia, es memoria democrática", recalca el PSOE en su escrito. 

Sánchez repite así el golpe de efecto del 24 de octubre de 2019, cuando exhumó los restos del dictador Francisco Franco dos semanas antes de las elecciones generales del 10-N. El traslado de los restos hasta el cementerio de Mingorrubio, en El Pardo, fue retransmitido en directo por RTVE.

También los restos del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, fueron exhumados del Valle de los Caídos (ahora se llama Cuelgamuros) el 24 de abril de 2023, un mes antes de las elecciones municipales y autonómicas del 28-M. La intención de los socialistas con estas acciones es movilizar al electorado de izquierdas.

Además, Sánchez anunció las exhumaciones del Valle de los Caídos el pasado 10 de julio, en plena campaña electoral de las generales del 23-J. Con la acción de este jueves, es la cuarta vez que el presidente recurre a Cuelgamuros ante la inminencia de unas elecciones. 

Los principales dirigentes del PP evitaron este jueves entrar al trapo de la estrategia electoral del PSOE, que busca identificarles con la Dictadura franquista. Así lo dejó claro el presidente Sánchez en un acto celebrado este jueves por la tarde en la Biblioteca Nacional, en el que estuvieron presentes el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y el ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres.

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Al inaugurar una exposición dedicada al escritor Luis Martín-Santos, Sánchez denunció a quienes pretenden "reescribir la historia valiéndose de una memoria mutilada, mancillando y deformando incluso" la palabra concordia.

"No hemos llegado hasta aquí para consentir la ola de revisionismo ultraderechista que recorre a las democracias más avanzadas del mundo y también, lógicamente, la española", indicó, en declaraciones recogidas por Efe.

No obstante, el diputado del PP en la Asamblea de Madrid Pedro Corral recordó que el autor de las esculturas ciclópeas del Valle de los Caídos, Juan de Ávalos, tenía el carné número 7 del PSOE de Mérida, y que el arquitecto de la Basílica, Pedro Muguruza, "frecuentaba la sede socialista de Madrid".

Sí entró de lleno en este debate el presidente de Vox, Santiago Abascal, quien definió con las siguientes palabras la visita de Pedro Sánchez al Valle de los Caídos: "Vuelve a la necrofilia, la división y el rencor. Para tapar la corrupción de su gobierno golpista investido por fuerzas criminales. No tiene límites morales y pretende liquidar los límites legales".

También se ha mostrado molesta la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que ha tachado de electoralista la visita de Sánchez a Cuelgamuros.

En una queja registrada en el portal de la Administración General del Estado, esta asociación critica que Sánchez se haga una foto con restos óseos de las víctimas "en plena campaña electoral", mientras a los familiares se les niega información sobre el desarrollo de las labores de exhumación.

Coincidiendo con la visita de Pedro Sánchez, el Gobierno ha anunciado que denunciará ante el Tribunal Constitucional, la ONU, el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa la decisión de las comunidades autónomas de Aragón, Comunidad Valenciana y Castilla y León (gobernadas por el PP y Vox) de derogar sus leyes de Memoria Democrática, para sustituirlas por "leyes de Concordia".

En concreto, Sánchez tiene intención de recurrir al Relator especial sobre Verdad, Justicia y Reparación y al Relator de Ejecuciones Extrajudiciales de Naciones Unidas para que "para ponerles en conocimiento de la gravedad de la situación".

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La ley de Concordia que las Cortes de Castilla y León tramitan desde la semana pasada elimina el término "Dictadura" y lo sustituye por "Franquismo". Y atribuye la causa última de la Guerra Civil, no al golpe de Estado del dictador Franco, sino a las "dinámicas de enfrentamiento de años anteriores". En consecuencia, amplía el reconocimiento oficial a las víctimas de la "violencia política, social y religiosa" durante la Segunda República.

Por su parte, la ley de Concordia impulsada por el PP y Vox en la Comunidad Valenciana extiende este reconocimiento a las víctimas del terrorismo de ETA y del terrorismo yihadista, hasta la actualidad, por considerar que este fenómeno también atenta contra la democracia y la convivencia de los españoles.

En cuanto al pacto PP-Vox de Aragón, tras derogar su ley autonómica de Memoria, el Ejecutivo regional de Jorge Azcón presentó el pasado mes de noviembre un Plan de Concordia Democrática, Reconciliación y Recuerdo, que incluye fondos para la recuperación e identificación de restos procedentes de la Guerra Civil. También amplía el reconocimiento a las víctimas del terrorismo yihadista y de ETA, como en la Comunidad Valenciana.

Según anunció el ministro Ángel Víctor Torres en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del martes, el Gobierno confía culminar en 2026 el proceso de "resignificación" del Valle de los Caídos, que pasará a convertirse en un "centro e interpretación" para dar a conocer los "planes y mecanismos de investigación y difusión, las circunstancias de su construcción, el periodo histórico en el que se inserta y su significado, con el fin de fortalecer los valores constitucionales y democráticos".

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Esto implicará, también, la expulsión de la comunidad de monjes benedictinos que hoy se encuentran al cuidado de la Basílica, que será desacralizada, de acuerdo con la Ley de Memoria Democrática aprobada por la mayoría de Gobierno.