Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN; Joe Biden, presidente de EEUU; y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en la cumbre de Madrid.

Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN; Joe Biden, presidente de EEUU; y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en la cumbre de Madrid. Moncloa

Política ALIANZA ATLÁNTICA

La OTAN esperará a Sánchez y no elegirá sucesor de Stoltenberg hasta después del 23-J

En la Alianza ven al presidente como muy buen candidato. La cumbre de Vilnius, en plena campaña española, prevé postergar la decisión a otoño.

31 mayo, 2023 03:15
Bruselas

El pasado mes de marzo, Pedro Sánchez todavía pensaba en una presidencia de turno completa en el Consejo de la UE. Por eso, no sólo hacía minigiras por algunas de las capitales para hablar con sus colegas jefes de Gobierno, sino que se autodescartaba como posible sustituto de Jens Stoltenberg al frente de la OTAN.

Pero el adelanto de las elecciones generales al 23-J lo ha cambiado todo. Sánchez es "muy buen candidato", su perfil cumple todos los requisitos y, según confirman fuentes aliadas, la OTAN le esperará: no está previsto que la cumbre de Vilnius elija nuevo secretario general.

La celebración de los comicios en el penúltimo domingo de julio compromete la campaña electoral del presidente español. Porque apenas 12 días antes se celebra la cumbre de la Alianza Atlántica en la capital de Lituania.

Esto, en teoría, indicaría que no hay opciones para él: si bien nunca ha sido obstáculo que los aliados elijan a un primer ministro en ejercicio -ya ocurrió con el danés Anders Fogh Rasmussen en 2009-, en el caso de Sánchez la elección ocurriría en plena carrera por la reelección.

Sin embargo, el calendario se está adaptando. Y si al inicio de la primavera se manejaban los nombres de Kaja Kallas (primera ministra de Estonia), de Klaus Iohannis (presidente de Rumanía) o de Chrystia Freeland (viceprimera ministra de Canadá), ahora la opción Sánchez toma tanto cuerpo que a todos estos candidatos -y otros cuyos nombres se han puesto sobre la mesa- se les encuentra un 'pero'.

Descartes 

El primer obstáculo para los rivales de Sánchez es que el proceso no está maduro todavía. Algo extraño, a la vista de que Stoltenberg ya lleva nueve años y su mandato se renovó sólo por un ejercicio más en septiembre de 2022, por mor de la guerra.

Las fuentes consultadas en la Alianza alegan ahora que ninguna de las candidaturas ha suscitado suficiente consenso. Un discurso opuesto al que se daba hace unos meses, cuando ya el favorito de muchos era el imposible Pedro Sánchez.

Se decía entonces que al noruego Stoltenberg debía sucederlo una mujer. Pero ahora a Kallas se la ve demasiado halcón, además de que el hecho de proceder de uno de los países bálticos -directamente amenazados por Vladímir Putin- podría operar en su contra. La misma razón que se aduce para el rumano Iohannis.

La canadiense Freeland no ha sido jefa de Gobierno. Otro aspirante es el secretario de Defensa de Reino Unido, Ben Wallace, que se ha mostrado interesado. Pero concurre en él el mismo problema. No es condición forzosa haber sido jefe de Gobierno, pero sí es una tradición que la OTAN dé ese peso a su principal cargo político, el de secretario general. No siempre se ha cumplido, como ocurrió en el caso del otro único español en el cargo, Javier Solana (1995-1999). 

Pedro Sánchez, junto a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, recibidos por Volidímir Zelenski, en Kiev, en abril de 2022.

Pedro Sánchez, junto a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, recibidos por Volidímir Zelenski, en Kiev, en abril de 2022. Moncloa

El último nombre con opciones, el de la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, no reúne tantos apoyos... y además tiene el problema de que el predecesor de Stoltenberg ya era danés. Y ahora, según las fuentes, la tradición dice que toca que el secretario general de la Alianza venga del sur de Europa.

No será griego ni turco, para no alimentar las fricciones bilaterales de unos y de otros. Quedan Italia, Portugal y España. Hace meses se barajó el nombre de Mario Draghi, pero no se ha interesado. De Lisboa no ha salido ningún aspirante...

Vocación internacional

...y cuando los rumores sobre Sánchez se hicieron más insistentes, el pasado mes de marzo, no eran infundados.

El interés del presidente español por las alianzas multilaterales y la política internacional ha sido clave en sus cinco años en la Moncloa, y ya hace más de un año que en Bruselas se daba por hecho que aspiraba a una salida política internacional cuando dejara el puesto.

Además, la cumbre de Madrid, de junio de 2022 no sólo fue un gran éxito organizativo, sino que España consiguió cumplir todos sus objetivos propios como aliado: el nuevo Concepto Estratégico cambió la redacción de algunos párrafos para dar cobertura a Ceuta y Melilla y, además, se introdujo un capítulo sobre la vecindad sur de la Alianza.

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Entretanto, junto a la labor del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, España ha facilitado una recuperación de las buenas relaciones con Estados Unidos. Desde hace 20 años, la confianza entre Washington y Madrid no alcanzaba el nivel actual de acuerdos y colaboración.

Todo eso ya hacía que, en el cuartel general de la Alianza, en Bruselas, ya se viera este invierno a Sánchez "con buenos ojos", como un "muy buen candidato". 

Pero entonces, en marzo, el español reconocía el halago sin mostrar su interés: "Me veo, si quieren los españoles, durante mucho tiempo como presidente del Gobierno", dijo en una rueda de prensa conjunta con la entonces primera ministra finlandesa, Sanna Marin. "Vamos a tener elecciones en el mes de diciembre y ése es mi futuro y compromiso con los españoles y españolas".

Ese "compromiso" de las elecciones en diciembre ya no se ha cumplido. Y a la vista de los resultados del 28-M que provocaron el adelanto de las generales, parece probable que tampoco los españoles "quieran". Además, desde su declaración institucional del pasado lunes, anunciando la disolución de las Cortes, su nombre ha vuelto a ser impulsado en las consultas exploratorias de las delegaciones permanentes de los aliados.

Septiembre y abril

La previsión, ahora, es que la cumbre de Vilnius deje el asunto sucesorio en el aire, aunque la decisión de que Stoltenberg salga es firme. Y aquí vuelven a operar los calendarios.

La OTAN no quiere que la decisión se alargue a 2024: tres fechas lo impedirían. La Alianza evitará a toda costa que la elección esté demasiado cerca de las elecciones europeas de mayo y, mucho más, evitará que se aproxime a los comicios presidenciales estadounidenses de noviembre.

Se quiere tener nuevo líder político aliado antes de la cumbre especial de abril, en Washington, cuando se cumplirán 75 años del Tratado del Atlántico Norte.

La decisión se toma a nivel de jefes de Estado y de Gobierno. Por lo que, en este caso, habría que convocar una cumbre telemática de la Alianza al más alto nivel el próximo otoño.

El mandato prorrogado de Stoltenberg cumple en octubre, de manera que la fecha más plausible para que la OTAN elija a su nuevo secretario general será en una cita virtual en septiembre. Para entonces, ya estarán constituidas las Cortes españolas y si el PSOE ha perdido el poder, el favorito para el puesto será Pedro Sánchez.