Yolanda Díaz se vuelca con Más Madrid en San Isidro mientras sólo cubre el expediente con Podemos
La líder de Sumar intentó equilibrarse y hacer campaña por los dos partidos de que compiten a la izquierda del PSOE en Madrid.
16 mayo, 2023 03:10Yolanda Díaz se ha propuesto hacer la cuadratura del círculo de la izquierda. Hace dos semanas, cuando dio a conocer su agenda para las elecciones madrileñas, la vicepresidenta decidió que el día de San Isidro se lo jugaría a dos barajas: primero haría campaña por Unidas Podemos y luego, en la misma mañana, por sus rivales de Más Madrid. Sobre el papel, la líder de Sumar cumplió con ambos, pero sobre la pradera la cosa fue distinta.
Se suponía que Díaz debía encontrarse con Podemos a la entrada del recinto, dejarse ver a su lado y hacer la primera parte del paseo juntos, como para demostrar que no hay problemas entre ellos. No ocurrió. La vicepresidenta cambió de ruta varias veces, aceleró en la cuesta y se perdió entre los "fuera, fuera" que le dedicaban algunos viandantes y los gritos de "presidenta, presidenta" que arrancaba su propio equipo.
La cosa es que Díaz no estaba donde se suponía que había quedado con Podemos, sino varios metros más arriba, completamente rodeada y visiblemente agobiada por el tumulto. Precisamente, vio su salvación de la mano de los dos candidatos morados, Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor, que realizaron un despliegue físico portentoso apartando chulapos, chulapas y periodistas para llegar a tiempo a una foto que sólo ellos se querían sacar.
Porque, en realidad, no hubo mucho más. La vicepresidenta despachó a los de Podemos en un visto y no visto, les dio dos besos a cada uno y aprovechó la brecha que habían abierto entre la multitud para huir hacia la pradera. Hacia Más Madrid. Jacinto y Sotomayor, que ya habían tenido su minuto (escaso) de gloria, sonrieron tímidamente mientras eran arrastrados de nuevo por la aglomeración de parpusas y minis de cerveza.
Fue entonces cuando Díaz, una vez cumplido el expediente, se perdió por la pradera. Su equipo le acababa de comunicar que "Mónica llega tarde", en referencia a Mónica García, y la vicepresidenta empezó a dar vueltas erráticas entre los ojos de curiosos, críticos, simpatizantes y un señor que la bautizó como "una rubia con una niña" (su hija Carmela). Más liberada que durante el primer paseo, esta vez sí tuvo tiempo de regalar abrazos a unos, fotos a otros e incluso un buen surtido de besos en la cabeza a media docena de bebés que pasaban por allí.
Entonces llegaron ellas, Rita Maestre y Mónica García, acompañadas de Íñigo Errejón y Carla Antonelli. Una mujer con un abanico de Podemos definió el encuentro como "un choque de trenes" apenas unos segundos antes de tirar el abanico a la cara de García, que miró hacia otro lado mientras su equipo separaba a la alborotadora. Pasado el mal rato, las dos líderes de Más Madrid se fundieron en un abrazo con la vicepresidenta.
Es importante resaltar que cualquier parecido con el saludo entre Díaz y los candidatos de Unidas Podemos fue pura coincidencia. Con Maestre y García la vicepresidenta rio, besó, se cogió del brazo y se dejó ver en un largo paseo (cerca de media hora) por la pradera, abrazándose a cada cargo público de Más Madrid que se cruzaba en su camino. Llegadas a la caseta municipal, Errejón se teletransportó al otro lado de la barra y se puso a tirar cañas, en una estampa ya típica de cada San Isidro.
"No se brinda con agua", amenazó García. Y Díaz, que sólo tenía una botella vacía para defenderse, aceptó la cerveza. Jacinto y Sotomayor no estaban invitados.