A medida que la tensión en Unidas Podemos no para de crecer, Yolanda Díaz lleva cerca de un año defendiendo su independencia, sus formas y sus tiempos sin dejar que nadie le presione, y Podemos menos que nadie. En medio de la olla a presión en la que se ha convertido el ala morada del Gobierno, justo a las puertas del nacimiento de Sumar, la vicepresidenta ha protagonizado un acto del Ministerio de Trabajo junto a Íñigo Errejón, ex número 2 del partido.
La semana elegida tiene su morbo. El lunes, al más puro estilo Yolanda Díaz, la vicepresidenta anunció que anunciaría su plataforma política en un acto en Madrid con distintos líderes y organizaciones invitadas, evitando citar ninguna. Apenas unas horas después, al más puro estilo Podemos, los morados se dieron por aludidos y amenazaron con desbaratar en la foto de familia si Sumar no firmaba un preacuerdo de coalición.
A lo largo de los días los roces se han ido convirtiendo en topetazos. Ocurrió el lunes con el órdago de Podemos y el desplante a Ione Belarra, el martes con la división del grupo parlamentario por la Ley Mordaza, se repitió el miércoles con la frialdad entre ministros durante la sesión de control y tuvo su eco el jueves al discrepar las estrategias sobre la moción de censura. El acto de este viernes ha sido la gota que ha colmado el vaso.
En medio de todo esto, que Errejón y Díaz protagonicen el mismo acto precisamente en la semana del anuncio de la candidatura suena bastante a declaración de intenciones. Así lo creen en Podemos, al menos, donde esta mañana se quejaban de no haber sido invitados a la cita, donde se presentaba el informe Precariedad laboral y salud mental: conocimientos y políticas.
Fuentes cercanas a la vicepresidenta desmentían esta mañana las declaraciones de la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, quien acusó la falta de interlocución con la vicepresidenta a todos los niveles. Llegados a este punto, la falta de entendimiento entre las dos almas de Unidas Podemos ha llegado a tal punto que la primera frase de Díaz en su ponencia hizo referencia a esto mismo:
"Muchas gracias por venir a este acto, al que estaban invitadas todas las formaciones políticas, como a todos los actos que celebramos en el ministerio", reparó la vicepresidenta, en clara referencia a las declaraciones de Verstrynge. "La política no va de fuerzas ni va de presiones", incidió.
La presencia de Errejón, eso sí, estaba más que justificada (desde luego, más que la ausencia de Podemos). En el equipo de Díaz recuerdan que el acto de este viernes son "las conclusiones de lo que presentamos hace un año", que partían de un acuerdo parlamentario con Más País.
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"La comisión de expertos sobre el impacto de la precaridad laboral en la salud mental la pactamos con Más País en las negociaciones para sacar adelante la reforma laboral. Errejón ya participó el año pasado", recalcan las mismas fuentes. El propio diputado, que lleva la bandera de la salud mental en el Congreso, hizo referencia a esto mismo –"una casualidad de hace un año"– en su intervención.
El líder de Más País abandonó Podemos en 2019 y provocó una herida que todavía no se ha cerrado dentro de la formación morada. Ahora, con Díaz de por medio, la idea es que ambas formaciones terminan confluyendo dentro del proyecto de Sumar, signifique lo que signifique.
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Díaz mantiene buena sintonía con Errejón y con su homóloga regional, Mónica García, quien incluso participó en el acto Otras Políticas en noviembre de 2021 que marcó un antes y un después en la relación entre Podemos y la vicepresidenta segunda. En su día, desde el entorno de Díaz señalaron que fue Compromís quien organizó el evento para justificar la ausencia de Ione Belarra e Irene Montero. Ahora se sabe que el germen de Sumar estaba ahí. Entonces, sin Podemos en la ecuación.