Podemos dice que hablar hoy del indulto a Griñán es "política ficción" pero que combate "la corrupción"
La consigna es clara: guardar silencio. El partido, dividido entre quienes se muestran conformes y quienes quieren cargar contra el PSOE.
24 agosto, 2022 13:43Podemos ha decidido no hacer sangre con el potencial indulto a José Antonio Griñán. Mientras Pedro Sánchez abona el terreno para conceder la medida de gracia a quien fue presidente de Andalucía y del propio PSOE, los de Ione Belarra callan. Así se ha consignado en la Ejecutiva que la formación morada ha celebrado este miércoles.
Tal y como reveló este periódico, Podemos se halla dividido entre quienes apuestan por guardar silencio –así se ha decidido– y quienes quieren poner el grito en el cielo contra "la corrupción del bipartidismo".
En una comparecencia ante los medios de comunicación, Isabel Serra, la portavoz, ha sido cristalina: "No lo valoramos". Como excusa, ha dicho: "El indulto no está solicitado y no conocemos al completo la sentencia del Tribunal Supremo".
Estas palabras contrastan con el proceder de Podemos hasta que llegó al Gobierno. Una imputación por corrupción bastaba para orquestar una campaña en medios y redes sociales contra PP y PSOE. Hoy, dentro de la coalición con los socialistas, eso ha cambiado.
Serra ha medido cada palabra: "Hablar de un indulto que no está solicitado es política ficción". En sus programas electorales, sus estatutos y su código ético, Podemos da una importancia de primer orden a todo lo relacionado con la corrupción.
Griñán ha sido condenado por malversación y prevaricación. Ambos delitos relacionados con la administración del dinero público. Primero falló la Audiencia Provincial de Sevilla y ahora el Supremo, aunque todavía no ha sido publicada la sentencia.
Repreguntada sobre el mismo asunto, Serra ha zanjado: "Nosotros nacimos para hacer frente a la corrupción del bipartidismo. Esa corrupción debe dejarse atrás. Hasta ahí podemos leer".
Las fuentes del partido consultadas por este diario reconocen que la situación interna es muy complicada por el coste electoral que puede tener este silencio. Si el Gobierno –tal y como ya ha dejado entrever Sánchez– concede el indulto a Griñán, la callada por respuesta erosionaría sobremanera los principios que impulsaron el nacimiento de Podemos.
Sin embargo, un choque duro con los socialistas en un momento como éste debilitaría a la coalición justo cuando deben aprobarse los nuevos Presupuestos. Por el momento, parece haberse impuesto la ortodoxia en el ejercicio del poder: actuar para conservarlo independientemente de si se vulnera algún principio político.
El indulto –ya pudo observarse en el concedido a los líderes independentistas– es potestad del presidente del Gobierno. Es decir: si Podemos cambiara de estrategia y cargara contra la medida de gracia, no tendría una consecuencia práctica. Sánchez podría indultar a Griñán igualmente.
No obstante, conforme se van acercando las elecciones, este tipo de silencios pueden soliviantar al electorado de Podemos, que comenzó a confiar en Pablo Iglesias como camino para combatir la corrupción en España y los "privilegios de la casta".
El hecho de que no esté publicada la sentencia del Supremo permite a Podemos echar el balón hacia delante. Pero, en el fondo, la dirección morada ya sabe que, igual que hizo la Audiencia Provincial de Sevilla, el TS detallará ese entramado clientelar que permitió a Chaves y Griñán perpetuarse en el poder.
Cuando se conozca el contenido, los de Belarra tendrán que dar un paso en una de las dos direcciones: o callar definitivamente o atacar al PSOE por indultar a un expresidente de su partido condenado por malversación y prevaricación.