El presidente Pedro Sánchez ha cerrado la primera jornada de la Cumbre de la OTAN de Madrid con una cena ofrecida a los jefes de Estado y de Gobierno presentes, en el Claustro del Museo del Prado.
Ante las Meninas de Velázquez, los mandatarios internacionales han posado para la foto de familia, tras recorrer las salas de la pinacoteca y contemplar una de las colecciones de arte más preciadas de Europa.
Esta "cena informal", destacan fuentes de la Moncloa, ha permitido lanzar "una imagen de unidad, cooperación y complementariedad entre los aliados y los socios europeos, frente a los actuales retos que para la seguridad de Europa representa la vulneración del orden internacional" en Ucrania por parte del régimen de Vladimir Putin.
Han estado presentes los líderes de los 30 Estados miembros de la OTAN, el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, los máximos responsables de la Comisión y el Consejo Europeos (Ursula von der Leyen y Charles Michel), así como los jefes de Estado o de Gobierno de los seis países europeos que no forman parte de la organización euroatlántica: Suecia, Finlandia, Chipre, Malta, Irlanda y Austria.
La Alianza Atlántica crece hacia el Este para frenar a Putin, con la incorporación de Suecia y Finlandia (después de que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, levantara su veto en la jornada previa del martes). Pero también estrecha sus vínculos con los países colaboradores del área del Pacífico, como Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur, que ven con inquietud la creciente influencia de China en la zona.
Pero la foto de familia de las Meninas también pone en evidencia las contradicciones internas de la Alianza. Ya el pasado mes de marzo, Zelenski advertía que Putin no se va a conformar con ocupar el terreno de Ucrania: "Quiere ir más allá. Contra los miembros orientales de la OTAN. Los estados bálticos y Polonia, seguro".
Mientras estos países buscan el escudo de la OTAN frente a los planes futuros de Rusia, durante los últimos meses no ha sido fácil vencer la resistencia del Gobierno alemán a la imposición de sanciones al régimen de Putin, debido a su elevada dependencia del gas y el petróleo ruso.
Embargo al petróleo ruso
Por su parte, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, apenas oculta su afinidad con el régimen de Putin y ha sido el último en levantar el veto al embargo al petróleo ruso, con el que Europa persigue cortar la financiación a la maquinaria de guerra de Moscú.
La OTAN persigue configurarse como una gran alianza de las democracias que defienden principios comunes -como "las libertades individuales, los derechos humanos y la Imperio de la ley", enumeró el Rey Felipe VI durante la cena del Palacio Real.
Pero mantiene en su seno a miembros como el Gobierno de Hungría, al que la Comisión Europea ha abierto varios expedientes sancionadores por prácticas fraudulentas en el uso de los fondos comunitarios y por sus leyes homófobas contrarias a los valores europeos.
La contradicción era más patente en la cena ofrecida el martes en el Palacio Real, en la que el protocolo colocó a Viktor Orbán junto al arquitecto Gauthier Destenay, marido del primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel. Pocos minutos antes, el Rey Felipe VI y Letizia Ortiz habían saludado afectuosamente y Bettel y Destenay, y habían posado junto a ellos para hacerse la foto de rigor.
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Si el Gobierno de Viktor Orbán difícilmente cumple los estándares de la Unión Europea en cuestiones como la libertad sexual, el Ejecutivo turco de Recep Tayyip Erdogan se encuentra más alineado con los países de la órbita islámica.
De hecho, Erdogan mantuvo hasta la noche del martes su veto a la incorporación de Suecia y Finlancia, pues exigía a sus gobiernos que declaren al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) como "organización terrorista", para dar luz verde a su adhesión.
Por otro lado, la ausencia de mujeres que ocupan la máxima responsabilidad en sus respectivos países, también era patente en la representación de una liga de naciones que aspira a defender principios como la igualdad de género.
Sólo cinco entre los máximos mandatarios: la presidenta eslovaca, Zuzana Caputova, y las primeras ministras de Dinamarca (Mette Fredksen), Estonia (Kaja Kallas), Islandia (Katrín Jakobsdóttir) y Finlandia (Sanna Marin).
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La primera jornada de la Cumbre no sólo ha servido para reafirmar el compromiso de los Estados miembros de la OTAN de ayudar a Ucrania frente a la ofensiva de Vladimir Putin.
Por la mañana, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se ha dirigido a los asistentes por vídeoconferencia para lanzar un mensaje desesperado: "Esta no es una guerra librada por Rusia solo contra Ucrania. Es una guerra por el derecho a dictar las condiciones en Europa para decidir cómo será el futuro orden mundial".
Las deliberaciones también han servido para avanzar en el diseño del nuevo concepto estratégico de la OTAN y redefinir el bloque occidental, como una alianza de las grandes democracias del mundo, frente a amenazas como los planes expansionistas de Putin, la inestabilidad en el norte de África y el terrorismo yihadista.
La Moncloa asegura que ha logrado arrancar a la OTAN dos compromisos especialmente valiosos para los intereses españoles: el refuerzo del "flanco sur" y la garantía de defender por completo la "integridad territorial" de todos los estados miembros.
Las nietas de Biden
Algo que también incluiría, señalan desde Presidencia del Gobierno, la protección de Ceuta y Melilla ante cualquier posible agresión. "Defenderemos hasta el último centímetro del territorio de nuestros aliados", ha recalcado este miércoles el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg.
Este miércoles por la noche, el presidente Pedro Sánchez y su esposa, Begoña Gómez, han ido recibiendo a los líderes asistentes a la cena y a sus acompañantes en la Galería Central de la pinacoteca. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden (quien el martes mostró una gran sintonía con el Rey Felipe VI en la cena de gala ofrecida en el Palacio Real), ha acudido acompañado de dos de sus nietas.
Antes de la cena, los mandatarios han contemplado la colección de arte del Prado y han asistido a un breve recital de la Orquesta Sinfónica de Kiev, dirigida por el italiano Luigi Gaggero, que ha interpretado dos piezas de Maksym Berezovsky (compositor ucraniano contemporáneo de Mozart) y de Myroslav Skoryk (1938-2020).
El menú de la Cena Euroatlántica elaborado por el chef José Andrés que se ha ofrecido a los líderes mundiales evoca los sabores típicos de Madrid. El plato principal está compuesto de espaldita de cordero cocinada a baja temperatura con puré de limón.
Menú madrileño
Previamente se ha servido un aperitivo de bacalao, naranja y remolacha. Los entrantes han incluido gazpacho de bogavante con verduras de verano al aroma de albahaca y aceite de oliva virgen extra de variedad Arbequina.
Bajo el nombre "Sabores de Madrid", el postre combina en un solo plato el anís de Chinchón, la fresa de Aranjuez, el barquillo y el caramelo de violeta.
Mientras los líderes mundiales participaban en la cena de trabajo, sus cónyuges han presenciado en la Sala de Las Musas un espectáculo cultural que escenifica el drama de la guerra de Ucrania: la Canción de Arte: El Pedestal que Aguarda, del artista Lluís Hortalá.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha obsequiado a los jefes de Estado y de Gobierno presentes monedas acuñadas por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda, con motivo del 275 aniversario del nacimiento de Francisco de Goya.
Homenaje a Goya
Los primeros han recibido un cincuentín de plata con un fragmento de la obra La Vendimia o El Otoño y el autorretrato del pintor aragonés en el anverso. Los ministros, por su parte, han recibido una onza de plata, que representa la pintura El Quitasol.
A los acompañantes se les ha entregado juegos de vidrio que han visto fabricar durante la visita de esta mañana a la Real Fábrica de Cristales de La Granja. Las botellas muestran grabados con el escudo de España y los vasos están tallados por los maestros de la Real Fábrica.