Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en el  banco azul del Congreso de los Diputados.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en el banco azul del Congreso de los Diputados. EP

Política GOBIERNO

Guerra en el Gobierno por la política social: Podemos conoció 5 minutos antes que se iba a rebajar la luz

La negociación llega "sin acuerdo" a 24h del Consejo de Ministros. Hacienda plantea ahora que el decreto contra la inflación dure tres meses y no de seis.

24 junio, 2022 02:36

El "batacazo" de la izquierda en las elecciones de Andalucía aceleró la reacción. Después de dos días de silencio del presidente del Gobierno, sus asesores consideraron imprescindible que llegara a la sesión de control con un anuncio económico.

Pero para que ese anuncio fuera efectivo, debía de mantenerse en secreto hasta última hora. Tanto que a Yolanda Díaz y a Ione Belarra se les comunicó que el Gobierno rebajará este sábado el IVA de la luz del 10% al 5% sólo cinco minutos antes de comenzar el pleno.

Y es que el PSOE no se fía de su socio minoritario en el Ejecutivo. Las negociaciones, según ha podido saber este periódico, están siendo muy intensas. Moncloa presiona a Hacienda para poder mostrar un paquete de medidas que pruebe la "acción decidida" del presidente contra la subida de precios.

No en vano, todos los indicios apuntan a que será el mismo Pedro Sánchez quien salga en rueda de prensa a presentar el nuevo decreto. Pero la negociación llega a este viernes "sin acuerdo", a sólo 24 horas del Consejo de Ministros extraordinario "y con pocos avances", según fuentes internas.

Fuentes del Ministerio de María Jesús Montero, de hecho, plantean ahora que las medidas tengan una duración de tres meses y no de seis, como informó este diario, en función de cuántas acaben por aprobarse y de su coste.

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"Dada la volatilidad de la situación, calculamos mes a mes", apuntan estas fuentes. "Así, es posible que sea mejor que la prórroga y las nuevas iniciativas tengan una duración de tres meses... y vamos viendo si, por ejemplo, el tope al gas tiene los efectos esperados". Por ejemplo, sólo la rebaja del IVA anunciada por Sánchez costará del orden de 100 millones al mes en ingresos fiscales.

El impuesto a las eléctricas 

Por su parte, Unidas Podemos tiene la sensación de que el lado socialista está más dispuesto que en otras ocasiones a "tomar verdaderas medidas de izquierdas". Pero opinan que lo hacen "a regañadientes".

Y como ejemplo, recurren al famoso impuesto a las eléctricas. PSOE y Unidas Podemos ya están de acuerdo en que se debe hacer.

Pero falta saber el cómo y el cuándo. Y como una cosa lleva a la otra, la vicepresidenta segunda exige que se incluya en el decreto, "para que entre en vigor ya", según las fuentes. Mientras, la ministra Montero prefiere llevar ese recargo al 1 de enero de 2023... de modo que no se pagaría hasta el año 2024.

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Eso en Unidas Podemos significa "engañar a la gente". Y se entiende que el PSOE prefiere esta manera de actuar para poder anunciar que "las empresas energéticas contribuirán más", pero que eso no ocurra hasta que haya otro gobierno ya en Moncloa. "O sea, para que haya tiempo de echar marcha atrás y el lobby eléctrico no se les enfade".

Del lado socialista se alega que "hay que ser serios". Poco menos que una cosa es poner un nuevo impuesto a un sector, pero otra que ya entra en el concepto de inseguridad jurídica, hacerlo a mitad de ejercicio. "Esas compañías, al menos, merecen cerrar cada ejercicio fiscal con las mismas reglas con las que empezó", apuntan fuentes cercanas a Montero.  

Desconfianza mutua

El pasado martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, sorprendió la excusatio non petita de Yolanda Díaz. Se le había preguntado por la negociación interna entre PSOE y Unidas Podemos sobre las medidas que incluirá el nuevo decreto contra los efectos económicos de la guerra y ella contestó justificando su hilo de Twitter de la noche del lunes.

"No hay novedad, son medidas que ya pedimos para el primer decreto". En realidad, estaba contestando al ala socialista que, minutos antes, le había criticado por "la deslealtad de contar en público la negociación".

Así lo ha podido corroborar este periódico en fuentes gubernamentales de ambas formaciones. Pero tampoco eso era cierto del todo. Mucho más que haber desvelado al público los términos de la discusión interna del Consejo de Ministros, al PSOE le había molestado ver a la vicepresidenta segunda actuar "como lo hacía Pablo Iglesias". Es decir, con hechos consumados, radiando a los cuatro vientos sus exigencias, con el objetivo de rentabilizarlas.

"Si se acuerda aprobarlas, ella se las apunta; y si no salen, ella alimenta la imagen de que la única izquierda en el Ejecutivo es la morada, y que el PSOE cojea demasiado de la derecha", explica a este diario un socialista experimentado.

Pero lo del derechismo del PSOE dicen tenerlo corroborado desde Unidas Podemos, cuyos dirigentes critican, sin permitir citarlos con nombre y apellidos, la rebaja del IVA de la luz al 5%.

"Le entregan una bandera al PP, que reclamaba esto desde hace meses, y ellos se negaban hasta anteayer", explica un portavoz de los morados. "Y a cambio, el Estado pierde ingresos, los socios de investidura te critican y la propia Teresa Ribera reconoce en público que la medida ayuda, pero no resuelve el problema".

Una crisis inabordable

Que la tensión en el seno del Ejecutivo está alcanzando niveles similares a los de los primeros meses de la coalición, ya no lo niega ninguna fuente a la que se le pregunta, en cada lado del Gobierno.

Ya no es por la presencia de un combativo socio minoritario, empeñado en conquistar espacios cada día: Iglesias ya se fue. Sino porque se acerca irremisible el fin de la legislatura -con los socios y aliados necesitados de marcar perfil propio-, y lo hace acompañada de una crisis económica casi imposible de abordar.

La inflación es un fenómeno, en sí, complicadísimo de detener sin graves costes socioeconómicos. Aún peor desde que los países del euro ya no gobiernan su propia política monetaria. Se agrava la cosa cuando es un fenómeno global, como es el caso. Y termina de rizarse el rizo si, como es el caso, la subida de precios no es por exceso de demanda, sino por restricciones en la oferta.

El caso español añade, además, un altísimo endeudamiento público y un déficit disparado que le da al Gobierno un escasísimo margen fiscal. Pero, aun así, la carrera política entre PSOE y Unidas Podemos para conquistar la hegemonía ideológica progresista en cada una de sus iniciativas políticas tensiona más la situación.

A eso se refieren las fuentes socialistas del Ejecutivo cuando acusan a los morados de ser "la oposición dentro del Gobierno". Y a eso se refieren las fuentes de Unidas Podemos del Consejo de Ministros cuando afirman exigen "un giro visible a la izquierda" y publicitan sus ideas para incluir en el decreto del sábado.