El miedo a Sánchez de los presidentes autonómicos del PSOE: "Si gana este, no seguimos"
Creen que, si gana, el ex secretario general puede desestabilizar sus federaciones en los congresos regionales y, en cualquier caso, ahuyentar al electorado. Por ese motivo, plantean las primarias como un referéndum sobre sí mismos.
19 marzo, 2017 01:49Noticias relacionadas
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En las primarias del PSOE está en juego mucho más que una secretaría general. Según ha podido saber este periódico, varios presidentes autonómicos socialistas creen que sus puestos, tanto en el partido como en los Ejecutivos regionales, estarán directamente en peligro si Pedro Sánchez vuelve al timón del PSOE. "Si gana este, nosotros no seguimos", ha dicho uno de los siete presidentes regionales socialistas a sus colaboradores más cercanos. El augurio, según varias fuentes, es compartido con mayor o menor dramatismo por los otros barones del PSOE con mando en plaza.
Por ese motivo, diferentes secretarios generales replantean el ring de estas primarias. No se trata de Sánchez, Susana Díaz o Patxi López. Se trata de Sánchez o ellos, cada uno en su comunidad. Y así están comenzando a plantearlo internamente. "O Pedro o el presidente", según informan fuentes de varias federaciones.
Ninguno de los siete presidentes autonómicos del PSOE apoya a Sánchez en estas primarias. Una de ellas, la de Andalucía, Díaz, es su competidora más directa y favorita dentro del partido. Otros cinco, Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Javier Lambán (Aragón), Javier Fernández (Asturias), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) y Ximo Puig (Comunidad Valenciana) apoyan sin fisuras a su colega andaluza. Francina Armengol (Baleares), aliada del exlíder hasta el último minuto, pasó a apoyar a Patxi López nada más se presentó.
El razonamiento de los presidentes autonómicos es sencillo. Sánchez no es el candidato idóneo para el PSOE ni para los votantes, según ellos. En caso de ganar, temen la revancha en los congresos autonómicos que siguen al federal según las reglas internas del partido. Eso quiere decir que, tras el cónclave nacional de junio, se repetirá el proceso en todas las comunidades y se elegirán nuevos líderes autonómicos. A pesar de que en siete autonomías ese puesto coincide con el de presidente autonómico, el grado de división y las cuentas pendientes llevará a Sánchez respaldar a candidatos rivales.
Uno de los responsables de estrategia de Sánchez, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ya ha anunciado que, pase lo que pase, en Andalucía el sector sanchista presentará un candidato a la secretaría general del partido. Si Díaz pierde el congreso nacional, tendría competencia en casa para mantener su puesto. "En Extremadura intentarán desestabilizar a Guillermo apoyándose en los críticos de Cáceres. En Castilla-La Mancha, con los de Albacete y Guadalajara. En la Comunidad Valenciana Ximo está más débil que los demás barones y recurrirán a los de Valencia y parte de las otras dos provincias", explican fuentes socialistas. Lo mismo ocurriría en Baleares, Aragón y Asturias. En todos sitios hay críticos con el aparato. En esta carrera, muchos de ellos van con Sánchez.
Ser presidente autonómico y líder del partido es una gran fuente de poder incluso frente al secretario general del PSOE, que llegaría para ponerse al mando de un navío que necesita muchas reparaciones. Pero los barones, que culpan a Sánchez de la división del partido, no creen que si vuelve vaya a respetar su autoridad en sus territorios. En cualquier caso, los dirigentes regionales siempre partirían con más posibilidades que sus competidores, aunque éstos tuviesen el respaldo de Ferraz. Esos congresos autonómicos podrían celebrarse en julio o en septiembre.
El sudor frío de dejar la presidencia
El segundo argumento de la campaña interna de los presidentes autonómicos surge del sudor frío que recorre su cuerpo cuando constatan que Sánchez no servirá para mejorar los resultados electorales. "¿Te has preguntado por qué tan pocos cargos públicos y, desde luego, ningún presidente, están con Sánchez? Lo que más valoran ellos es repetir en el puesto, volver a ganar las elecciones o gobernar. Eso es lo que ponen por encima de todo, porque al final, para lo que están en política es para gobernar y cambiar las políticas públicas. Y con Sánchez sería mucho más difícil", explican fuentes socialistas.
En ese sentido, llama la atención que, aunque ninguno de los presidentes apoya a Sánchez, cinco sí son presidentes gracias al apoyo directo o indirecto de Podemos y sus partidos hermanos. "Decir que Díaz pactará con el PP y Sánchez con Podemos es absurdo. Lo desmontan acuerdos de Gobierno como el de Ximo en Valencia o Francina en Baleares. Ellos ya han pactado con Podemos y volverán a hacerlo para seguir. Pero si Pedro gana, las expectativas del PSOE no mejorarán", explican estas fuentes, muy cercanas a uno de los barones socialistas.
En algunas autonomías, el PSOE está por delante de Podemos por muy poco. En Aragón, donde ganó el PP, Lambán supera a Pablo Echenique por cuatro diputados. Lo mismo ocurre en Baleares. La misma diferencia separa a Mónica Oltra (Compromís) de Ximo Puig en la Comunidad Valenciana.
Cinco de los presidentes autonómicos, los que apoyan a Díaz, creen que con ella en el timón del PSOE el partido volverá a tener una voz nítida, se mitigará la imagen de desunión y se recuperarán posiciones frente al PP logrando respaldo en los sectores más moderados de Podemos. "Si gana Pedro, no vamos a recuperar votantes que se han ido a Podemos, porque preferirán el original a la copia. Nos quedarán fieles que siempre han votado al PSOE y siempre lo harán", explican las mismas fuentes. Sánchez ya ha logrado los dos peores resultados de la historia del PSOE en unas elecciones generales y, según esta tesis, un segundo mandato no hará sino acentuarlo y llevar al partido a la irrelevancia.
Un referéndum sobre sí mismos
"Su discurso ahuyenta a nuestros votantes porque se aparta de la centralidad, porque hace a nuestro partido menos atractivo para los que votan a otros", explican. En ese sentido, varios presidentes autonómicos creen que el pretendido giro a la izquierda de Sánchez no es ni real, porque no lo hace por convicción, ni será efectivo, porque aunque pueda ganar las primarias no ganará las elecciones. Que la única presidenta autonómica que lo apoyaba, la balear Armengol, haya optado por López es para algunos la prueba definitiva de esta teoría.
Las primarias son, dentro del aparato, un juego de lealtades que se acaban mostrando en público. El riesgo de perder los Ejecutivos autonómicos está haciendo que varios presidentes estén convirtiendo la contienda en un referéndum sobre sí mismos. Por ese motivo, se recuerda a los cargos intermedios del partido que lo que está en juego en la Comunidad Valenciana es "si gana o pierde Ximo", según fuentes del partido en esa comunidad. Lo mismo ocurre con otras federaciones.
La estrategia está teniendo resultados porque, aunque estos presidentes se queden sin Gobierno en las elecciones autonómicas de 2019, probablemente seguirán controlando el partido desde la oposición. Y, con él, las listas electorales. "Si quiero volver a ser diputado, mi puesto depende de mi secretario general", explica un parlamentario. "No me gusta Pedro, no me convence Susana, pero tendré que apoyarla", añade.