Pedro Sánchez y José Luis Ábalos en una viñeta.

Pedro Sánchez y José Luis Ábalos en una viñeta. Tomás Serrano

España CASO KOLDO

El Gobierno alega que Sánchez no sabía lo que hacía Ábalos y Ábalos alega que no sabía lo que hacía Koldo: el TS investigará

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El Gobierno intenta limitar daños después de que el Tribunal Supremo acordara este jueves investigar a José Luis Ábalos por corrupción en su doble condición de ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE. 

El Ejecutivo alega que Pedro Sánchez no sabía lo que hacía su mano derecha y número dos en el partido. Por su parte, según fuentes del entorno más próximo a Ábalos, el exministro basará su defensa en culpar de todo a su exasesor Koldo García Izaguirre.

Por tanto, el PSOE y Ábalos echan balones fuera ante la futura investigación del Tribunal Supremo. Pedro Sánchez no admite responsabilidad política alguna y el extitular de la cartera de Fomento argumenta que nunca se lucró ni cobró comisiones. 

Fuentes socialistas aseguran que daban por hecha la decisión del Tribunal Supremo de investigar a Ábalos, y se preparaban desde hacía tiempo para conceder el suplicatorio en el Congreso. En la práctica, eso no supone tomar ninguna decisión, porque la casi totalidad de las peticiones que en Democracia han llegado del Supremo se han tramitado afirmativamente. 

Lo que no hay en esta ocasión son críticas a los tribunales, como en otras decisiones de la Justicia que afectan al Gobierno. Pasó en el caso de Begoña Gómez o en el del fiscal general del Estado, Álvaro García.

La tesis oficial a la que se acogen los socialistas es la de que José Luis Ábalos actuaba sin apoyo de nadie más en el partido ni en el Gobierno y que Sánchez no tenía conocimiento de sus actividades.

Ábalos ya es, por lo tanto, para el presidente del Gobierno lo que Luis Bárcenas fue para Mariano Rajoy cuando fue imputado: "Esa persona por la que usted me pregunta". Nadie da razón de él ni en Ferraz ni en la Moncloa.

Sin embargo, EL ESPAÑOL desveló el pasado mes que Santos Cerdán negoció con Koldo García un pacto de no agresión tras la publicación de la auditoría sobre las mascarillas encargada por Óscar Puente.

El secretario de Organización del PSOE llamó por teléfono a Koldo García, según un testigo presencial, el 28 de agosto sobre las 22:00 horas. Cerdán se encontraba en aquel momento en México cerrando una alianza con Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum.

Cerdán y Koldo "se tomaron un café" el 10 de septiembre. Estas conversaciones tenían como objetivo reconducir la situación con el asesor de Ábalos y el exministro, ya que existía un gran temor en el PSOE a que se produjeran filtraciones que dañaran directamente al Gobierno y a Sánchez.  

La defensa de Ábalos

La exposición razonada elevada al Supremo por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno aseguraba que existen indicios suficientes para investigar a Ábalos por los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación de fondos públicos.

Ábalos afirmó a EL ESPAÑOL que no sabía que Aldama había comprado el chalet en La Línea de la Concepción (Cádiz) y que él pagó de su cuenta 7.500 euros correspondientes al primer mes de alquiler y a los dos de fianza a los que le obligaba el contrato.

Por su parte, según su entorno, desconocía también que la renta mensual del lujoso apartamento en la Plaza de España de Madrid en el que vivía su novia, una joven universitaria llamada Jesica Rodríguez García, era abonada por Luis Alberto Escolano, testaferro del comisionista Víctor de Aldama. 

La vivienda, situada en la Torre de Madrid, tenía un alquiler de 2.700 euros al mes, que fueron depositados por la trama durante más de dos años y medio. En total, 82.000 euros.

Ábalos sostiene que desconocía los negocios de Aldama y Koldo, además de que si ambos trataron la compra de un chalet o el pago del alquiler del apartamento de su novia fue para agradarle, sin que él tuviera conocimiento de ello

Esa versión choca con el material recogido en los informes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Los dispositivos móviles incautados a Koldo han permitido a los agentes recuperar los whatsapps entre Ábalos y su asesor sobre el chalet de Cádiz.

El exministro eligió el chalet que compró Aldama y dio también la orden de que se quedara un piano para uno de sus hijos pequeños. Es decir, las conversaciones demuestran cómo Ábalos seleccionó la vivienda con Koldo y cómo el comisionista encontró un socio que lo pagara.

El comprador fue Claudio Rivas, en prisión junto a Aldama por haber defraudado a Hacienda 182 millones de euros con empresas de hidrocarburos. El dueño de Villafuel utilizó una de las empresas que controlaba, Have Got Time SL, para realizar la operación.

Rivas accedió a comprar el chalet al ministro a cambio de que Villafuel recibiera el título de operador de hidrocarburos. Este no fue el único pago del socio de Aldama, ya que, tal y como publicó en exclusiva EL ESPAÑOL, desembolsó más de un millón de euros para realizar las gestiones oportunas con el Gobierno.

Ábalos mantiene que nunca tuvo relación alguna con Claudio Rivas, por lo que volverá a apuntar a Koldo García como único responsable de los trámites realizados con el Ministerio de Industria a través de Juan Ignacio Díaz Bidart, jefe de Gabinete de la ministra Reyes Montoro.  

Responsabilidad de Sánchez

Mientras, en el PSOE siguen sin explicar las razones por las que en 2021 Sánchez decidió por sorpresa prescindir de su mano derecha en el PSOE y el Gobierno.

El presidente del Gobierno se ha limitado a asegurar hasta ahora que le destituyó porque había que dar un impulso político al Ejecutivo una vez terminada la pandemia. Tampoco ha explicado las razones por las que le volvió a meter en las listas de las generales de 2023.

Algunas informaciones aseguran que le destituyó por su vida personal. También se ha publicado que Ábalos presentaba cuentas de gastos desproporcionadas al partido, sin que el PSOE lo haya desmentido hasta ahora.

El exministro relató en su momento a EL ESPAÑOL que en 2023, cuando Sánchez le comunicó que iría en las listas, le advirtió de que la relación con Koldo García "no le hacía ningún bien".

El argumentario de los socialistas pone distancias con Ábalos y, obviamente, no hay nadie que le apoye o defienda en el partido y el Gobierno. Se repite una y otra vez que Sánchez actuó de forma ejemplar al echarle del partido y del Grupo Socialista en febrero, en cuanto se conocieron las actividades presuntamente delictivas de Koldo García, su mano derecha.

No explican los socialistas por qué Ábalos es el responsable político de la corrupción de su mano derecha y, en cambio, Sánchez no lo es de las actividades similares de quien fue precisamente su mano derecha durante años.

Fuentes oficiales dicen estar tranquilos ante la posibilidad de que afloren informaciones que afecten aún más al Gobierno y al PSOE. Sin embargo, entre dirigentes y ministros sí existe el temor de que las investigaciones terminen por mostrar datos sobre las relaciones de la trama con otros departamentos, más allá de Transportes e Interior.