Juan Espadas, en la sede del PSOE de Andalucía.

Juan Espadas, en la sede del PSOE de Andalucía. EP Sevilla

Andalucía

El 'ruido de sables' sube enteros en el PSOE de Andalucía según se acerca el congreso: "Espadas es el pasado"

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Según se acerca el Congreso federal del PSOE, que se celebra en Sevilla la próxima semana, aumenta el 'ruido de sables' dentro de la formación de Andalucía... y también fuera. A las últimas voces socialistas que dudan de la continuidad de Juan Espadas como secretario general en la comunidad se suman las de altos cargos del PP, que aprovechan el momento de debilidad del sevillano para ponerle en duda: "Es el pasado".

Los tiempos, en política, son claves. Y eso lo sabe la dirección del PSOE andaluz, que atribuye a la cercanía del Congreso el que haya cada vez más voces que piden renovación.

Recuerdan, además, que la estrategia de oposición de Espadas empieza a dar sus frutos con la admisión de la querella contra el SAS por una serie de contratos rápidos que los socialistas tachan de irregulares.

Aunque es cierto que Espadas ha conseguido 'anotar' un golpe de efecto con esas querellas -la actual gerente del SAS y sus dos predecesores están señalados en la causa-, eso no ha acallado a quienes le piden que se retire del liderazgo. 

Si la semana pasada era el secretario general del PSOE de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, quien señalaba que era el momento de cambiar para retomar el pulso de la sociedad y volver a gobernar Andalucía, esta semana son hasta 48 figuras del partido los que han firmado una carta en el mismo sentido. 

José Caballos

Su impulsor es José Caballos, quien fue senador y portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz. Con él, hasta 47 personas que, con nombre y apellidos, piden cambio a Espadas. Un nuevo liderazgo. 

Por ahora desde la dirección del PSOE andaluz han quitado importancia a las voces disidentes. Las enmarcan siempre en el entorno de la expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quien siempre ha reivindicado que a ella la descabalgaron tras ganar las elecciones andaluzas -lo hizo en 2018 aunque no pudo gobernar por los pactos del PP- y que Espadas ha perdido en todos los comicicios a los que se ha presentado. 

Esa debilidad pública de la contestación interna alimenta, a su vez, que los 'enemigos' políticos también alcen la voz. "Juan Espadas es el pasado, ha perdido las cuatro últimas elecciones", señalaba uno de ellos esta semana desde el PP. 

Lo cierto es que los resultados electorales no han acompañado. Espadas siempre ha señalado que su oposición es un trabajo de fondo que culminará con la victoria en 2026, cuando los andaluces están llamados a las urnas. 

Encuestas mejoran

La realidad es que sí que en el último barómetro del Centra -el Centro de Estudios Andaluces, que depende de la Consejería de Presidencia-, se apreciaba una tendencia mejor de los socialistas en la comunidad. Eso anima el discurso de Espadas y su equipo. 

Sin embargo, la mejora es escasa y no garantiza de forma alguna una victoria en 2026. Paciencia, señalan desde la dirección del PSOE andaluz. Pero hay quien ya la ha perdido. Los críticos de Susana Díaz, de Luis Ángel Hierro, de Mario Jiménez, de Juan Carlos Ruiz Boix, de José Caballos... La lista sube por días.

Lo más preocupante, sin embargo, no es que los críticos de dentro del PSOE pidan renovación en el liderazgo. Sobre todo cuando Espadas cuenta -por ahora- con el apoyo del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sino que el Gobierno andaluz le prefiera haciendo oposición.

Y eso le pasa a Espadas. Fuentes del PP andaluz señalan que con quien más cómodos se sienten es con el liderazgo del exalcalde de Sevilla. Entienden que otro nombre podría revitalizar a los votantes socialistas y suponer algún problema en 2026. No Espadas, señalan. 

Suelo electoral

Añaden que el PSOE, por su implantación territorial y tradición, no puede bajar de los 30 diputados que tienen ahora en Andalucía. Es su suelo, entienden, luego cualquier cara que venga a animar a sus votantes mejorará esa marca.

Cuando se le consulta a Espadas, su teoría es otra. El partido ha mordido bien en el caso de los contratos del SAS, señala, y los críticos están sobreexcitados por la cercanía del Congreso. No hay nubes en el horizonte. 

La situación está pronta a resolverse. En el Congreso federal de Sevilla habrá con casi total probabilidad noticias o, si no, pistas de cómo será el futuro de Espadas. Y en el congreso andaluz, que se celebrará antes del 23 de febrero -aniversario de un golpe de Estado frustrado, curiosamente- se terminará de resolver el enigma: ¿Espadas en 2026 sí o no?