Los Mossos ven imposible que Puigdemont entre al Parlament si se cumple el dispositivo de seguridad
Los alcaldes independentistas, la ANC y los CDR han convocado a los suyos para arropar al 'expresident' y agitar los ánimos el día de la investidura.
7 agosto, 2024 02:50Los Mossos d'Esquadra no contemplan la posibilidad de que Carles Puigdemont pueda acceder este jueves al Pleno de investidura en el que el socialista Salvador Illa debería ser proclamado presidente de la Generalitat. Distintas fuentes de la policía autonómica catalana advierten de la vigilancia existente en el Parlamento y avisan de que "si no se quiere que entre, es imposible que lo haga".
El propio Puigdemont avisó de que regresaría a Cataluña coincidiendo con esta cita, convocada para el jueves, y desde su partido ya han avisado de que pedirán la suspensión del Pleno si el expresident es detenido. La duda está en si logrará llegar hasta su escaño en el Parlament, consiguiendo una foto simbólica para el independentismo, o será arrestado antes.
El Parlament de Cataluña está ubicado en el parque de la Ciudadela de Barcelona, un lugar que suele ser vallado cuando se prevé que pueda haber grandes concentraciones que alteren el orden público. Y, aunque de momento no se ha desplegado ningún operativo ni los Mossos han sido informados de ello, en esta ocasión, desde luego, es muy probable que ocurra.
De esta forma, la entrada al recinto queda limitada a unos pocos accesos, todos ellos controlados por agentes de la policía autonómica. Y en el hipotético caso de que Puigdemont lograra acceder camuflado en el coche de algún diputado, sólo conseguiría llegar hasta un parking externo.
Después, para acceder al hemiciclo, sólo es posible hacerlo a pie. No hay ningún garaje subterráneo ni puertas traseras sin vigilancia. Todas las entradas están custodiadas por agentes, que además cuentan con una sala con monitores desde donde controlan las imágenes que reciben de las cámaras que rodean el complejo.
"No hay manera posible de que entre", advierten fuentes de los Mossos. "Y si consigue colarse, alguien deberá responder" de ello, agregan estas mismas fuentes.
Desde la jefatura de los Mossos d'Esquadra en Barcelona confirman a EL ESPAÑOL que en estos días han estado "en contacto con el entorno de Puigdemont", aunque no ofrecen más detalles. Simplemente, aseguran que manejan "distintos escenarios".
Eso sí, ni el expresidente ni su partido tienen ningún tipo de control sobre el cuerpo. Si alguien puede ejercer su influencia es ERC, que ocupa la consejería de Interior, de la mano de Joan Ignasi Elena, muy cercano a Oriol Junqueras.
En ERC asumen que el Pleno se puede cancelar si Puigdemont es detenido, pero tampoco les interesa que el líder de Junts pueda saltarse todos los controles ni que llegue al hemiciclo para evidenciar que los republicanos han abandonado al independentismo para pactar con el candidato del PSC.
Una detención pactada
Los Mossos también niegan rotundamente que pueda existir cierta permisividad que ayude a Puigdemont moverse libremente por territorio español. "Nosotros tenemos las competencias de una policía judicial y hay una orden de detención sobre él, por lo que tenemos que cumplirla", señala al teléfono Albert Palacio, portavoz del sindicato USPAC de Mossos d'Esquadra.
Desde esta organización también consideran que "no es viable" que Puigemont pueda llegar al Parlamento, porque "si no se quiere que entre, es completamente imposible". En otras ocasiones, apuntan, "han acordonado el Parlament y si pretenden impedir que esto ocurra, lo volverán a hacer".
Por el momento, los Mossos están llevando con absoluto secretismo este operativo, del que no han dado ninguna información, como tampoco el entorno de Puigdemont ofrece pistas sobre cómo será su llegada.
"Lo mejor para él y para todos sería una detención pactada", opina el portavoz del sindicato USPAC. "Porque, en lo que nos toca a nosotros, nos molesta que estemos de nuevo en medio de todo este follón, que es un asunto político. Nosotros somos policías, nos dedicamos a hacer nuestro trabajo y, pase lo que pase, habrá quien especule con que hemos podido colaborar con Puigemont o que hemos sido demasiado duros".
"Es una situación que no nos hace sentir cómodos, no es algo agradable. Pero hay una orden de detención y estamos para cumplirla", remacha Palacio.
Marea humana
Una de las opciones que se habían planteado es que el líder de Junts fuera arropado por una marea humana que lo escoltara hasta el Parlament para facilitar su llegada hasta allí.
La Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) ha hecho un llamamiento a sus 700 alcaldes para que acudan, mientras que la ANC y los CDR han convocado una manifestación, después de cancelar otra anunciada previamente para el pasado lunes.
🔴Declaració de l’AMI en relació a la rebuda del president de la Generalitat a l’exili @KRLS pic.twitter.com/xBMCYHCoZ5
— AMI (@AMI__cat) August 6, 2024
Pero en el hipotético caso de que acompañaran a Puigdemont hasta los accesos del Parlamento, éste se toparía con la citada presencia policial. "Lo lógico sería que su llegada se produjera de la forma más discreta posible", asevera otra fuente de los Mossos, que recalca que la detención se producirá cuando exista autorización por parte de la jefatura del cuerpo.
Cuenta atrás
Todas estas cuestiones operativas, legales y logísticas se mezclan con las implicaciones políticas que tendrá la llegada del expresident y su inevitable detención. Es muy probable que el presidente del Parlament, Josep Rull, de Junts, acceda a suspender la sesión si Puigdemont es arrestado, como pide su partido.
La incógnita está en saber cuánto tiempo se prolongará ese impasse, ya que si el 26 de agosto no ha habido investidura, se tendrían que convocar nuevas elecciones.
No hay una normativa clara sobre este receso, todo son interpretaciones del Reglamento. Pero dentro de la imprevisibilidad en que se mueve habitualmente la política catalana, el nivel de ruido que se genere también puede influir en esta decisión.
Carles Puigdemont debería comparecer ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que se encuentra en Madrid. Y aunque no permanezca en Barcelona, no sería lo mismo que el líder de Junts consiga crear un clima de agitación difícilmente manejable -algo que no sucede en Cataluña desde hace años- a que su paso a disposición judicial se produzca de forma más o menos tranquila.