El reto de Sánchez, reabrir las aduanas de Ceuta y Melilla: Rabat no cede por "cuestión de soberanía"
El régimen de Mohamed VI sólo está dispuesto a permitir una frontera de tránsito, para evitar la imagen de que existe comercio entre dos países distintos.
18 diciembre, 2023 02:56El viaje de José Manuel Albares a Marruecos de la semana pasada para estrechar lazos y preparar el próximo encuentro de Pedro Sánchez con Mohamed VI, no ha servido para mover de su sitio a Rabat en el problema de la frontera terrestre con Ceuta y Melilla.
Por eso, el gran reto del viaje del presidente del Gobierno será la reapertura de las aduanas comerciales y de las fronteras inteligentes de las dos ciudades autónomas.
En el caso de Melilla, hace más de cinco años que la aduana comercial está cerrada, mientras Ceuta nunca contó con una. Además, los viajeros de ambas ciudades no pueden pasar ningún tipo de mercancía o producto.
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Y pese a las reuniones de la comisión hispano-marroquí que supervisa la hoja de ruta que firmaron el presidente Sánchez y el rey de Marruecos en abril de 2022, sigue sin desbloquearse la situación.
La realidad de fondo, según explican a EL ESPAÑOL fuentes próximas a la Administración marroquí, es un conflicto de soberanía.
En las reuniones de la semana pasada que mantuvo Albares con las autoridades del país, "se habló de Ceuta y Melilla solamente en el tema de migración, y de un paso de tránsito", precisa un político marroquí.
Cuando el ministro de Exteriores Nasser Bourita mencionó "problemas técnicos" para habilitar un paso terrestre para el tránsito de personas y de comercio, realmente estaba poniendo una excusa. Todo está bloqueado por una decisión política de Marruecos.
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Marruecos no acepta más que un paso de tránsito de personas y descarta una aduana comercial. De hecho, Bourita en su intervención en ningún momento utilizó el término frontera, sino "paso". Igualmente, evitó las palabras "Estados" o "países", siempre habló de "equipos" para referirse a las comisiones negociadoras.
"No vamos a comprar algo y realizar los trámites de compra internacionales en Ceuta y Melilla por un tema de soberanía, porque Marruecos las considera ciudades ocupadas", sostiene un político regional.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, Rabat sólo permitirá un paso de tránsito, en el que la Guardia Civil escolte a los camiones hasta la frontera, donde la Gendarmería Real los conducirá al puerto cercano. La intención es que todo el papeleo se haga en suelo marroquí, para evitar dar la imagen de que existe comercio entre dos países distintos.
En el puesto marroquí es donde se realizarán los trámites, los controles y se cobrarán los impuestos. Todo ello, siempre y cuando España permita acceder a la población marroquí de las localidades cercanas a Ceuta y Melilla sólo con pasaporte sin necesidad de visado. Es decir, volver al régimen que existía antes de la Covid, pero sin comercio atípico.
En las ciudades autónomas han perdido la esperanza de la reapertura de la aduana. "Se empieza a aceptar que no se reabrirá la aduana. Algunos lo condicionan a que España abra un consulado o embajada en el Sáhara Occidental", dice a EL ESPAÑOL el periodista melillense Alberto Benzaquen.
La realidad es que dos años después de la reapertura de la frontera del Tarajal en Ceuta y de Beni Ensar en Melilla, "no han fraguado las pruebas de la aduana comercial".