España recibe un 15% más de inmigrantes de Argelia y Marruecos en los últimos 6 meses que el año pasado
En 2021 llegaron 10.614 personas a España embarcadas en una patera. En el mismo período de tiempo de este año, 12.159. Es decir, un alza del 14,6 %.
18 junio, 2022 02:59Los bandazos y virajes diplomáticos de Moncloa a lo largo de los últimos 12 meses con Marruecos y Argelia, sus vecinos del Magreb, han desviado la mirada. Pero uno de los principales aspectos de colaboración con estos dos países se ha resentido en lo que va de año: hasta junio, España ha recibido un 15% más de inmigrantes por vía marítima desde estos dos países.
En total, según los últimos datos del Ministerio del Interior sobre inmigración, España recibió en los primeros seis meses de 2022 un 19% más de personas de manera irregular, tanto por vía marítima como por vía terrestre.
Mientras que en el año 2021 fueron 11.393 los migrantes que entraron en territorio nacional de sin documentación de enero a junio, en 2022 han sido 13.561. La inmensa mayoría de los mismos alcanzaron territorio nacional procedentes de Marruecos y Argelia.
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Los datos acumulados provisionales del último informe del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska corresponden al tramo comprendido entre el 1 de enero y el 15 de junio. Tanto en esos seis meses de 2021 como de 2022, la vía principal de acceso fue la marítima, a través de las pateras y cayucos que se adentran en las rutas del Atlántico y el Mediterráneo, poniendo rumbo a España.
Aquí también se aprecia un incremento, tanto en el número de inmigrantes que llegaron a las costas de la Península de esa manera como en la cantidad de embarcaciones en las que realizaron esa peligrosa travesía. En los seis primeros meses de 2021 fueron 10.614 las personas que llegaron a España embarcadas en una patera. En el mismo período de tiempo de 2022 fueron 12.159. Es decir, un 14,6 % más.
También el número de embarcaciones que arriban a las playas españolas se ha visto incrementado en la primera mitad de este año. En 2021 fueron 486 las pateras y cayucos que alcanzaron la costa solo en los primeros seis meses. En 2022, hasta el momento suman ya 537. En total, un 10,49 % más.
Antecedentes
A mediados de junio del pasado 2021 comenzaban ya a apreciarse los primeros efectos de la grave crisis diplomática que se produjo con Marruecos y el rey Mohamed VI. El detonante fue la acogida de forma subrepticia de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, aliado histórico de Argelia y uno de los principales enemigos de la monarquía alauí.
La llegada masiva de inmigrantes a Ceuta y Melilla, muchos de ellos expulsados en las mismas jornadas que entraron, fue la fórmula escogida por Marruecos para advertir al presidente del Gobierno del error que acababa de cometer.
La relación no se ha normalizado con la monarquía vecina hasta este pasado mes de marzo, cuando Pedro Sánchez reconocía el plan de "autonomía para el Sáhara" que exigía Rabat como el proyecto con "la base más seria, realista y creíble" para resolver el enquistado conflicto.
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Ese giro ha soliviantado a la otra gran potencia del Magreb. El pasado 7 de junio, Argelia suspendía con carácter inmediato el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que une al país con España desde hace 20 años.
La ruptura del pacto se producía el mismo día y a pocas horas de que Pedro Sánchez ratificase la postura de España sobre el Sáhara Occidental. Una decisión que Argelia considera "injustificable" y "una violación de las obligaciones legales, morales y políticas de España".
"Las autoridades españolas han emprendido una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sáhara Occidental, una violación de sus obligaciones legales, morales y políticas como poder administrador del territorio que pesan sobre el Reino de España", declaraba la presidencia de la República.
Informes de inteligencia
España se encuentra en una delicada encrucijada, ya que la cooperación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con las policías de ambos países resulta fundamental para contener la presión migratoria. Contentar a uno de ellos acarrea, de forma inevitable, el enojo de su rival. Por eso, tras el enfado de Argelia, diversos informes de los servicios secretos españoles vienen alertando a Moncloa desde finales del mes de marzo de la alta probabilidad de que este país propiciase un aumento en la llegada de pateras a nuestras costas.
Los citados informes, cuyo contenido adelantó EL ESPAÑOL, se realizaron después de la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de dar un giro a la posición española con respecto al Sáhara Occidental.
Mientras recibían estas informaciones de sus analistas, el Gobierno ha mantenido durante casi tres meses el discurso de que la relación con Argelia se mantenía intacta, al ser un "vecino, socio y aliado fiable". Tras la ruptura del Tratado de Amistad con España, las fuentes consultadas en los servicios de información creen que la colaboración de Argelia en materia de inmigración ilegal empeorará.
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI), en el Informe Anual de Seguridad Nacional 2021, ya advertía de lo esencial que resultaba actuar con tacto en la región, debido a que la "compleja situación geopolítica" que vive el Magreb "se ha visto todavía más tensionada".
Por ello, los servicios secretos aconsejaban mantener controladas, "en unos márgenes gestionables", las llegadas de lanchas y pateras tanto en la ruta argelina como en la marroquí: "Es vital para no colapsar los sistemas de recepción y acogida".
En los últimos días, sin embargo, se han vuelto a registrar llegadas de pateras con inmigrantes irregulares a las islas Baleares desde las costas argelinas. Es la constatación de que el equilibrio que España mantenía desde hace décadas en la región se ha desbaratado tras el viraje con respecto al Sáhara Occidental. Una tendencia avalada por los datos más recientes del departamento que encabeza el ministro Marlaska.