El ex jefe de Gabinete de Cospedal reconoce más reuniones con Villarejo de las que ella admitió al juez
Habrían sido una decena las reuniones de la ex ministra con el comisario, el doble de las que reconoció en la Audiencia Nacional.
30 junio, 2021 13:18Noticias relacionadas
Él mismo se encargaba de recogerlo en un coche oficial en las inmediaciones de la Plaza de Colón. El comisario solía esperar enfrente de la antigua cafetería Riofrío. Luego se subía al vehículo, rumbo a Génova 13. Y así, a través del garaje, José Manuel Villarejo accedía sin ser visto al edificio del Partido Popular, directo al despacho de María Dolores de Cospedal.
Así lo ha explicado José Luis Ortiz, el ex jefe de Gabinete de la que fuera ministra de Defensa, en su declaración de esta mañana como imputado en la Operación Kitchen ante el juez Manuel García-Castellón. Era él mismo, explicó, quien realizaba ese breve recorrido, que simplemente consistía en dar la vuelta a la manzana con Villarejo dentro del vehículo. Así le llevaban con discreción a en la sede del partido para reunirse con la entonces secretaria general.
En su declaración, según fuentes presentes en el interrogatorio revelan a EL ESPAÑOL, Ortiz ha señalado que, en realidad, habrían sido una decena las reuniones mantenidas entre Cospedal y Villarejo. Una cifra mayor que la que ella misma reconoció este pasado martes ante el juez de la Audiencia Nacional que instruye esta pieza del caso Tándem.
Cospedal aseguró haberse reunido 4 veces con el comisario ahora jubilado. Se desvinculó, eso sí, de los seguimientos y de la trama de espionaje al entonces tesorero de su partido, Luis Bárcenas. Según fuentes presentes en el interrogatorio, Cospedal afirmó haberse reunido hasta en tres ocasiones en la sede del partido, en la calle Génova, y otra más en una cafetería de Madrid.
El doble
En las tres primeras de esas reuniones, reflejan las mismas fuentes, la habría acompañado su marido, Ignacio López del Hierro, también imputado en la causa. Fue a través de él, ha explicado como llegó a conocer al mando policial.
Esa cifra, sin embargo, contrastaría con lo que ha expuesto esta mañana quien fuera uno de sus colaboradores más estrechos, cuyo nombre también figura en diversas anotaciones de las agendas de Villarejo. Ascendería, de ese modo, a más del doble de las admitidas por quien fuera uno de los pesos pesados dentro del partido en la era de Mariano Rajoy.
También ha declarado esta mañana ante García-Castellón el marido de la exministra. Ignacio López del Hierro, también imputado en la causa, ha asegurado este miércoles que desconocía la existencia del presunto espionaje parapolicial al ex tesorero. Ha admitido, eso sí, una longeva relación y múltiples contactos con Villarejo, al que hacía años que conocía.
López del Hierro dice que no tuvo ninguna participación. Dice que no intervino de ninguna manera en la captación del chofer de los Bárcenas como espía para la trama. Se ha mantenido en la misma línea que lo manifestado este martes por su mujer, quien aseguró que no tenía ni idea de quién era Sergio Ríos Esgueva, ni tampoco el inspector de la UDEF, Manuel Morocho, al que presuntamente se intentó apartar desde la cúpula de Interior de las investigaciones que llevaba a cabo en Gürtel sobre el partido.
Sí ha admitido que tenía una relación con Villarejo que ha definido como personal pero ligera, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press. Ha contado que un abogado les presentó en los años 90 y que retomó el contacto años después.
Ha confirmado, tal y como ya expuso su mujer el martes, que en 2009 hubo una reunión del matrimonio con el ex comisario en la sede del PP en Génova, aunque ha dicho no recordar si fue cuando se lo presentó a ella.
Sobre los motivos, que conforme al relato de Cospedal eran que Villarejo les diera información sobre las filtraciones a la prensa relativas al partido y a ella, López del Hierro ha contestado que no le consta que el verdadero objetivo fuera que el ex policía les mantuviera al corriente de la investigación sobre el caso de corrupción 'Gürtel'.
Interrogado sobre si hubo encargos a Villarejo, el empresario ha explicado que, como norma de cortesía, se le dijo que alguna vez se le encomendaría algún trabajo, si bien ha matizado que no le consta que realmente se le acabara pidiendo y, en todo caso, ha subrayado que él no tenía capacidad para hacerlo porque no era militante del PP.