La alarma de un gran médico ante un virus que muta, que no es estacional y la memez de los políticos
Vive la pandemia a pie de cama hospitalaria y siente que la Covid-19 está ganando la partida ante el cálculo político o la falta de celeridad en la vacunación: “Deberían hacerlo hasta los veterinarios y el debate es que sólo vacune la sanidad pública. Es increible”.
23 enero, 2021 02:26Noticias relacionadas
Como sucedió 10 meses atrás, también un día 22, suena el teléfono en una llamada inesperada. En aquella ocasión, 22 de marzo de 2020, el interlocutor era un profesional dedicado a la importación de material sanitario. Esta vez, quien llama es un médico, también español, relevante a nivel internacional. En ambas ocasiones, la pandemia por la Covid-19 es el tema único de conversación.
Han pasado 306 días, pero el tono de enorme preocupación, con tintes dramáticos, es similar. Parece como si nada hubiera cambiado, si no pensamos en cifras de muertos, de empresas cerradas y de agotamiento psicológico.
Así fue el casi soliloquio del doctor ilustrado e informado a pie de cama y de revista científica.
"Hola. ¿Cómo va el cuerpo? ¿Y el espíritu? Ya sabes que a algunos médicos nos importa tanto lo uno como lo otro. Te llamo porque estoy seguro de que tú no te has acordado de algo que escribiste no hace tanto tiempo, aunque parezca que han pasado años sumidos en la misma pesadilla. Hace, exactamente, 10 meses. Lo publicaste el 22 de marzo. Fue un parto para ti. No porque te costara más o menos hacerlo. Que no lo sé. Un parto porque algunos te pusieron a parir por alarmista, etcétera. El artículo se tituló: El proveedor sanitario le quita la mascarilla a Sánchez: "No compró a tiempo, es una vergüenza".
"¿Te acuerdas? Pues trescientos y pocos días después estamos en las mismas. Creo que peor. Enseguida te explico por qué pienso esto. Es verdad que no hemos llegado a 1.000 muertos al día, como sucedió el primer o segundo día de aquel abril. Yo lo viví en el hospital. No sabíamos dónde meter los muertos. Y nadie venía a recogerlos".
"En aquel artículo tu proveedor sanitario lo clavó. Había una expresión repetida: 'Estamos llegando tarde', decía, refiriéndose al Gobierno, al haber retrasado la adopción de medidas y, encima, cuando declararon el estado de alarma (el 14 de marzo de 2020) resulta que no habían tenido la prevención de comprar en los mercados internacionales mascarillas, por ejemplo".
"Pues ahora, repito, estamos en las mismas. Y, lo peor, es que de poco servirá meterse con la lentitud del Gobierno. Porque nos enfrentamos a un poder superior y no parece que nos estemos dando cuenta. Ni los políticos ni más específicamente las autoridades sanitarias, ni la misma comunidad científica. Nos estamos enfrentando al poder desconocido de un virus inteligente, como todos, que no hemos sabido atajar. Y no estamos tomando las medidas adecuadas".
"Anoche estuve dándole vueltas al asunto de la Covid-19 y fue cuando, mirando cosas, reparé en los 10 meses de tu artículo y pensaba lo siguiente: una de las pocas cosas que podemos saber del SARS-CoV-2 es que no es un virus estacional. Puede vivir a sus anchas, a la vez, en el hemisferio norte y en el hemisferio sur. ¿Te acuerdas cuando se decía que al llegar el verano, con el calor, se solucionaría en gran medida? Pues ya hemos visto en España lo que pasó: julio pasado fue más tranquilo, en contagiados y muertos, porque veníamos del confinamiento total, no por el calor".
"¿Qué significado tiene que este virus no sea estacional, como sucede con la gripe, que da respiro con la temperaturas altas? Pues significa –y ya sabes que yo no soy virólogo– que, primero, los laboratorios no tienen tiempo para preparar la vacuna adecuada como sucede con la temporada de la gripe. Este virus permanece activo y, como vemos, va mutando".
"Esto de mutar suena a película de ciencia ficción. Es que los virus son unos "seres" científicamente perfectos, con una perfección para sobrevivir que parece, eso, de ciencia ficción. El SARS-CoV-2, como te digo, va mutando y, además, está apareciendo en nuevas cepas. Con lo cual, vamos por detrás: las vacunas están básicamente preparadas para la versión anterior, la original".
Tres cepas
"Ya hay identificadas tres cepas, al menos: la británica, que es muy contagiosa… Ay, Simón, hace unos días decías que apenas iba a tener incidencia la cepa británica en España y ya se ha detectado en nueve comunidades autónomas. ¡Qué pregunten en el Campo de Gibraltar si esta cepa no está siendo un factor multiplicador de los contagios!".
"Pero no quiero desviarme del asunto. La cepa británica es muy contagiosa, por variaciones en la proteína S que permite al virus parcialmente modificado penetrar más eficazmente en nuestras células. Y luego está la cepa sudafricana y la brasileña, que fue identificada en Japón. ¿Pero quién nos dice que en las próximas semanas no aparecerán nuevas cepas? ¿Hasta qué punto estamos seguros de que las vacunas Pfizer, Moderna, AstraZeneca -que, por cierto, ha anunciado un nuevo retraso-, son realmente eficaces para inmunizarnos?".
"Mi desvelo la noche anterior ha sido por esto: este virus no es estacional, muta y aparecen nuevas cepas. Ya conocemos tres, ¿pero cuántas serán si no logramos acotarlo, reducirlo y vencerlo de una vez?".
"Y frente a esta incertidumbre que empieza a obsesionarme, ¿qué estamos haciendo? Te puedes imaginar lo que siento y pienso cuando escucho a imbéciles, con perdón, decir que las vacunaciones en España las hará solo la sanidad pública, porque se bastan, y no intervendrá la sanidad privada. Hay que ser cortos, memos o mendaces. Fíjate lo que te digo: tendrían que vacunar hasta los veterinarios. Porque lo que tenemos que conseguir en el menor tiempo posible es inmunizar lo más rápidamente a la mayor parte de la población española, europea y mundial, para parar en seco la aparición de nuevas cepas".
"Tengo la impresión de que no nos damos cuenta de en la que estamos metidos. No quiero ser alarmista ni agorero, pero sí estamos obligados a ser sinceros quienes nos dedicamos a la salud. También los políticos a actuar con criterios científicos, dejando su frivolidad y calculismo político en votos".
"Hay decisiones, mejor dicho, no decisiones, que resultan insoportables. ¿Cómo es posible que continúen llegando vuelos de Gran Bretaña y Brasil a Madrid y a otros aeropuertos españoles? Al parecer, ahora no llegan vuelos directos desde Sudáfrica. Un colega suizo me decía hace un par de días que debido a la cepa británica habían llevado a cabo un confinamiento de cinco semanas para prevenir la libre circulación de esta variante del virus".
"Cuando ves cómo actuamos en España y en otros países europeos, te das cuenta de hasta qué punto en el llamado primer mundo se actúa como si perteneciéramos al cuarto, cuarto milenio, como diría el otro. Voy a contarte una anécdota, pero no me pidas más detalles, que te conozco".
Elegir vacuna
"Hace unos días me llamó un paciente que tengo en un país árabe para hacerme una consulta. Me quedé bloqueado cuando me preguntó si debía ponerse la vacuna de Pfizer, la de Moderna o la vacuna china. Porque allí pueden elegir. Y nosotros, aquí, que si la vacuna deben ponértela en la sanidad pública, que si no tenemos agujas suficientemente largas para apurar los viales de la de Pfizer, con los aeropuertos abiertos… Ya viste que los chinos no dejaron entrar a Wuhan a un investigador de la OMS porque tenía anticuerpos por haber pasado la Covid. Estos no se andan con contemplaciones".
"Los suizos se confinaron cinco semanas tras la aparición de la cepa británica, la canciller Merkel ha hecho un llamamiento a los alemanes para autoconfinarse y aquí con dudas de si cerramos a los 8 de la tarde o a las 10 los bares. Con el lexatin de Fernando Simón que ya no tiene efecto alguno. Acabaremos confinados totalmente si esto sigue así. Tanto como tu proveedor pronosticó en marzo que llevaríamos mascarillas hasta Navidad y llegaríamos a los 50.000 muertos. Se quedó corto".
"Yo, corto", dice cuando le preguntamos si cree que esta tercera oleada será más letal que la primera. España suma 83.000 muertos, aunque el Gobierno sólo reconoce algo más de 53.000. El primer ministro británico, Boris Johnson manifestó este viernes que la nueva variante británica del coronavirus, detectada en su momento en Londres, puede ser más letal que la versión original del SARS-CoV-2.
Tampoco quiere entrar el médico amigo, uno de los grandes de España, en especulaciones sobre el peso de la política de luces cortas en la toma de decisiones del Gobierno. Prefiere no pronunciarse sobre si el retraso del confinamiento generalizado en España se debe más al oportunismo político, con procesos electorales pendientes como el de Cataluña, así como sucedió en la primera oleada con el famoso 8-M y sus manifestaciones y otros acontecimientos pendientes. “Yo soy médico, no periodista, especula tú”, arguye.
Hay cierta sintomatología política parecida entre aquel marzo de 2020 de hace 10 meses con este enero de 2021. En aquellas fechas la preocupación política era si las elecciones vascas y gallegas se celebrarían en las siguientes semanas. Ahora, la incertidumbre se ha posado sobre Cataluña. Con un elemento extraordinario y diferenciador.
En este enero -January en inglés, Janvier en francés- (que se llama así en honor a Jano, el dios de las dos caras, una cara mirando hacia el año que acabó y la otra hacia adelante ) el candidato a president en Cataluña, Salvador Illa, es, también, ministro de Sanidad. Por los caprichos del pertinaz virus, Illa está colgado como un montañero escalador con un piolet en cada mano: la jeringuilla de la vacunación y la brocha de candidato.
Por más que al candidato aún ministro y a su doble jefe Pedro Sánchez, en el Gobierno y en el partido, les interese que los comicios catalanes se celebren el 14 de febrero, si la pandemia sigue creciendo las elecciones están abocadas al aplazamiento. Como sucedió en Galicia y el País Vasco, celebradas finalmente en julio de 2020.
Los datos de este viernes fueron muy malos, 42.885 nuevos infectados y 400 fallecidos. Tremendo. El médico informado, alarmado e ilustrado, que dice no aguantar la politiquería barata que nos inunda citando a Cicerón (Quousque tandem abutare, Catilina/Pablo Iglesias, patientia nostra/Hasta cuando abusarás, Catilina, Pablo Iglesias de nuestra paciencia), quiere acabar con una reflexión para los suyos. Dedicada al cuerpo sanitario: “No perdamos el ánimo, el alma, la ilusión; la vez anterior nos faltaron respiradores y ahora, nosotros, los sanitarios, no podemos perder la respiración, porque esto va para largo”.