El ministro británico que avaló la cuarentena está de vacaciones en España y tendrá que cumplirla
El ministerio de Transporte, encabezado por Grant Shapps, anunció la medida cuando el ministro acababa de llegar al destino vetado.
26 julio, 2020 12:30Noticias relacionadas
El ministro británico de Transporte, Grant Shapps, está de vacaciones en España y deberá cumplir una cuarentena a su regreso al Reino Unido, según ha confirmado este domingo el Gobierno de país, que este sábado excluyó a España de la lista de países seguros por el repunte del coronavirus.
El ministro de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, explicó este domingo en declaraciones a Sky que habló con su colega ayer, cuando Shapps acababa de llegar a España para pasar unas vacaciones con su familia, y ambos acordaron que "era necesario imponer nuevas restricciones".
Lo curioso del caso es que fue el ministerio de Transporte, encabezado por Shapps, el que anunció a última hora del sábado la entrada en vigor de la nueva cuarentena, cuando el ministro del ramo acababa de llegar al destino vetado, una circunstancia que, al parecer de la oposición laborista, demuestra el enfoque "caótico" del Gobierno.
"No te lo podrías inventar", declaró también en Sky el portavoz laborista de Sanidad, Jonathan Ashworth, que añadió que "esto dice todo lo que hay que saber sobre este Gobierno".
La decisión de Reino Unido
El Gobierno británico confirmó este sábado que reimpondrá desde la medianoche de este domingo una cuarentena de catorce días para los viajeros que regresen al país procedentes de España. La medida se aplicará a todo el territorio español, incluidas las islas Baleares y Canarias, tal y como ha explicado este sábado un portavoz del ministerio de Transporte de Reino Unido.
La exclusión de ese listado, en el que figuran países como Francia, Alemania, Estonia o Eslovenia -pero no Portugal o Estados Unidos-, significa que los viajeros que lleguen de España, tanto residentes como turistas, tendrán que encerrarse durante catorce días en un domicilio en el Reino Unido bajo pena de multa de hasta mil libras (1.072 euros).
La decisión de Reino Unido supone un gran golpe para todo el sector, dado que el turista británico tiene un gran peso en España.