Puigdemont ve "una rebaja del fraude de Moncloa" y el Gobierno que se ha evitado una "burla a la ley"

El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha valorado la decisión del Tribunal Constitucional (TC) de aplazar la decisión de admitir el recurso presentado por el Gobierno para suspender su investidura como "una rebaja del fraude de ley que pretendía Moncloa". El líder de Junts per Catalunya ha señalado en un tuit que con esta resolución "más de uno debería pensar en rectificar y hacer política de una vez. Y si no es capaz, irse y dejar paso".

Sin embargo, el TC también ha resuelto impedir por unanimidad una posible investidura a distancia de Puigdemont. Fuentes del Gobierno han señalado a Efe que esto permite evitar una "burla a la ley", al Parlamento de Cataluña y al resto de grupos políticos de la Cámara.

También ha querido manifestar su opinión Mariano Rajoy, quien en su cuenta de Twitter ha señalado que "todos los demócratas tenemos la obligación de respetar las decisiones de los Tribunales".

A juicio del Ejecutivo, la prohibición de la celebración de un pleno "fraudulento" para investir a Puigdemont pone en valor el propio reglamento del parlamento de Cataluña frente al "fraude" y la vulneración de los derechos de los parlamentarios que supondría la investidura a distancia.

Además, el Gobierno recalca que Puigdemont no podrá atender de forma presencial el pleno programado para el próximo martes 30 sin haber obtenido previamente una autorización judicial, mientras esté vigente una orden judicial de busca y captura e ingreso en prisión.

Por su parte, Albert Rivera, ha tildado la medida del TC de "sentido común". "Quien no asista al pleno de investidura para huir de su responsabilidad penal ante la justicia no puede ser presidente", ha señalado en un tuit el líder de Ciudadanos.

La decisión del pleno del TC se trata de una medida cautelar acordada en respuesta al recurso del Gobierno contra la investidura -que contaba con el dictamen desfavorable del Consejo de Estado- y que irá acompañada de un requerimiento en el que el TC advierte de que su decisión debe ser obedecida, han señalado fuentes judiciales.

El pleno ha aplazado su decisión sobre la admisión a trámite del recurso hasta haber oído a todas las partes y haber resuelto las dudas que han planteado sobre su admisibilidad.