Es innegable que la pandemia ha acelerado procesos y tendencias que estaban emergiendo. Temas como la sostenibilidad y el bienestar se han potenciado y se ven cada día con más fuerza, también en el sector de la construcción.
Lo que hace un par de años se planteaba como algo a medio plazo, ahora forma parte de la hoja de ruta más inmediata de muchas compañías. Los proyectos en la construcción van al alza y ya comenzamos a ver algunas tendencias en la industria que se van a desarrollar en las próximas décadas y muchas de ellas se quedarán para siempre.
Y es que estamos sumidos en una corriente que va a convertirse en uno de los nuevos estándares del futuro, la llamada construcción consciente. Justamente esto es lo que mueve al Consorcio Passivhaus.
La pandemia ha sido el punto de inflexión a partir del cual gran parte de la población se ha dado cuenta de lo importante que es estar bien en el lugar donde pasamos hoy día gran parte de nuestro tiempo.
No se trata solamente de vivir en un hogar hecho de materiales cada vez más fuertes para poder aguantar cualquier Filomena, sino también cada vez más eficientes y de mejor calidad que contribuyan a una mejora vital tanto para el usuario como para el planeta. Esta ya no es la manera de construir del futuro, sino la de hoy.
Desde el Consorcio Passivhaus seguimos en nuestro empeño de construir de manera consciente y responsable porque aporta un beneficio para todos. Atrás quedan los años en los que se ha construido pensando sobre todo en la técnica y en lo meramente material, olvidándonos de otras cuestiones intrínsecas a la construcción como es la calidad de vida del ser humano y de la Tierra.
Ahora, tras tiempos difíciles que poco a poco vamos dejando atrás, como el avance del cambio climático, la crisis o la pandemia, parece ser que esta desconexión llega a su fin.
Es responsabilidad de todos estar muy pendientes del medioambiente y del cuidado de la Tierra, porque es nuestra y es donde vivimos. Debemos utilizar el clima y los recursos naturales del entorno e incorporarlos como una parte de la estrategia de diseño, logrando así espacios estéticamente atractivos y herméticamente confortables.
En definitiva, fomentar la bioconstrucción y la arquitectura sostenible, dando paso así a la deseada construcción consciente que retorna salud y bienestar. Una manera de hacer que las empresas que formamos parte del Consorcio Passivhaus llevamos por bandera.
La construcción es un eslabón más del engranaje mundial que contribuye al cambio climático. Es por ello por lo que debemos tomar conciencia y construir de manera reflexionada y siempre respetando la madre naturaleza.
De hecho, desde el Consorcio Passivhaus vemos claramente esta dinámica, ya que la construcción consciente es una evolución hacia la construcción sostenible, saludable y eficiente. Tres conceptos que van unidos y son de máxima importancia en nuestro sector.
La construcción ecológica que se empezó a realizar a pequeña escala hace años por el interés e inquietud de algunos usuarios comprometidos –o por moda– debe dejar de ser residual.
De ahora en adelante, el panorama general de la construcción en nuestro país y la mente de los actores de la construcción debe ir encaminado a la construcción consciente, una forma de construir que ha llegado para quedarse por todo lo positivo que aporta tanto para el ser humano y el entorno natural.
Todo apunta a que la construcción consciente se está convirtiendo en un estándar clave para las próximas décadas, porque cuidar el planeta es urgente.
*** Manuel Medina es presidente del Consorcio Passivhaus.