Residentes recogiendo basura del río Citarum en indonesia.

Residentes recogiendo basura del río Citarum en indonesia. Europa Press

Historias

500 bolsas de plástico para hacer un taburete o 1.200 para una silla: así se transforma la basura de Bali

Según la ONG ecologista Sungai Watch, Indonesia es el segundo país que más residuos vierte al mar, después de China.

Más información: Los "puntos calientes" de la contaminación por plástico en las ciudades: 52,1 millones de toneladas acaban en las calles

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El problema de la contaminación en el mar y en los ríos es por todos conocido, pero en el sudeste asiático alcanza niveles difícilmente imaginables. Según un estudio publicado en Nature, cada año se vierten 52 millones de toneladas de plásticos. Esa cifra puede no tener mucho sentido hasta que el arroyo al lado de casa está completamente cubierto de botellas, bolsas, tapones, etc.  

Así es como lo vivió Gary Bencheghib, un francés que fue a Bali a los nueve años con su familia. Desde muy joven aprendió que la Indonesia real estaba muy alejada de las imágenes paradisíacas de arena blanca, cielo azul y palmeras cocoteras. "Toda mi infancia estuve rodeado de plástico", contó el activista en la entrega de los premios Ramon Magsaysay. 

Según Naciones Unidas, solo en Bali se acumulan 30.000 toneladas de basura en sus pequeños riachuelos y canales de la isla. Indonesia ostenta el dudoso segundo puesto como mayor fuente de contaminación marina, solo por detrás de China. Para él "se necesita una acción colectiva. Un cambio radical en cómo pensamos. La polución empieza en los ríos donde aún se puede parar".

Bencheghib y sus hermanos empezaron desde pequeños yendo a la playa y a los ríos haciendo tareas de limpieza. Tras estudiar cine en Nueva York impulsó su propia empresa de creación de contenido con el que denunciar el estado de lo que otrora fueran las playas del edén

En 2020 fundó con sus hermanos Sungai Watch, un proyecto con el que se metía en la mugre. Y además quisieron dar un paso más allá y darle otro uso a ese producto. Ahora crean mobiliario de diseño. 

Todos los días sacan bolsas llenas de basura. Hasta ahora han conseguido eliminar 2.000 toneladas de plásticos de el que crean sillas, bancos y taburetes. Los operarios, muchas veces voluntarios, recogen y separan manualmente por tipo y colores. Una vez así organizado, lo trituran y degradan a la mínima expresión con procesos químicos para formar paneles que luego usan para crear el menaje. Para una silla usan 30 kilos de plástico; para un banco, 22 kg; para un taburete, 11 kg

El plástico en Asia

Solo cinco naciones de Asia China, Indonesia, Filipinas, Vietnam, y Tailandia acumulan el 60% de los vertidos de plásticos globales, y según la organización Ocean Conservancy, uno de los mayores retos de la región para solucionar estos problemas es la gestión de los desechos y la creación de infraestructuras.  

Otro de los desafíos a los que se enfrentan estos países pasa por el ciclo monzónico. Cuando llegan estas lluvias, que pueden durar meses de forma continuada, arrastran toda la basura río abajo. 

Silla Ombak Longer hecha con plástico reciclado.

Silla Ombak Longer hecha con plástico reciclado. Sungai Design

El proyecto de los hermanos Bencheghib es, desgraciadamente, una gota de lluvia en el mar. "El reciclaje en las islas del sudeste asiático es prácticamente inexistente", afirma Paeng López, representante de la Alianza Global Anti-incineración (GAIA, sus siglas en inglés) a EFE. Una de las formas más habituales de tratar los residuos es simplemente quemándolos, con los perjuicios que eso tiene para la salud.

López cuenta que el sistema tiene muchísimos "puntos débiles" y que las posibilidades de que en esa cadena defectuosa los residuos acaben en el mar "son muy elevadas". Muchas veces en estas condiciones se depende más de los esfuerzos voluntarios de organizaciones como Sungai Watch que de la correcta gestión de las administraciones locales.