Una ruta por imponentes castillos de Castilla-La Mancha para sentirte como Don Quijote
Se trata de una propuesta de la Red de Castillos y Palacios para conocer los lugares que inspiraron a Miguel de Cervantes en su obra más internacional.
26 mayo, 2024 08:21La Red de Castillos y Palacios ha propuesto una ruta para descubrir algunos de los más imponentes castillos y preciosos lugares que inspiraron a Miguel de Cervantes para escribir su internacional y reconocida obra El Ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha.
Una ruta que invita a recorrer la tierra castellano-manchega desde una perspectiva histórica, para conocer el entorno que marcó la historia del caballero más famoso del mundo.
Castillo de Belmonte (Cuenca)
Esta fortaleza fue construida en 1456 por el Marqués de Villena, Don Juan Pacheco, hombre de confianza del Rey Enrique IV de Castilla. De estilo gótico mudéjar, se encuentra en perfecto estado de conservación, gracias a los esfuerzos de sus propietarios: la Casa Ducal de Peñaranda y Montijo.
Un monumento que cautiva a sus visitantes con su planta en forma de estrella, sus interiores palaciegos, salones y galerías, sin olvidar su bestiario medieval esculpido en piedra.
Además, en este castillo se puede visitar el Trebuchet Park, situado a los pies de la fortaleza. Se trata de un gran parque histórico-temático de instrumentos de asalto a escala real, con 40 máquinas, en funcionamiento, dispuestas en cuatro espacios diferenciados.
El Toboso (Toledo)
De camino hacia el siguiente castillo, se encuentra El Toboso (Toledo), donde se puede disfrutar de la campiña manchega.
Un lugar donde las encinas, vides y cultivos de cereales pintan el paisaje junto a los molinos que atemorizaron a Don Quijote cuando pensó que eran gigantes.
Castillo de Consuegra (Toledo)
La ruta termina en el Castillo de Consuegra, situado en el Cerro Calderico del municipio toledano. Construido a mitad del siglo XI, durante la época del esplendor del califato de Córdoba, fue terminado a mediados del siglo XIII por los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén.
Una fortaleza inexpugnable de gran atractivo turístico que ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de su historia para adaptarse a los usos y costumbres de cada época.
Cuenta con siete puertas para acceder al núcleo central de la fortaleza, con muros de 4.5 metros de grosor y torres de 30 metros de altura.