Esta receta típica de la abuela manchega es exquisita para el invierno: fácil de preparar y deliciosa
Se trata de un plato elaborado a base de bacalao desalado, aceite de oliva, huevos duros, ajo y patata.
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Si hay una receta típica que preparan las abuelas manchegas, exquisita e ideal para los días fríos de invierno, esa es el atascaburras, fácil de preparar y con un sabor inconfundible.
Este plato, también denominado ajo mortero, se suele comer cuando caen las primeras nieves, sobre todo en la provincia de Albacete, en Cuenca y en algunos pueblos de Toledo.
El atascaburras está elaborado a base de bacalao desalado, aceite de oliva, huevos duros, ajo y patata. Tiene un aspecto parecido al de una mousse, con una textura de puré de sabor contundente. Se sirve adornado con nueces y con rodajas de huevo cocido como decoración.
La tradición manda prepararlo en un mortero, machando ahí los ajos refritos, seguido de la patata cocida. Para terminar, se incorpora el bacalao hasta que quede una masa homogénea donde todo esté bien integrado.
¿Quién lo inventó?
Cuentan que sus creadores fueron dos pastores que se quedaron aislados tras una nevada y que, sin otra posibilidad que añadir a un cocido unas patatas y unas espinas de bacalao, vertieron aceite de oliva y lo machacaron fuertemente para evitar las durezas.
Tras comerlo, dijeron que era una comida que "harta hasta a las burras", y de ahí le viene el nombre. Existen referencias escritas de este plato desde el siglo XVII.