Nochebuena en las casas de los madridistas, una noche tranquila y satisfactoria viendo los últimos cuatro meses del Real Madrid. La entidad se permite el lujo de disfrutar de una semana de vacaciones en estas fechas navideñas después de una gran primera vuelta en la que sobre todo primó la evolución ofensiva del equipo, el inicio de una pareja de centrales de ensueño y la eternidad de un centro del campo de leyenda.
No cabe duda de que Carlo Ancelotti ha cumplido con su palabra. En la primera rueda de prensa que dio aseguró que estos delanteros tenían que mejorar sus cifras anotadoras y eso es lo que ha hecho. Acaba el 2021 con un Karim Benzema pichichi y mejor jugador de La Liga y con un Vinicius Júnior revelación. Además, se atisban brotes verdes en los Marco Asensio, Eden Hazard y Luka Jovic. El equipo más realizador de la categoría tiene motivos para pensar que puede ir a más.
El drama que se montó cuando Sergio Ramos y Raphaël Varane decidieron dar un nuevo sentido a sus carreras quedó apaciguado a los cinco partidos de disfrutar de la pareja Eder Militao - David Alaba. El brasileño y el austriaco han sido factores diferenciales creando un muro en los últimos meses que se combina con el gran estado de forma de Thibaut Courtois. Los dos además se han mostrado como armas ofensivas, uno por el buen juego de pies que está mostrando y el otro por sus subidas cuando revive sus momentos como lateral izquierdo circunstancial.
Pero si este Real Madrid puede jugar de la forma en que lo ha hecho es por su centro del campo. Luka Modric sigue incansable y solo la Covid-19 le ha frenado. Toni Kroos regresó de su difícil lesión al mismo nivel que siempre. Casemiro ha sido el más flojo de los tres, pero aún así sigue siendo necesario para tapar las carencias defensivas que se puedan generar en partidos abiertos. Poco a poco se empiezan a ver cosas del cambio generacional también con Camavinga y Valverde.
El vértigo
Cabe recordar lo que sucedió en la última segunda vuelta que disputó Ancelotti como entrenador del Real Madrid; el equipo se cayó tras una increíble racha de resultados. Es por lo que la prudencia se hace virtud ante los grandes resultados que ha obtenido el club. Nada más comenzar el año se jugarán el primer título con la Supercopa de España. El termómetro también se colocará con una Copa del Rey que pocas alegrías da a los blancos desde hace tiempo.
Que la plantilla pueda seguir al nivel demostrado en la primera parte de la campaña depende mucho del trabajo que ha hecho Antonio Pintus. Las rotaciones y la acumulación de minutos preocupaban a una afición que veía a jugadores ya entrados en años sin ser sustituidos en partidos controlados. A la vuelta de las pequeñas vacaciones habrá oportunidad de ver si el cambio en el cuerpo técnico ha tenido un resultado positivo.
Más aún cuando se espera un gran coco en Champions League. La eliminatoria frente al PSG es el instante que más esperan los madridistas. Hay mucho en juego en esos dos partidos, además de lo que ya por sí sola supone la máxima competición continental. Con las semifinales del año pasado como referencia, la plantilla vive con la ilusión de plantarse en otra final con el hombre que consiguió La Décima. Kylian Mbappé estará enfrente antes de, seguramente, cambiar de camiseta.
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