Como si en él no pasara el tiempo. Lo de Luka Modric (Zadar, Croacia; 1985) se empieza a quedar sin calificativos y el pasado domingo se presenció su última demostración de un talento inagotable. En un derbi, además, lo que lo hace más importante aún. El croata, a sus 36 años, no piensa en su final y tiene al madridismo rendido. También a un Carlo Ancelotti que no entiende su Real Madrid sin su '10'.
En el duelo contra el Atlético de Madrid se jugó a lo que quiso Modric. No marcó (mérito de Benzema y Asensio) ni dio asistencias (responsabilidad de Vinicius), pero dirigió la victoria merengue. El público se lo reconoció coreando su nombre en un par de ocasiones durante el derbi y el cuerpo técnico le esperó para felicitarle tras finalizar los 90 minutos reglamentarios. El abrazo entre Ancelotti y Luka lo decía todo.
A Carletto le preguntaban qué era lo que más le había gustado del Real Madrid ante los de Simeone y lo primero que se le pasó por la cabeza fue: "Modric". Luego, también en rueda de prensa, le preguntaron ya en concreto por el croata y se rindió en elogios hacia él: "Ha hecho un partido espectacular en todos los sentidos, con balón, sin balón, con calidad…es un jugador extraordinario".
Ancelotti es consciente de la importancia que tiene hoy por hoy Modric tanto en el campo como en el vestuario. Acabó el derbi luciendo el brazalete de capitán, el cual le viene como anillo al dedo. A su edad es necesario medir los esfuerzos porque en caso contrario no hay duda de que Luka estaría entre los tres más utilizados por el técnico italiano. Es el séptimo, que no está nada mal, sumando 1.396 minutos y encadenando siete titularidades consecutivas.
Los compañeros están entregados al talento y sacrificio de Modric. Las palabras de Vinicius tras el derbi eran reveladoras: "Modric es increíble. Parece que tiene 22 años. Lo hace todo muy fácil y está siempre concentrado. Hoy seguro que fue el mejor jugador del partido. Si sigue así, levantaremos muchos trofeos. Me da consejos y me dice lo que hacer. Es una grandísima persona. Hace todo muy fácil, y con Casemiro y Toni también. Son el mejor centro del campo del mundo".
Hasta que Modric diga
Con esas, nadie en el Madrid piensa en el final de Modric a corto plazo. Tampoco el jugador, que tiene claro dónde quiere seguir y acabar su carrera deportiva. No será cuando termine esta temporada y visto lo visto no se puede poner una fecha concreta. Se irá valorando año a año, como se viene haciendo las últimas temporadas. La conclusión que se va sacando de esta es que, al menos, está para otra más.
El pasado 25 de mayo, Modric renovó hasta 2022 su contrato que vencía en poco más de un mes. Ampliación por una temporada aplicando la rebaja del 10% del sueldo para la temporada que finalizaba y la actual. La historia se repetirá pronto tras haberse decidido hace unas semanas volver a renovar su contrato por otro año, hasta 2023. Se firmará pronto.
Para Modric será su cuarta renovación y llegará a ser futbolista del Madrid con 37 años y cerca de cumplir los 38 (acabaría contrato en junio de 2023 y celebra su cumpleaños en septiembre). Llegó al club blanco en 2012, con 26 años, y firmó su primer contrato por cinco temporadas (hasta 2017). Desde entonces ha ido creciendo año a año hasta convertirse en uno de los centrocampistas más importantes de la historia merengue.
Su primera renovación se cerró en 2016, a un año de acabar su contrato, y se refrendó la confianza puesta en él ampliando su contrato hasta 2020. Tres años más para un jugador que ya estaba en la treintena, algo inusual en el plan de renovaciones del Madrid. En 2019, otra vez un año antes de que fuera libre, volvió a estampar su firma para seguir hasta en 2021 y hace unos meses pasó de nuevo por las oficinas para asegurar su continuidad esta temporada. En poco tiempo volverá a posar con Florentino Pérez y una camiseta con un 2023 estampado. Será una foto para la historia.
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