La estrategia de Samsung
Hace ya varios meses que vengo preguntándome a mi mismo hasta donde pretende llegar Samsung con su estrategia de mercado. Tal y como ya publicamos en su momento, la compañía asiática dispone de una gran cantidad de dispositivos de todos los tamaños, formas y características posibles. Pero ya no es solo eso, sino que cuando menos lo esperábamos, nos sorprenden con una cámara sin espejo y de lentes intercambiables con android, además de varios ordenadores con Android y Windows 8 preinstalados a la vez.
¿Por qué hace esto Samsung?
La filosofía de Samsung se resume en: «Un dispositivo idóneo para cada usuario en función de sus necesidades», y eso es lo que han defendido la mayoría de sus directivos cuando son preguntados por la estrategia de Samsung. Ellos pretenden ofrecer una amplia gama de dispositivos con diferentes características, de forma que cada usuario puede encontrar su «cacharro» Samsung perfecto.
Pero este no es el único motivo por el que Samsung cuenta con un mercado tan amplio. Otra de las razones es responder a la competencia y a sus lanzamientos. Todos sabemos ya que a la compañía asiática le gusta presumir de tenerla larga y de estar en todos los frentes, por lo que muchos de sus lanzamientos se producen para plantar cara a productos de éxito de otras compañías. Es como si intentasen monopolizar el mercado en todos los nichos.
Un ejemplo de ello bien podría ser el Galaxy S4 Active, el cual salió meses después del Galaxy S4 original y con el que pretenden competir de tú a tú con el Sony Xperia Z en el mercado de los dispositivos ultraresistentes de gama alta. No obstante, dudo que Samsung salga victoriosa en esta lucha, pues el Xperia Z cuenta con un diseño mucho más atractivo que hará que todos se decanten por él en lugar del Galaxy S4 Active.
Y aunque esta política y estrategia de mercado parezca una locura, la realidad es que, al menos económicamente, está resultando satisfactoria para Samsung. Tan solo hay que ver el crecimiento bestial que ha tenido en los últimos años para comprobarlo. Y ya no solo los números de ventas le avalan, sino que gracias a esta política de «lanzar dispositivos muy variados», han logrado crear smartphones como el Galaxy Note, uno de los smartphones Android más vendidos y exitosos de la compañía, a pesar de que su primera versión fue un mero experimento.
Además de esto, numerosos estudios demuestran que cada persona hace un uso diferente de su móvil o tablet, por lo que crear un dispositivo idóneo para la mayoría es algo muy complicado. Esto, nuevamente, avala la política y estrategia de mercado de Samsung.
Sin embargo, resulta curioso que, si su filosofía es cubrir todos los nichos de mercado, sigan dejándose atrás dos nichos bastante importantes y que podrían dar mucho juego: smartphones pequeños de gama alta y dispositivos con materiales más «premium». Apostando por smartphones pequeños de gama alta, podrían plantar cara, por ejemplo, al iPhone de Apple, que ha sido desde siempre uno de sus objetivos principales. Sin embargo, parece que eso no les interesa de momento.
Aunque parezca que todo es positivo en esta política y estrategia de mercado, encontramos dos puntos negativos muy importantes que afectan directamente a la imagen de la marca: la confusión y el servicio post-venta. Todos sabemos que la existencia de tantos modelos y variantes diferentes causa mucha confusión entre los usuarios y, además, hace que el servicio post-venta (actualizaciones, soporte, servicio técnico… etc.) de la gran mayoría de los productos no sea el esperado. Estos detalles son los que marcan la diferencia, aunque por desgracia parece que a la gran mayoría del público parece no importarle en exceso, de ahí que la compañía siga apostando por este modelo.
¿Por qué no lo hace nadie más?
Desde el punto de vista empresarial, este modelo tiene una gran cantidad de ventajas, pero tan solo Samsung lo lleva a cabo. ¿Por qué?
La principal razón es el músculo de la compañía. El capital que tiene la empresa y los medios con los que cuenta siempre facilitan mucho las cosas, y en este caso aún más. HTC, por ejemplo, no podría llevar a cabo el mismo modelo de negocio de Samsung ya que sus recursos son mucho más limitados (y más ahora, que están pasando por una mala racha).
Otro factor determinante es la cadena de producción. Samsung cuenta con una de las cadenas de producción más eficaces y desarrolladas del mundo, lo que les permite tener una hornada de 500.000 dispositivos lista en apenas días y con unos costos de fabricación inferiores a la media, facilitando mucho su distribución y ampliando así el margen de beneficios de sus productos. Esto es posible, en parte, gracias a que ellos mantienen el control de todos y cada uno de los componentes de sus dispositivos: desde la circuitería hasta el cristal que recubre las pantallas.
Aparte de esto, otro factor muy influyente es la fama. La gran mayoría de la gente asocia Android a Galaxy y a Samsung, lo que hace que mucha gente acabe decantándose por productos de Samsung en lugar de los productos de otras compañías. Esto es posible gracias a las fuertes campañas de marketing que Samsung ha estado ejerciendo durante los últimos meses y que, por lo que se ve, han resultado exitosas.
Sin embargo, el que mucho abarca poco aprieta, y eso parece que le está pasando a Samsung en este 2013. El ejemplo más claro de ello es el Samsung Galaxy S4, que es prácticamente una copia del Galaxy S3 y cuyas ventas no han cumplido con las previsiones esperadas.