He abandonado mi cámara fotográfica por el móvil: os cuento mi experiencia
A la hora de tomar fotografías siempre acababa utilizando la cámara de fotos. Poco a poco, he empezado a preferir el móvil, os cuento los motivos.
18 junio, 2017 17:30A pesar de tener una cámara de fotos decente, cada vez la utilizo menos. El motivo reside en que la calidad de las cámaras de los móviles son tan buenas y aportan tantas ventajas que me merece más la pena utilizarlas.
He dejado de utilizar mi cámara de fotos por mi móvil
Reconozco que no soy un profesional de la fotografía (aunque en mi profesión deba tomar bastantes fotografías) pero de vez en cuando, me gusta coger la cámara de fotos e ir a buscar una buena captura. En casa tenemos una Sony Alpha 3000, una cámara bastante decente en calidad, pero además de ello bastante ligera.
Desde que escribo en el blog, la he utilizado mucho más. Cada review o foto que necesitaba para un artículo, tiraba de esta cámara. Durante el último año, cada vez he ido prescindiendo más y más de la cámara y utilizando más el móvil para mis labores. En mis inicios habría sido imposible (utilizaba un Nexus 4) pero desde el Nexus 6 y otros móviles que he ido utilizando con mejor cámara me han hecho abandonar la cámara de fotos de forma casi definitiva.
El principal motivo, peso y facilidad de uso
El arte de la fotografía es muy amplio. Gracias a los avances de la tecnología, la barrera para tomar fotos es prácticamente nula, y cualquier persona puede tomar buenas fotos sin invertir mucho dinero. Evidentemente, mientras mejor cámara tengamos mejores resultados tendremos, pero aún así la técnica cuenta.
A veces ir a tomar fotografías es una actividad propia, pero muchas veces la inspiración viene dada por un momento. Una puesta de sol, un arcoiris tras la tormenta o un deportista batiendo retos. Al final, la cámara de fotos solo la tenemos con nosotros cuando buscamos ese buen momento, pero ¿qué sucede cuando el momento se aparece ante ti, y tu cámara se encuentra a kilómetros?
Llevar la cámara encima a todas horas no es rentable, porque incluso si llevas una cámara ligera, es algo bastante incómodo. El móvil lo llevamos siempre encima, y llevar una buena cámara en el bolsillo no nos añade un peso. Sí, la calidad será menor, pero mejor que no tener ninguna foto. Aunque por otro lado, soy tan torpe con la cámara que nunca sacaré todo su potencial.
Personalmente me cuesta mucho enfocar con la cámara. El autoenfoque del móvil ayuda mucho.
Snapseed y la nube: Cuando la inmediatez vence a la potencia
Otra de las cosas que más me gustan de la fotografía móvil es la comodidad y la inmediatez. Al final, la mayoría de nuestras fotos sufre uno de estos destinos:
- Es mala y la eliminamos.
- La guardamos en nuestra biblioteca digital.
- Impresa en papel fotográfico.
- Compartida por Whatsapp.
Para llegar a esto uno de estos puntos es necesario tomar la foto, comprobar que la foto es buena y retocarla para que luzca mejor. Con la cámara es tomar la(s) foto(s), intuir que han salido bien (la pantalla de una cámara suele ser pequeña y de no mucha calidad). Ir al ordenador, conectar el cable, buscar el archivo, abrir Lightroom (o la aplicación que utilicemos) y ya comenzar a editar la fotografía. Son muchos pasos en los que se pierde tiempo.
No merece la pena hacer el trabajo fotográfico de tu vida para que la compresión de WhatsApp o Instagram lo echen todo a perder.
Lo que más me enamora del móvil es lo rápido que se vuelve el proceso. Una vez tomada la foto, podemos ver que la imagen es correcta (un phablet suele tener una buena pantalla), abrir Snapseed, realizar los retoques y compartir. Antes de lo que tardas en encender el PC ya está todo hecho, y a menos que vayas a imprimir un mural, la calidad será suficiente.
Las cámaras son como los PCs y los móviles son… como los móviles
Durante los últimos meses he estado utilizando cada vez menos la cámara de fotos, y más la cámara del móvil. ¿Significa esto que las cámaras fotográficas profesionales ya no tienen ningún sentido? Ni mucho menos.
La fotografía móvil tiene muchas ventajas, pero a la hora de la verdad tiene también sus limitaciones. No podemos cambiar de objetivo, no podemos utilizar zoom óptico, y a menos que tengamos un sensor de última generación, la calidad decrece mucho cuando nos alejamos de las condiciones de luz óptimas (aunque esto también suele ser recomendable cuando usamos una buena cámara).
Las cámaras de fotos seguirán existiendo, pero ya no son imprescindibles para el usuario de a pie.
Para los verdaderos profesionales de la fotografía; que además de la profesión tienen la técnica; la cámara principal seguirá siendo fundamental. Para los usuarios que simplemente queremos disfrutar de la fotografía (recuerda, se puede disfrutar de algo sin necesidad de ser experto) los móviles ya pueden ofrecernos una gran experiencia.