¿Se acerca el fin del bloatware?
Aplicaciones pre-instaladas. Que no se pueden quitar y encima forman parte de la estrategia central de los fabricantes. El bloatware es uno de los temas capitales del mundo Android, pues es a través de estas aplicaciones donde las marcas se diferencian unas de otras y de Google. Android stock puede gustar más o menos, pero lo cierto es que no consume tanto espacio en nuestros teléfonos como lo que ocurre con marcas como Sony, LG o Samsung. Un problema que en el caso de los últimos a veces es preocupante.
El debate quedaría ahí si la libertad del usuario no quedara en entredicho. La mayoría de estas apps en realidad están muy bien, muchas veces mejor incluso que sus alternativas en Android puro, pero no se pueden desinstalar fácilmente. Para poner fin a esta posición dominante de las marcas, el gobierno de Corea del Sur se ha convertido en el primer país del mundo que ha lanzado una ley para combatir el bloatware.
¿Por fin alguien hace algo?
A partir de Abril las compañías que quieran lanzar terminales allí deberán permitir a los usuarios conocer de antemano cuál es el tamaño real que tienen disponible en su dispositivo así como permitir desinstalar todas aquellas apps que no sean principales.
Ya iba siendo hora de que alguna asociación se hiciera eco de esta práctica y obligase a las compañías a ser sinceras con el usuario. Es poco probable de que estemos ante el fin del bloatware, ya que las empresas seguirán incluyendo sus servicios y apps por defecto, pero si esta práctica llega a más países habremos conseguido una presión importante para que se lo piensen dos veces antes de obligarnos a utilizar algo.
Este tema nos recuerda a Microsoft y su Internet Explorer, que tras varias denuncias y multas se consiguió que fuera obligatorio poder desinstalarse. Y mirad, ¿quién ha utilizado IE durante estos últimos años?
Soluciones que nunca llegan
Las únicas apps que se salvarán de la medida será aquellas relativas a la conexión Wifi, NFC, la configuración del sistema y la tienda de apps. Suficiente como para que empresas del estilo de Samsung sigan con su estrategia de luchar contra los Google Play Services.
Esta nueva postura en realidad no debería afectar a una Samsung que ya prometió solucionar el problema del bloatware. Lo que pasa es que no es lo mismo intentar por uno mismo ir en una dirección determinada que venga el gobierno de tu propio país a imponerte estas medidas.
Ante esta posición las empresas tienen varias opciones. Por un lado está el aquí no ha pasado nada, que básicamente consistiría en continuar como hasta ahora, dejando la habilidad de desinstalarlas en algún lugar en lo más profundo del menú opciones y ya está. La segunda medida más improbable es que se dieran cuenta de que muchos usuarios demandan smartphones más ligeros y dejaran de lado el bloatware.
Y por último, está una solución más extremista. Samsung y demás continuarán creando geniales apps propietarias que formarán parte de la columna vertebral de los nuevos dispositivos, haciendo que olvidemos por completo la opción de desactivarlas y la versión stock de Android. Una que para aquellos que realmente la quieran tener siempre podrán conseguirla a través de los Google Edition.
El principio del fin
Google no se libra de la medida del gobierno de Corea del Sur y apps como Hangouts tendrán que tener la posibilidad de ser eliminada. Habrá que esperar a leer la letra pequeña de la ley y hasta qué punto obliga a las compañías. Una ley que confiemos que sea imitada por otras autoridades del globo.
Una vergüenza que tengan que sean los gobiernos los que pongan freno a multinacionales, aunque ya se sabe, mientras no nos quejemos los usuarios seguiremos siendo solo números en sus cuentas de dinero.
Via Omicrono