Image: Muere José Antonio Muñoz Rojas, a unos días de cumplir cien años

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Letras

Muere José Antonio Muñoz Rojas, a unos días de cumplir cien años

El poeta falleció la pasada noche en Antequera

29 septiembre, 2009 02:00

José Antonio Muñoz Rojas habría cumplido cien años el próximo 9 de octubre

ELCULTURAL.es
La oscuridad de la noche aprovechó la muerte para sorprender a José Antonio Muñoz Rojas en el mismo lugar que le vio nacer, Antequera (Málaga). El poeta no pudo celebrar su centenario en vida por tan solo unos días -habría cumplido los cien el próximo 9 de octubre- y deja ahora huérfana la que iba a ser una gran fiesta en su honor.

El autor, Premio Nacional de Poesía (1998) y Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2002), pertenece al grupo de poetas neorrenacentistas y fue fundador, junto a José Antonio Maravall, Leopoldo Panero y José R. Santeiro, de la "Nueva Revista", al tiempo que mantuvo contactos con varios poetas de la Generación del 27.

Declarado Autor del Año, junto a Antonio Machado, por la Junta de Andalucía, José Antonio Muñoz Rojas protagoniza un completo calendario de actos culminarán con un congreso internacional en el que se debatirá la aportación del poeta a la literatura española, cuya inauguración estaba prevista para el próximo 8 de octubre, víspera del cumpleaños del escritor. El congreso coincidirá con la apertura de una exposición conmemorativa en la que se planteará un recorrido cronológico sobre aquellos aspectos biográficos que han marcado la actividad literaria de Muñoz Rojas.

Muñoz Rojas, entre las cosas del campo
Si hay algo que nunca fue José Antonio Muñoz Rojas -y él se empeñó una y otra vez en subrayarlo- es un poeta profesional. Es un poeta, sí, pero que fue publicando sus libros un poco "por casualidad" -también esta afirmación es suya- y a quien le sorprendió el aluvión de premios y galardones que recibió en la última década de su vida. José Antonio Muñoz Rojas siempre escribió poesía apartado, porque su poesía es una poesía del apartamiento, del alejarse de las cosas para contemplarlas en perspectiva, para sentirlas así, paradójicamente, más cercanas.

Entre poetas
José Antonio Muñoz Rojas nació en Antequera, Málaga, un 9 de cotubre de 1909. Estudió Derecho en la Universidad de Madrid y publicó su primer libro de versos muy pronto, a los veinte años. Aquel libro se tituló Versos de retorno y le sirvió para entrar en contacto con los poetas que más sonaban entonces, y que aún suenan ahora: Juan Ramón Jiménez, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre, Vicente Aleixandre, Pedro Salinas, Luis Cernuda... y Leopoldo Panero, junto a quien fundó la Nueva Revista.
El siguiente paso literario de José Antonio Muñoz Rojas le llevaría a la narrativa, y tras una estancia en Cambridge en el año 1932 escribe lo que serían sus Cuentos surrealistas. En 1934 conocerá a Pablo Neruda, Dámaso Alonso, Miguel Hernández y Federico García Lorca. En 1936 regresa a Cambrige como lector de español y visita en su casa londinense al poeta y crítico T. S. Eliot.

Regreso a España
Su regreso a España se producirá en 1939. Desde entonces publica una serie de libros entre los que se encuentran sus títulos fundamentales: Sonetos de amor por un autor diferente (1942), Abril del alma (1943), Historias de familia (1945). Curiosamente, será al trasladarse a Madrid cuando publicará el que es considerado su libro más importante: Las cosas del campo (1951).
No es José Antonio Muñoz Rojas durante los años siguientes, pese a ser un poeta secreto, un poeta de largos silencios, y su obra aparece de forma continuada, aunque de forma suficientemente espaciada. A esos libros seguirán Cantos a Rosa (1954), Las musarañas (1957), Lugares del corazón (1962), Coplillas, Salmo (1970), Antequera, norte de mi pluma (1977).

Silencio y retorno
Tras este libro se producirá el silencio de José Antonio Muñoz Rojas, roto sólo en 1992 con la publicación de Amigos y maestros, memorias literarias. Seis años más habrá que esperar su regreso a la poesía, ya que hasta 1998 no aparecerá Objetos perdidos, libro que recibirá el Premio Nacional de Poesía de ese año abriendo una serie de reconocimientos (seguiría el Premio Reina Sofía de Poesía en el año 2002) que convirtieron la poesía del hombre que sólo se fijaba en las cosas esenciales en esencial para todos los lectores.

Fallece el 28 de septiembre de 2009, tan solo unos días antes de celebrar por todo lo alto su centenario, en su ciudad natal, Antequera.