Deborah Ann Harry (Miami, Florida, 1945), la legendaria compositora, cara bonita del pop-punk y símbolo de vanguardia en el Nueva York de los años setenta, aparece al otro lado de la videollamada sonriendo y con energía. La cantante de Blondie es ahora mismo una señora con muy buen rollo que conserva su atractivo innato con el paso de los años y con la que dan ganas de irse de cañas o al menos a tomar un vermouth y charlar sobre las miles de cosas trepidantes que ha vivido.
A pesar de estar cerca de cumplir ocho décadas de existencia, su brillo y sentido del humor siguen intactos. Cuando le pregunto qué tal lo lleva con el idioma castellano, su carcajada resuena con fuerza al otro lado de la pantalla. "De momento solo sé decir ‘qué pasa’ y ‘un poquito’, sin duda tengo que mejorar, pero guardo muy buenos recuerdos de España en una gira que hice con Bryan Adams hace unos cuantos años y lo pasamos muy bien, vosotros sabéis pasarlo bien" (risas).
Debbie visitará la capital del 17 al 20 de noviembre como invitada del festival de cine independiente Rizoma, en compañía de su director artístico, y también realizador y performer, Rob Roth, para una serie de presentaciones, coloquios y firma de libros. También habrá dos proyecciones programadas: la del cortometraje conjunto de ambos Blondie, Vivir en la Habana, y la película Mi vida sin mí, que rodó a las órdenes de Isabel Coixet, donde Debbie recuerda haber tenido una gran experiencia con la directora catalana: "Estar en esta película fue una vivencia muy bonita, yo interpreté a la madre de la protagonista de esta historia tan triste y bella. Trabajar con Isabel fue fantástico, su guion era muy bueno y lo que más me gustó de ella fue el grado de confianza mutuo que llegamos a alcanzar. Hizo que las cosas fuesen naturales y nada complicadas".
La edición numero XI de Rizoma, un festival de cine independiente con un aire muy especial, casi familiar, que sigue apostando por el talento nacional emergente en su sección oficial de largometrajes y mediometrajes a concurso, contará, como cada año, con figuras artísticas tremendamente icónicas. En palabras de su directora Gabriela Martí, la filosofía del festival queda bastante clara: "Nos gusta tener una identidad transdisciplinar con gente que hace distintos tipos de cosas, y también nos encanta invitar a artistas internacionales que son multidisciplinares, como las últimas ediciones en las que hemos traido a Laurie Anderson, John Waters y ahora Debbie Harry y Rob Roth".
Rob lleva años colaborando en las decisiones artísticas de la cantante de Blondie y es responsable, entre muchas otras cosas, de la excelente y cuidadísima edición del libro de memorias de Debbie De cara (Libros cúpula), publicado en 2020. "Nos conocemos de hace muchos años saliendo juntos y pasándolo bien, él ha trabajado con mucha gente que conozco, es muy creativo y listo, nos reímos mucho y eso me encanta porque no es un tipo serio y siempre está de buen rollo, está un poco loco y eso me encanta. Y más que un director artístico es un performer en toda regla y tiene esa cualidad de poder convertirse en actor si la situación lo requiere, creo que eso es muy valioso".
Ella siempre ha sido una gran aficionada al cine y si nos remontamos tiempo atrás, llegamos a uno de los filmes de ciencia ficción de culto más ochentero donde comenzó la carrera cinematográfica de Debbie, Videodrome, del maestro del horror corporal David Cronenbergh: "Trabajar con David fue muy interesante porque él lleva con el mismo equipo desde hace mucho tiempo y las comunicaciones son muy buenas entre ellos, eso facilita las cosas".
Sin embargo, "también fue algo difícil porque mientras rodábamos todavía no teníamos un final claro para la historia y hubo algunos nervios en el rodaje por cómo iba a ser. Y respecto a mi personaje de Nicki yo no tenía nada claro si era real o virtual, era una cuestión que todo el rato sobrevolaba nuestras cabezas, aunque de alguna manera nos resultaba divertido no tener una respuesta clara sobre ello", recuerda Debbie.
En cambio, su relación con el director e icono trash John Waters es totalmente diferente. Su primera colaboración se remonta a 1981, cuando Debbie compuso la canción original de su película Polyester. Estos dos partner in crime volvieron a confluir en el filme Hairspray, interpretando ella a la inefable Velma Von Tussle. "Con John me une una relación personal de hace mucho tiempo y hemos estado de juerga innumerables veces, así que cuando trabajamos juntos en Hairspray fue muy divertido. Fue una locura de película con todos aquellos niños y aquellos números de baile. John es magnífico, lo adoro".
Respecto a los directores con los que le gustaría trabajar también parece tenerlo claro. "Me encantaría trabajar para Wes Anderson y también con Pedro Almodóvar, nos hemos encontrado varías veces a lo largo de los años y es un tipo encantador. Por supuesto, me gustaría volver a trabajar con Isabel Coixet y… ¿Sabes si Javier Bardem va a dirigir algo? (risas) Me encantaría trabajar con él, es un actor sensacional y poderoso".
La ambición rubia
En sus memorias De cara (Libros cúpula, 2021), Debbie Harry relataba que fue la primera cantante de un grupo pop que explotó su imagen como sex symbol. Sufrió las consecuencias de ello cuando su compañía discográfica le puso problemas con la imagen oscura y poco sexy de su primer disco en solitario, Kookoo. También cuando le ofrecieron el papel de Pris, la dulce y letal replicante que posteriormente interpretaría Darryl Hannah en Blade Runner, en un movimiento comercial bastante torpe que ahora mismo sería impensable. "Mucho de lo que se ha escrito sobre mí ha sido sobre mi aspecto", relata.
"A veces esto me ha hecho preguntarme si alguna vez he logrado algo más allá de mi imagen", continúa la cantante y actriz. "No tiene importancia, me gusta hacer lo que hago independientemente de la valoración que reciba. Afortunadamente, la cara con la que nací ha sido una ventaja enorme y tengo que admitir que me gusta ser guapa".
"Alguna vez me he preguntado si he logrado algo más allá de mi imagen. No tiene importancia, tengo que admitir que me gusta ser guapa"
No es un secreto que el personaje que creó en Blondie y que dio nombre a la banda era una especie de homenaje a Marilyn: "Ella era tan popular cuando yo era joven y brillaba tanto en esas películas maravillosas que la idealicé bastante y quise crear una especie de tributo hacia ella. Sigo adorando su película Some like it hot, es maravillosa. De alguna manera, era una mujer interpretando la idea que tenía un hombre sobre una mujer. Y también me encantó la reciente película Blonde de Andrew Dominik, me parece un film muy poderoso".
Respecto a cómo lleva lo de cumplir años siendo la Debbie Harry que se ha convertido en un icono pop mundial muy reconocible, responde: "Soy artista y es parte de mi creatividad. Si solamente fuese actriz interpretaría muchos personajes, pero como cantante en Blondie no tengo ningún problema en envejecer habiendo sido ella. Me acerco a mi personaje más como una actriz, creo que David Bowie fue el artista y cantante que más lejos llevó esa idea interpretando diferentes personajes a lo largo de su carrera, porque no todo el mundo lo hace de esa manera".
Y en cuanto a sus nuevos proyectos, parece que el año que viene llegará un nuevo álbum en solitario. "Lo estoy acabando y estoy muy contenta con el resultado. También estoy dirigiendo un pequeño corto documental independiente sobre un bailarín clásico, él ha sido entrenado desde pequeño de una manera muy dura y exigente, está cansado de ello y ahora quiere sentirse libre, es una pequeña historia sobre la libertad artística".
Afortunadamente, da la impresión de que la carrera de Debbie Harry de momento no tiene fin y de que sus inquietudes artísticas y personales han conformado una personalidad y una actitud vital envidiable. Muchos y muchas se quedaron por el camino. Ella lo sabe y sigue aprovechando cada proyecto para expresarse y hacer lo que le gusta. "Siempre tuve la misión desesperada de descubrir quién era y estaba obsesionada con serlo. En mi mente, la obsesión y la desesperación son cosas buenas. Básicamente, para mí es la necesidad incontenible de que mi vida entera sea una experiencia extracorporal imaginativa y artística".
Bravo Debbie, aquí te esperamos con los brazos abiertos.