Johnny Depp (Kentucky, 1963) es una verdadera estrella de Hollywood dicho sea en el sentido más noble de la palabra. Hoy ha presentado en San Sebastián, estreno mundial, su segunda película como director Modi. Three Days in The Wings of Madness ("tres días en las alas de la locura", un verso de un poema de Baudelaire) en la que retrata esos tres días más que ajetreados del muy bohemio pintor en el París mítico de principios del siglo XX.
Interpretado por Riccardo Scamarcio, vemos esos últimos momentos de la vida del pintor italiano (y judío como se remarca en el filme) mientras le acecha la propia muerte que le llegaría de manera muy temprana. Sin un duro, ansioso por la visita de un coleccionista riquísimo que le puede cambiar la vida, vendiendo retratos en los cafés por unos pocos francos, Modigliani es un genio, pero un genio al que tratan como un pordiosero.
Todo ello, en una capital francesa legendaria que Woody Allen nos contó en su parte más romántica y luminosa en Midnight in París (2011) mientras Depp nos muestra su lado más oscuro en una película donde la bohemia tiene mugre.
Con su sempiterno sombrero de cowboy, gafas oscuras, tatuajes, voz ronca (y pausada), Depp ha explicado en la rueda de prensa: "Lo que me interesaba inicialmente de la idea de hacer la película fue una extraña llamada de Al Pacino. (Imitando la voz de Pacino) '¡Te acuerdas de eso de Modigliani? Creo que deberías dirigirlo'. Me quedé muy sorprendido. Cuando Pacino habla, debes escuchar. No tenía ni idea de lo que acabaría siendo hasta que las piezas no encajaron. Eso significa saber qué actor haría de Modi y del resto de personajes. Cuando tuve a los actores lo tuve claro".
Depp ha explicado que dirigir esta película le ha resultado mucho más gratificante que la primera, hace ya casi 30 años: "Fue una experiencia muy distinta a cuando dirigí The Brave en primer lugar porque no actúo en ésta lo cual lo hizo mucho más divertido, porque en aquella había una lucha entre tener que estar actuando y dirigiendo, lo cual viví como algo horrible. Más que otra cosa, hice lo que creía que era correcto dirigiendo, que es permitir a los actores explorar y aprender. Son los propios actores quienes marcan la escena que debe ser y luego la escena comienza a contar la secuencia que quiere ser. Y al final es la propia película la que dice lo que quiere ser".
“Muso” de Tim Burton, ha protagonizado algunas de sus mejores películas como las maravillosas Eduardo Manostijeras (1990), Ed Wood (1994), Sleepy Hollow (1999) o Charlie y la fábrica de chocolate (2005). Repasar su brillante filmografía significa casi lo mismo que revisar mucho de lo mejor que ha hecho el cine de Estados Unidos en los últimos treinta y cinco años.
Desde aquella seminal primera parte de Pesadilla en Elm Street (1984) a dos clásicos del indie como ¿A quién ama a Gilbert Grape? (1994), en la que compartía cartel con un jovencísimo Leonardo DiCaprio sin olvidar títulos como Donnie Brasco (1997), Miedo y asco en Las Vegas (1998), Antes que anochezca (2000) sin olvidar las cinco películas de Piratas del Caribe realizadas en los últimos 20 años, que quizá no le han dado la gloria crítica pero han convertido a su Jack Sparrow en uno de los personajes más reconocibles de la cultura pop.
Tras el escándalo
Como todo el mundo sabe, la vida de Johnny Depp no ha sido fácil estos últimos años. Su agrio divorcio de Amber Head, con juicios y acusaciones de maltrato incluidas, no solo generó titulares en todo el mundo, también ha acabado haciendo mella en la imagen de un actor que siempre ha presumido de ser un rebelde, heredero de la tradición americana del beatnik y el hombre de espíritu libre.
No ha hecho falta que nadie le pregunta sobre su mediático juicio contra la también actriz Amber Head, porque él mismo se ha referido al escándalo: "He pasado por algunas cosillas aquí y allá, pero ¿sabes? Estoy bastante bien. Creo que todos hemos pasado por malos momentos, quizá lo vuestro no se convirtió en un culebrón televisado, pero todos experimentamos eso en algún momento. Todas estas cosas que somos al final también tienen que ver con todas esas dificultades".
Un escándalo que casi le destroza pero Depp sigue vivo y coleando, con aspecto de outlaw y apartado del Hollywood más oficial, quien sabe si en esta etapa de madurez de su trayectoria lo que veremos será a un actor más puro y artístico sin la presión de llevar sobre sus hombros presupuestos gigantescos.
Presentando La guitarra de Yerai Cortés, comentaba Antón Álvarez (C. Tangana) que cuando un director hace una biografía todo el mundo supone que en realidad habla de sí mismo. Si la vida de Modigliani queda marcada por una pelea en un restaurante de lujo parisino en el que acabó destrozando su carísima vidriera como vemos en la película, la del propio Depp tuvo un hito por la famosa habitación de hotel que destrozó en 1994 después de pelearse a muerte con su novia de entonces, Kate Moss. Y es que no hace falta ser un lince para darse cuenta de que Modi. Three Days in The Wings of Madness es sin duda una película sobe Modigliani pero sobre todo, es una película sobre el propio Depp.
El propio astro ha hablado así de esos inicios duros en la interpretación: "Mi principio como actor fue un accidente. Hay una expresión en inglés que dice 'cuando las gomas se encuentran con la carretera' que significa que solo cuando los neumáticos comienzan a rodar y arrancas a conducir es cuando pueden comenzar a suceder cosas hermosas. Me mudé a un apartamento en Hollywood Boulevard, en un barrio peligroso, es como leer París era una fiesta de Hemingway (son sus memorias de juventud publicadas de manera póstuma). Hay algo bonito y romántico en esos días. Fueron días duros y feos pero eran hermosos. Capturar ese momento como en Modi… en el que alguien trata de mostrar su valía y ser testigo de esos tres días de este artista en particular y las vidas de la gente. Es ese momento en el que quieres hablar pero no puedes".
El inolvidable Eduardo Manostijeras o Jack Sparrow, ha dicho: "Modigliani es un artista que conozco bien y por el que he estado fascinado muchos años. He aprendido mucho más haciendo la película. He aprendido sobre su rechazo absoluto a comprometer su visión por nada. Es uno de los temas claros".
Vemos también un guiño, en escenas rodadas como las películas mudas de esa época, al nacimiento del propio cine: "Era un tiempo magnífico después del cubismo y la revolución de Duchamp. Pero Modigliani nunca cedió. En esos momentos de la película que reproducen el cine mudo ves la diferencia con los impresionistas como Van Gogh o Monet, cuyo arte estaba muy relacionado con el nacimiento de la fotografía. Y el principio del siglo XX es el principio del cine y nuestras vidas se convierten en extraño cine. Era un arte nuevo que afectó a la pintura de la misma manera que la fotografía marcó a la generación anterior".
Depp también ha expresado su felicidad por haber dado a los actores total libertad creativa: "Nadie debería tener expectativas en ningún sentido pero ver a estos actores tener la libertad de intentar cualquier cosa y llevar la historia más lejos fue maravilloso. Sentía que no estaba dirigiendo sino que estaba captando ese instante. Reacciones, comportamientos y la pura vida. Me siento muy afortunado". Además de Scamarcio, Antonia Desplat interpreta a Beatrice, su amante, musa y crítica de arte con la que mantiene una discusión sobre la supremacía del arte y la creación sobre la crítica.
Y ha continuado: "Dirigir Modi… me ha permitido realmente ver y experimentar volver a ser un niño de tres años, que a veces es como me siento. Haciendo la película sentía que sobre todo debía ser divertido. Cuando rodé The Brave hace 27 años, lo último que quería era dirigir otra. Demasiadas matemáticas, hermano. Son las matemáticas. Te encuentras en un agujero de una estructura y no quería estar allí". En Modi, todo fue distinto: "Para mí es como música. La melodía y los acordes dictando de lo que pondrás en la próxima capa. Me dije, no tengo nada más que hacer que sentarme aquí y ver a estos actores reaccionar y vivir. Lo encontré mucho más fácil. Aprendí mucho de ellos. De todos modos, no lo haré más".
El actor protagonista, Riccardo Scamarcio ha dicho: "Ha sido un viaje increíble hacer esta película Johnny es un director que te hace sentir seguro y libre. Realmente te permite empujar a los límites, Pero al mismo tiempo sientes ese amor, te protege. Soy un gran fan de Johnny como actor y tener el privilegio de conocerle y trabajar con él ha sido espectacular. Sentí que todo el trabajo realizado ha sido en la buena dirección en el que quieres esta relacionado con la creación sin que te importe cuál puede ser el resultado".