Un 25 de abril, pero de 1940, nacía Alfredo James Pacino en el barrio de East Harlem (Nueva York). Conocido en el mundo del celuloide como Al Pacino, su larga trayectoria profesional, de más de siete décadas, abarca asimismo otras labores como guionista, director y productor.
Considerado como uno de los mejores actores de su generación (junto a otros como Robert De Niro, Robert Redford, Jack Nicholson o Paul Newman), su quehacer se ha visto recompensado con los premios más prestigiosos tanto del mundo del cine como del teatro. Entre otros, el Oscar, el BAFTA, el Emmy, el Tony o el Globo de Oro.
El padrino
Fue a los 17 años cuando abandonó la escuela. Se puso a trabajar y, en sus horas libres, devoraba libros. Entonces comenzó a recitar (su público era su familia) y se presentó a una audición. Aterrizó en el HB Studio y en el Actors Studio.
¿Su primera película? Yo, Natalia, allá por 1969. Dos años después, Pánico en Needle Park, donde despertó el interés de los críticos. Una atención que se disparó con su tercera obra y que cimentó su posterior fama: El padrino. Corría el año 1972.
Desde su estrenó, la película no solo fue un auténtico éxito en taquilla, sino que llegó a considerarse como una de las mejores de la historia del cine (en concreto, la segunda, tras Ciudadano Kane). También fue seleccionada para su conservación por el National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Con posterioridad (1974 y 1990) protagonizó la segunda y la tercera parte de la saga.
Esencia de mujer
El personaje de Michael Corleone no ha sido el único que ha encumbrado a Al Pacino. Una trayectoria en la que ha representado personas inadaptadas, con problemas, y de fuerte carácter. Uno de esos personajes es Frank Sérpico, cuyo apellido dio título al filme. Un policía honrado rodeado de corrupción. Le sirvió para ganar el Globo de Oro, aunque se quedó a las puertas del Oscar y de los BAFTA.
Otro personaje clave en su carrera es el que protagonizó en Esencia de mujer. Se trata de Frank Slade, un militar cascarrabias retirado, y ciego. En esta ocasión, sí se llevó la estatuilla del Oscar. Fue nominado en otras siete ocasiones.
Una de esas otras siete ocasiones fue por Tarde de Perros. Todo gira en torno al robo de un banco que, en principio, iba a durar diez minutos y que acabó siendo parte de la historia de la televisión al ser retransmitido en directo. El plan de Sonny Wortzik, el protagonista representado por Pacino, salta por los aires tras doce horas de tensión.
El precio del poder
Todo vale a la hora de comercializar los cigarrillos. Así se puede resumir de forma sucinta el argumento de El dilema, donde Al Pacino interpreta a Lowell Bergman, un periodista que destapa las estrategias y artimañas usadas por una empresa tabaquera gracias a un confidente.
En Heat, Pacino da vida a un teniente de policía (Vincent Hanna) que trata de dar caza a otro de los grandes del séptimo arte, Robert De Niro, que lidera una banda de ladrones. Mientras que en A la caza, es un policía encubierto (Steve Burns) a la búsqueda de un asesino en serie de homosexuales.
¿Más papeles? Otro que marcó la carrera de Al Pacino fue el de Tony Montana en El precio del poder. Es la historia de un emigrante cubano sin escrúpulos que se instala en Miami con el único fin de ser un gánster de renombre. Todo vale para cumplir el sueño americano.
No cumplir un sueño, sino salvar el empleo, es el guion de Glengarry Glen Ross (Éxito a cualquier precio). En esta ocasión, Pacino interpreta a uno de los empleados (Ricky Roma) de una inmobiliaria que tendrá que hacer frente a una situación inesperada: el que menos venda será despedido.
Por último, otros dos títulos que le dieron renombre: Atrapado por su pasado y Donnie Brasco. En el primero, es Carlito Brigante, un narcotraficante que, tras una temporada en chirona, decide decir adiós al mundo del crimen. Algo que se convertirá en un tormento, y acabará volviendo a sus orígenes. En el segundo, es Lefty Ruggiero, un veterano sicario de la mafia que introduce a un agente encubierto del FBI en una familia criminal.