Podía decirlo más alto, pero no más claro. Tanto, que ha cambiado del inglés al castellano para cuadrar cada una de sus palabras: "La película trata sobre la empatía, la generosidad y la amistad profunda de ayudar a alguien", ha explicado Pedro Almodóvar sobre La habitación de al lado, la novela de la neoyorquina Sigrid Nunez Cuál es tu tormento. "Es la respuesta a los discursos de odio que estamos oyendo cada día en España y en el resto del mundo. Esta película es exactamente lo opuesto a esos discursos".
"Quiero mandar un mensaje", y ha apelado al altruismo de sus protagonistas, "a todos esos niños sin acompañamiento que luchan por llegar a nuestras fronteras. Convertirlos en invasores es algo tan delirante, tan profundamente estúpido y tan injusto que lo que propongo es todo lo contrario".
La habitación de al lado recoge un capítulo en el libro de Nunez en el que Ingrid (Moore), una escritora ociosa accede a convivir junto a su buena amiga Martha (Tilda Swinton) en una casa en medio del bosque durante las semanas antes de que esta, enferma terminal de cáncer, se aplique la eutanasia.
Una ley urgente
"Esta es una película a favor de la eutanasia", la única solución que el personaje de Martha, una mujer hecha a sí misma, encuentra para ganar al cáncer: "La enfermedad está allí, y lo admirable del personaje de Tilda es que logra librarse del cáncer tomando ella la decisión".
Almodóvar reconoce que, aunque finalmente encuentra el modo de llevarlo estando acompañada, "es terrible tener que comportarse como si fueran delincuentes". Concluía: "España es el cuarto país europeo en tener una Ley de eutanasia. Es urgente que esta Ley exista en todo el mundo. Sin que haya una regulación política, judicial. Simplemente el paciente y el médico que atestigua la gravedad del paciente deberían ser suficientes”.
El cineasta respondía a la cuestión de la eutanasia para hablar de la fe, que ha separado muy claramente del credo: “Todos los credos son muy importantes y significan un soporte y un apoyo para cuando mueres, pero si no eres fiel contra ninguno de estos credos atentas contra todos ellos porque te conviertes en dueño de tu propia existencia”.
Tilda Swinton, enferma en la película, ha explicado su “fe en la necesidad y la inevitabilidad de la evolución, allá donde nos lleve”, y se ha abierto la eutanasia en la película como “un triunfo, y es un triunfo”. “Martha tiene esta idea de aventura, de transportación. No deja de repetirle, de forma algo molesta, que están de vacaciones. Es una celebración. Lo sentí muy real, muy cercano, no puedo decir que no actuara de la forma misma si fuera ella”.
Crisis ecológicas y sociales
Tilda Swinton y Julianne Moore están acompañadas en la película por John Turturro, un amante compartido por las dos en su juventud, hoy sumido en el cinismo por las crisis ecológicas y sociales contemporáneas. Un escepticismo que Almodóvar comparte: “El mundo está lleno de peligros. El cambio climático no es una broma. No sé cuántas pruebas necesitamos para estar seguros de que es real. La película habla de una mujer que agoniza en un mundo que también está agonizando”
Aunque proponía: “Quizás peque de pretencioso, pero cada uno desde su lugar debe manifestarse en contra de todo este negacionismo y debe hacerlo en los ámbitos que le son propios: la casa, el trabajo, la calle. Tenemos que parar este tipo de manifestaciones negacionistas, porque el planeta está en peligro pero de otra forma puede estar en un peligro mucho mayor”. El discurso ha despertado aplausos emocionados en la sala de prensa.
El cineasta ha explicado, eso sí, que intenta “ser optimista”, recordando cómo Almudena Grandes le dedicó una de sus novelas diciendo, y ha citado: “’Pedro, la alegría es la mejor de las resistencias. La felicidad es el mejor modo de resistir’. Creo que tenía razón”.
Sus últimas películas, sin embargo, vienen dotadas de una urgencia categórica. Extraña forma de vida, romance disfrutón en clave wéstern, parece una excepción a la regla establecida por Madres paralelas, Dolor y gloria y La voz humana, plagadas de fantasmas, muy lejos de la vitalidad de sus primeras obras.
Julianne Moore y Tilda Swinton, apasionadas
Julianne Moore y Tilda Swinton, a quien el cineasta ha descrito como artífices de "un festival", un espectáculo interpretativo en sí mismas, han explicado sus primeros contactos con el cineasta manchego: "Todos estos años he visto las películas de Pedro y, esto sonará estúpido, pero como estadounidense pensaba que en ellas había algo innatamente español. De lo que no me daba cuenta es que es sólo Pedro. Cuando fui por primera vez a su piso, vi toda su filmografía aparecer, allí, delante de mis ojos. Todas las referencias, colores...".
Moore añadía: "Sus películas han estado siempre tan llenas de vida y humanidad, y ser parte esto, de aquel mundo que descubrí cuando vi Mujeres al borde del ataque de nervios fue increíblemente excitante. No sé cómo he entrado en este mundo, sólo me siento afortunada de que me haya escogido".
Para Swinton, Almodóvar es simplemente histórico. La actriz descubrió al cineasta cuando trabajaba y vivía con Derek Jarman, cineasta underground en el Londres de los ochenta: "La primera película que vi fue Mujeres al borde del ataque de nervios, y todos nos sentimos como si tuviéramos un primo en Madrid saludándonos con la mano".
"Pedro, siempre al centro de la Movida, fue siempre la cara de un movimiento cultural que admirábamos y en el que nos nutríamos en términos de confianza y compañerismo. Desde entonces he rezado a su Iglesia, aunque nunca se me habría ocurrido que pudiera encontrar espacio en un rincón de su cine para mí. Por cómo me veo, cómo hablo", ha explicado. "Sin embargo, tuve el coraje para decirle un día que nos encontramos: ‘Mira, aprenderé español para ti, puedes hacerme muda, no me importa’. Entonces, se rio como hace él. Pensé: ‘Bueno, por lo menos se lo he dicho’".
Pedro Almodóvar, histórico en Venecia
El Festival de Venecia descubrió a Pedro Almodóvar en los albores de su carrera, cuando estrenó Entre tinieblas (1983) aquí. Volvería cinco años más tarde con Mujeres al borde de una ataque de nervios (1988), que consiguió el premio a Mejor Guion. En 2019, fue León de Oro de Honor por su estilo “provocativo” y “transgresor”, siendo “el director español más influyente desde Luis Buñuel”.
El año siguiente, un Lido vacío por pandemia acogería la première de La voz humana, adaptación de la obra teatral de Jean Cocteau protagonizada por Tilda Swinton. La actriz ha referido a ese trabajo: “Es un acto de gracia, un privilegio mayor en mi vida. Es algo extraordinario. Ha continuado siendo el maestro que siempre fue. Estar allí, para sentir el frescor, el rigor y la disciplina absoluta, es maravilloso. Aún me siento como una estudiante viendo su primera película”.
Luego vino la Copa Volpi a Penélope Cruz por Madres paralelas, en 2021, pero para su segundo cortometraje en inglés, Extraña forma de vida con Ethan Hawke y Pedro Pascal, optó por una presentación en Cannes, considerada competencia directa de la Mostra. La proyección de hoy se recibe, por lo tanto, como un regreso simbólico, aunque el recibimiento de la prensa internacional en las matinales de La habitación de al lado ha sido por el momento tibio.
Pedro Almodóvar volverá a compartir escenario con Tilda Swinton el jueves 26 de septiembre, cuando reciba de la actriz la Concha de Oro Honorífica del Festival de San Sebastián.