“Intento adaptarme a la película estableciendo un grado de intimidad con ella. La finalidad de todo filme es emocionar, pero ¿cómo lo haces?”, se preguntaba Jean-Claude Carrière, guionista de tantos cineastas célebres —especialmente de Luis Buñuel, de quien escribió sus extraordinarias memorias Mi último suspiro—, en la última charla mantenida con El Cultural a raíz de su guion de la película Un hombre fiel, del director Louis Garrel. Ganador de dos Óscar, prolífico escritor, e incansable colaborador de Buñuel, el francés ha fallecido ayer lunes en París a los 89 años, según ha informado este mismo martes su hija, Kiara Carrière, a la Agencia France Press y recogen medios franceses.
Nacido en Colombières-sur-Orb, Hérault en 1931, Carrière era uno de los máximos exponentes del surrealismo francés y su trabajo como guionista engloba casi 150 películas. Graduado en Literatura e Historia, se inició en el mundo del cortometraje como director en 1961 con Rupture y un año después logró el Óscar al mejor cortometraje por Heureux anniversaire, junto a Pierre Étaix.
En 1963, durante el Festival de Cannes, conoció a Luis Buñuel e inició con él una fructífera colaboración como guionista que arrancó con la película Diario de una camarera (1964) y se prolongó durante casi dos décadas. Junto al maestro español firmaría cintas como Belle de Jour (1967), El discreto encanto de la burguesía (1972), El fantasma de la libertad (1974), Ese oscuro objeto del deseo (1977) o La vía láctea (1969), entre otras muchas.
Además de con el de Calanda, Carrière trabajó con otros directores españoles como Luis García Berlanga o Fernando Trueba, con quien coescribió El artista y la modelo (2012), así como con un gran número de directores que han marcado la historia del séptimo arte como Jacques Tati, Jean-Luc Godard, Louis Malle, Milos Forman, Costa-Gavras o Andrzej Wajda. Entre sus grandes guiones clásicos se cuentan El tambor de hojalata (1979), El regreso de Martin Guerre (1982), La insoportable levedad del ser (1988), Valmont (1989), Cyrano de Bergerac (1990) o El húsar en el tejado (1995).
Más recientemente trabajó en los guiones de Birth (2004), dirigida por Jonathan Glazer, o Los fantasmas de Goya (2006), del citado Forman, así como en La cinta blanca (2009), de Michael Haneke, la mencionada El artista y la modelo de Trueba o La sombra de las mujeres (2015), dirigida por Philippe Garrel. También hizo carrera como dramaturgo, junto a Peter Brook, con quien colaboró otras dos décadas. E incluso como actor, campo en el que, entre sus más de 30 trabajos, destacan los papeles realizados en Copia Certificada, de Abbas Kiarostami, o Buñuel y la mesa del rey Salomón, de Carlos Saura.
Entre sus galardones cuenta, además del Óscar de los 60, en 2015 ganó otro honorífico, y así como dos BAFTA —por El discreto encanto de la burguesía, junto a Buñuel, y por La insoportable levedad del Ser, de Philip Kaufman—, un César del cine francés por Regreso de Martin Guerre (1982), dirigida por Daniel Vigne, o la Orden de las Artes y las Letras de España.