'Hogar' o la resaca del apocalipsis
Tras tejer realidades proféticas en 'Infectados' y 'Los últimos días', David y Álex Pastor llegan a Netflix con un oscuro thriller sobre un parado de larga duración, interpretado por Javier Gutiérrez, que decide recuperar su vida cueste lo que cueste
27 marzo, 2020 09:23A la vista de la situación que estamos atravesando en las últimas semanas, no habría que subestimar las dotes de los hermanos barceloneses David (1978) y Álex Pastor (1981) para practicar la videncia. Sus dos primeras y apocalípticas películas servirían hoy perfectamente para dotar de recursos a los informativos, sin que percibiéramos diferencias entre realidad y ficción en muchas de sus imágenes. Si en Infectados (2009) pronosticaban el advenimiento de un virus mortal que obligaba a los protagonistas a llevar mascarilla y guantes para protegerse del contagio, en Los últimos días (2013) imaginaban la aparición de una enfermedad que insuflaba a las personas un miedo irracional a los espacios abiertos y confinaban sine die a la población mundial en sus casas, creando desoladoras postales de ciudades con calles desiertas.
“Lamentablemente, son dos películas que están más de actualidad que nunca, pero no queríamos profetizar nada”, afirma Álex. Y prosigue David: “En Infectados nos basamos en la pandemia de la gripe de 1918, así que en realidad no era una fantasía. Lo que estamos viviendo ahora es realmente una historia de hace 100 años que se repite. El panorama entonces era terrorífico y hoy también. Afortunadamente la ciencia médica ha avanzado mucho, pero nos tenemos que preparar para un mundo muy distinto como mínimo en los próximos meses”.
Adaptarse a un nuevo mundo es el reto que se le plantea al protagonista de Hogar, la nueva película de los hermanos Pastor que acaba de desembarcar en exclusiva en Netflix. Pero en este caso no se trata de un apocalipsis mundial sino personal, el que sufre Javier Muñoz (interpretado por Javier Gutiérrez) cuando pierde su puesto de ejecutivo publicitario y ve cómo nadie está interesado en contratar a un hombre que se acerca a la cincuentena, a pesar de contar con un currículum plagado de éxitos. “Javier es una persona que como todos nosotros en la sociedad capitalista en la que vivimos ha construido su identidad a través de su trabajo, de su dinero, del éxito profesional, de sus posesiones…”, explica Álex. “De manera que la crisis por la que atraviesa no solo es económica sino también personal y existencial”.
La pérdida de recursos económicos obliga al protagonista y a su familia a mudarse desde su lujoso piso en una de las urbanizaciones más chic de Barcelona hasta el más humilde barrio del Carmel. Por el camino, Javier pierde buena parte de su autoestima y el rencor hacia un mundo que le niega lo que él cree que merece empieza a hacer mella en su carácter.
La llave del thriller
Es entonces cuando aparece en su coche un juego de llaves de su viejo hogar, que será el disparador del malsano thriller que proponen los Pastor en su tercera película. “La idea del filme surgió de hecho en una de las mudanzas que hemos tenido que hacer Álex y yo en los últimos años”, recuerda David. “Nos dimos cuenta de que habíamos conservado una llave del piso que acabábamos de dejar y nos pusimos a pensar en que, si quisiéramos, o si estuviésemos lo suficientemente chiflados, podríamos colarnos en él. Es una sensación que da un poco de vértigo. ¿Me atrevería? ¿Lo haría? ¿Qué me encontraría?”.
Lo que se encuentra Javier en su antigua casa es a un matrimonio en apariencia feliz, la postal de la familia perfecta que él protagonizó hace no tanto tiempo. Pronto empezará a urdir un plan para infiltrarse en la vida de esos extraños con la idea de recuperar lo perdido… aunque eso signifique destruir a quien se ponga en su camino. “Queremos subvertir todas las expectativas del público”, explica David. “Por eso, nuestra intención es que el espectador simpatice con el protagonista, que sienta pena por él, y que después, a medida que su camino se va torciendo y se convierte en una senda oscura, empiece a pensar que quizá el que parecía el héroe tiene más bien pinta de villano”.
Álex y David Pastor han desarrollado su carrera con un pie en Barcelona y otro en Los Ángeles. Infectados, su ópera prima, se rodó en EE.UU. con un reparto comandado por Chris Pine (estrella de blockbusters como Star Trek o Wonder Woman), mientras que Los últimos días fue una superproducción netamente española, con José Coronado y Quim Gutiérrez como protagonistas. Después escribieron el guion de Eternal, película que estrenó Tarsem Singh (autor de filmes como The Fall o La celda) en 2015 con Ryan Reynolds y Ben Kingsley, y crearon la serie Incorporated para la cadena SYFY. Ahora regresan a España con este filme en el que, además de Javier Gutiérrez (que, según Álex, “tiene la capacidad de encontrar con gran facilidad la oscuridad y la parte retorcida del español medio y normal”), encontramos a Mario Casas y Bruna Cusí.
“Pensamos que esta película la teníamos que rodar en España porque nos parecía que lo que le ocurría a Javier encajaba mucho con la situación en la que ha estado el país en los últimos años”, comenta David. “Javier representa esa España de clase media que despertó y descubrió que tal vez no era tan de clase media y que no vivía en ese país rico del primer mundo en el que creíamos que vivíamos”.
Estreno accidentado
La idea inicial era que la película se estrenara en el Festival de Málaga, que fue aplazado por culpa del coronavirus, y que pasara una semana por las salas, pero la situación ha provocado que haya desembarcado directamente en Netflix, lo que no es ninguna afrenta para los directores. “Somos muy conscientes de que, excepto en el caso de algunos cineastas concretos, la mayor parte del público accede a las películas desde sus casas. Es lo que ha pasado con Infectados y Los últimos días, que han sido descubiertas y redescubiertas en las plataformas y en la televisión y han tenido una vida muy larga. Y tener la oportunidad de que una película rodada en Barcelona, en castellano y hecha por un equipo español, llegue al 80 % del planeta es una oportunidad inigualable para nosotros”, asegura Álex.