La subasta de la colección del cofundador de Microsoft Paul Allen, celebrada en la sede de Christie’s en Nueva York, es ya la mayor venta de arte de la historia al alcanzar los 1.500 millones de dólares. Obras de Georges Seurat, Paul Cézanne, Vincent van Gogh y Gustav Klimt superaron los 100 millones de dólares y este jueves se ofrecen al mejor postor piezas adicionales de la colección.
Las ganancias serán donadas a causas filantrópicas, según los deseos de Allen, que murió en 2018 y seleccionó personalmente todas las obras, que abarcan más de 500 años de arte.
Algunas de las ofertas ganadoras rompieron récords anteriores de artistas individuales y muchas superaron los precios de venta esperados. Christie's manifestó con antelación que estaba “preparada” para afrontar “la subasta de arte más grande y excepcional de la historia”, superando los 922 millones de dólares logrados por la venta de la colección Macklowe en mayo.
Las ganancias serán donadas a causas filantrópicas, según los deseos de Allen, que murió en 2018
Entre las obras más caras vendidas figura Les Poseuses, Ensemble (petite version) del puntillista Georges Seurat, un óleo sobre lienzo de 1888 que representa a tres mujeres desnudas y que obtuvo 149,2 millones de dólares, un récord para este pintor. La Montagne Sainte-Victoire de Cézanne, un colorido paisaje pintado entre 1888 y 1890, alcanzó los 137,8 millones de dólares, otro récord. Y una pintura de Gustav Klimt de 1903, Birch Forest, estableció la marca más alta para una obra suya, vendiéndose por 104,6 millones.
También se registró el precio más alto de una pintura de Van Gogh, Verger avec cyprès: 117,2 millones de dólares. El óleo sobre arpillera Maternite II de Paul Gauguin, de 1899, llegó a los 105,7 millones de dólares.
La subasta incluyó pinturas de Georgia O'Keeffe, Claude Monet, David Hockney, Andrew Wyeth y Pablo Picasso, así como esculturas de Alexander Calder y Max Ernst.
[Un dibujo de Miguel Ángel, vendido a precio récord: 23,1 millones de euros]
Una impresión de 1905 de una fotografía de Edward Steichen, The Flatiron, se vendió por 11,8 millones de dólares, un récord para una obra de Steichen y casi cuatro veces la estimación más alta de Christie’s.