Beatriz Moura: "Ahora sólo temo a la envidia y al odio que engendra"
Beatriz Moura por Gusi Bejer.
20 años no serán nada, pero 40, y en primera línea de la edición española es todo un acontecimiento que estos días celebra Beatriz de Moura (Río de Janeiro), alma mater de Tusquets. Divertida, elegante y feliz, nos confiesa que no le gustaría "cantarle las cuarenta a nadie", y adelanta su último descubrimiento: Miguel Syjuco.
RESPUESTA.- Curiosidad permanente, tenacidad y prudencia en tiempos revueltos, y siempre buena cara pase lo que pase.
P.- ¿Mejor una editorial de 40 que 20 de dos?
R.- De entrada, dos de 40, que es lo que hay; y luego desear que siempre haya 2-3- etcétera. de 20 en el futuro.
P.- Si la biografía de una editorial la marca su catálogo, ¿qué nos dice el de Tusquets?
R.- Que puedes confiar en él porque puede gustarte, o no, pero nunca te dará gato por liebre.
P.- ¿ 1.Qué tiene que ver y 2. qué lo diferencia del de Anagrama, que también nació hace cuarenta años?
R.- 1. Dos líneas editoriales coherentes y 2. la diferencia radica en la idiosincrasia propia de cada una de las personas que las han dirigido todo ese tiempo.
P.- Tusquets buscó a sus primeros lectores "en el campus y en la playa". ¿Dónde están, cómo son los de ahora?
R.- Si son verdaderos lectores, estarán desde la edad del campus hasta que se mueran. Ahora bien, nunca se me ha ocurrido llevar un libro a la playa... De joven, se dicen algunas tonterías.
P.- ¿Recomendaría a un joven editor actual arrancar, como ustedes con Spinoza y Beckett?
R.- Los consejos nunca sirven demasiado. Algunos de esos jóvenes editores andan ya muy bien orientados.
P.- ¿Con qué o quién, si no, comenzaría ahora?
R.- Ni idea. Hay que tener la edad en que se emprenden las grandes aventuras...
P.- ¿De qué acierto editorial se siente más orgullosa?
R.- De haberla acompañado desde el primer minuto hasta hoy; y, junto a Antonio López, de haber logrado consolidarla y fortalecerla.
P.- ¿Qué errores le gustaría no haber cometido?
R.- Hay errores de los que se aprende, y los demás... que son los que me habría gustado no haber cometido.
P.- ¿Y cuáles volvería a cometer, como editora, con todas las de la ley editorial?
R.- Ninguno, si fuera tan sabia como para ya no cometer errores...
P.- ¿Su mayor decepción como editora y por qué
R.- Haber perdido a algún autor por una cuestión más de formas que de fondo. Cuando fallan las formas, falla todo.
P.- ¿su mayor satisfacción personal?
R.- Haber dado a conocer al público lector a algún autor inédito, de lengua española u otra, y que, además, haya tenido éxito, haya sido traducido a varios idiomas y, con el tiempo, haya pasado a ser un clásico contemporáneo.
P.- Si tuviese que elegir.... ¿Murakami, Kundera o Duras y por qué?
R.- Dicen los franceses: con un "si" París cabría en una botella. La realidad es lo que importa: los tres están en nuestro catálogo.
P.- defina en una línea a los tres.
R.- Duras y Kundera ya son dos clásicos contemporáneos, y Murakami lo será muy pronto.
P.- ¿Almudena Grandes, Pinilla o Landero?
R.- Me remito a la pregunta anterior.
P.- Defina en una línea a los tres.
R.- Landero y Grandes ya están entre los grandes de su generación; Pinilla ya era un clásico contemporáneo hace 40 años...
P.- ¿A quién le gustaría cantarle los cuarenta?
R.- Ahora mismo, a nadie.
P.- ¿Y a quién teme más, a los agentes literarios, a los autores poco avezados o a los colegas ambiciosos?
R.- Al fuego amigo.
P.- ¿Y al e-book feroz?
R.- ¿Feroz? ¡No! Es sólo un soporte tecnológico más.
P.- Sin bromas, si lo peor no son los autores, ¿qué o quién lo es?
R.- Los que quieren utilizar las nuevas tecnologías para piratear a gusto y enriquecerse a costa de los creadores.
P.- ¿Echa de menos alguna ayuda oficial más?
R.- Sí, un programa serio de subvención a traductores extranjeros para la versión de obras de autores españoles a otras lenguas. El modelo francés es ejemplar.
P.- ¿Y algún paternalismo de menos?
R.- ¿Paternalismo? ¿Cuál? ¿De quién?
P.- ¿Cómo explica a los editores ambiciosos la lealtad de los Landero, Grandes o Mankell?
R.- Nunca me lo han preguntado, por lo que me guardo la respuesta.
P.- Hablando de presencias y ausencias, ¿a qué protagonista de los felices años 70 barceloneses, lo de la gauche divine, echa más de menos, y por qué?
R.- La gauche divine duró de 1967 a 1969. En el 70 desapareció como surgió: por encanto. No echo nada de menos, pero que no me quiten lo bailado.
P.- ¿qué le parece que dirían ahora Gil de Biedma o Carlos Barral de lo que está cayendo en nuestro mundo cultural?
R.- Carlos ya entonces no era de aquel mundo... En cambio, creo que a Jaime le sugeriría un caudal de finísimas, pero demoledoras, observaciones.
P.- ¿Y Terenci Moix o Vázquez Montalbán?
R.- Terenci siempre prefirió el tiempo de los faraones al suyo; y conocí demasiado poco a Manolo para opinar.
P.- ¿Cómo se siente siendo cantera de buen número de los mejores editores y jefes de prensa que pululan en el mercado editorial español?
R.- Pues admirablemente bien y contenta de verles pulular por ahí.
P.- A estas alturas del viaje, ¿a qué teme Beatriz de Moura?
R.- A la envidia y al odio que engendra.
R.- ¿Y quién cree que la teme?
P.- ¿Temerme a mí? ¡Si soy un angelito!
P.- ¿Podría adelantarnos alguna perla oculta de Tusquets para la próxima temporada?
R.- La primera novela, titulada Ilustrado, inédita todavía en inglés y que leí en manuscrito, del filipino Miguel Syjuco. Recuerda bien ese nombre y ese título. Y, si no, ¡que me zurzan!