Así ha cambiado la forma de sacar Carlos Alcaraz: una evolución necesaria que le hace letal al servicio
Ahora únicamente realiza una parada durante el ascenso de la raqueta y golpea más arriba, lo que le permite alcanzar más potencia y mejor dirección.
6 junio, 2024 02:15Carlos Alcaraz se ejercita en una de las pistas anexas a la Philippe Chartier bajo la atenta mirada de Mats Wilander, campeón de tres Roland Garros, tres Open de Australia y un US Open, que ahora ejerce como comentarista. "Te has fijado, eh", le reconoce el joven español al retirado sueco cuando éste le cuestiona sobre la última evolución introducida en su juego. A sus 21 años y con dos Grand Slams bajo el brazo, no hay demasiado espacio para la revolución en sus golpes.
Con la derecha y el revés suficientemente desarrollados, hay uno que capta toda su atención: el saque, su talón de Áquiles. Durante su carrera ha tenido partidos inspirados, como en Wimbledon 2022, cuando sumó 30 aces contra Jan-Lennart Struff o el año pasado en Madrid, cuando alcanzó los 225 kms/h ante Alexander Zverev, precisamente ante quien flaqueó en el último Open de Australia, pero no la continuidad necesaria.
El saque siempre se ha considerado su aspecto con mayor margen de mejora. "Juan Carlos Ferrero le pide que, sin perder su velocidad y su fuerza, sea más consistente. Que meta más buenos saques seguidos”, confesaba Antonio Cascales, director de la Ferrero Tennis Academy. El servicio de Carlitos llegó a ser objeto de crítica de viejos rockeros que fundamentaban su juego a través del saque cuando competían en el circuito.
Una lesión lo cambió todo
"Creo que su saque deja mucho que desear. Es una de las cosas que creo que no ha mejorado mucho en los últimos dos años. No es ni un sacador de mucha potencia ni tampoco alguien que pueda incomodar en exceso con cambios de altura, velocidad y efecto. Creo que hace bien el saque con mucho efecto desde el lado de la ventaja, con el que logra desplazar a sus rivales, pero más allá de eso, no logra poner en aprietos al restador, que se siente cómodo contra él", detalla Andy Roddick, uno de los tenistas con mejor saque de la historia.
A lo largo de la pretemporada Alcaraz y Ferrero iniciaron el camino que -parece- han terminado de recorrer con la llegada de la arcilla. En Australia no superó el 68% de acierto en los primeros saques, mientras que en París no baja del 75% de media, lo que le ha ayudado a encontrar la estabilidad en su juego a través del servicio. La mejoría se debe al cambio de técnico durante la ejecución del saque.
"Ahora no hago una parada y el movimiento me permite ir un poco más arriba. Tanto de piernas como de brazos todo es más dinámico. Es un cambio que me viene bien para impactar a la bola más arriba y así ganar dirección y potencia. Me permite mejorar todo un poquito", explica el propio Alcaraz en Eurosport.
El germen del cambio se produjo durante la víspera del torneo de Buenos Aires, el primero de arcilla de la temporada. Carlitos realizaba el gesto demasiado abierto y detenía dos veces el ascenso de la raqueta hasta llegar al golpeo. Ahora, en cambio, ejecuta todo el movimiento con un mismo gesto. Por ello, el golpeo lo realiza a mayor altura y conecta con el punto adecuado de la pelota con mayor facilidad.
Buenos Aires fue el origen, pero, curiosamente, su lesión en el antebrazo que tantas molestias le ha generado, ha sido el detonante. Desde que acabó el Masters 1000 de Miami a finales de marzo, el murciano se ausentó de Montecarlo y del Godó, compitió una semana en Madrid y luego fue baja en Roma. Ausencias traducidas en, a excepción de sus siete días en la capital española, en casi dos meses sin competir. Tiempo idóneo para introducir cambios en su juego, algo que en una temporada ordinaria tendría que posponerse hasta la llegada del invierno.
"¡Pégale arriba, pégale arriba!", se escucha a Ferrero en cada partido de su pupilo, que, aplicado, sigue las directrices de su mentor. En su último enfrentamiento ante Tsitsipas, Alcaraz precintó el primer set aferrado a un sólido 85% de acierto en el primer servicio y en la segunda manga, extendida hasta el tie break, no bajó del 76%. Niveles de porcentaje superiores al escaso 70% de media que aglutina de media a lo largo de su precoz carrera.
Ante Aliassime elevó el número de puntos ganados con su primer saque, 40/53, un 75% que le permitió ganar sus juegos cómodamente, mientras que los del canadiense se alargaban en el tiempo. Esta nueva variante le ha permitido elevar cinco puntos su porcentaje de puntos ganados con el primer servicio respecto a la temporada pasada en tierra batida. Ante Korda también frotó su raqueta hasta alcanzar los 217 kms/h.
"Hemos introducido un pequeño cambio, tampoco es algo grande. El movimiento es un poco más arriba, no hay parada, tanto de piernas como de brazo. Es un poquito más dinámico, con el codo menos abierto. No buscamos nada específico. Son mejoras que quizá vienen bien con el tema del lanzamiento, de impactar la bola más arriba, dirección, potencia... Es una mezcla y con este cambio se mejora todo", analiza el murciano.
Aplicado en el saque, Alcaraz peleará este viernes ante Sinner por un puesto en la final. Ambos están separados por dos años y entre medias hay nombres como Holger Rune, Ben Shelton o Lorenzo Mussetti, pero el murciano siempre ha sido consciente de que la rivalidad con el italiano será lo más parecido a la que han mantenido los miembros del Big Three. La nueva rivalidad del tenis mundial ya no es nueva.